Dice el refrán popular que a los olmos no se le pueden pedir peras, pero en Albacete, en el Paseo de la Cuba, frente a la histórica Fábrica de Harinas, hay uno al que si la naturaleza sigue su curso, se le podrán pedir brevas. E higos. Como suena. Por muy raro que parezca.

La fuerza de la naturaleza irrumpe en Albacete
Y no es que se trate de ninguna aberración genética ni de un producto transgénico de esos que muchos se asustan al oír su nombre sin saber muy bien qué hay detrás de esa palabra íntimamente ligada a un laboratorio, sino de algo mucho más natural; un capricho de la madre naturaleza que demuestra la fuerza que tiene por sí misma y de la capacidad que muchas veces tiene la vida de surgir en los lugares más insospechados.

Como decimos, lo que en estas líneas nos atañe se encuentra en el Paseo de la Cuba de Albacete, en una de las zonas ajardinadas laterales del Parque Lineal, justamente enfrente del edificio de la Fábrica de Harinas. Ahí, impertérrito al paso del tiempo, un viejo olmo alberga en el lugar donde antes existió una gran rama y que por algún motivo se tronchó, un joven ejemplar de higuera que ha surgido de una semilla de la que es imposible saber cómo llegó hasta ahí.

¿Cómo llegó la semilla hasta ese emplazamiento de Albacete?
Posiblemente fuera algún ave la que en su pico, o en sus heces, transportó la semilla y la depositó ahí, tomando después las riendas el paso del tiempo, las condiciones climáticas y la fuerza genética de las higueras, que crecen prácticamente donde sea y en esta ocasión no iba a ser menos. Así pues, no es raro ver ejemplares de higueras surgidos de manera natural en ubicaciones cuanto menos llamativas.

A pesar de ello, no deja de llamar la cuestión que ahí, en medio del tronco de un olmo en pleno casco urbano de Albacete, una higuera se esté empeñando en desterrar el refrán que mencionábamos al principio y quiera que, a este olmo en concreto, se le puedan pedir brevas.

Peras no se le podrán pedir, pero brevas…. quien sabe, estamos en proceso. E higos, no se nos olvide, que para eso es el único árbol que da dos cosechas al año de sus respectivas infrutescencia: las brevas y los higos.
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/ Fotos: El Digital de Albacete /