El Palacio de los Gosálvez es una joya arquitectónica situada a escasos metros de Villalgordo del Júcar (Albacete), a orillas del río, aunque forma parte del término municipal de Casas de Benítez (Cuenca). Un inmueble de gran valor que se encuentra en un estado considerablemente deteriorado, y que ahora volverá a tener una nueva vida tras ser adquirido por una pareja de restauradores.
Así, el Palacio de los Gosálvez tiene una nueva oportunidad, ya que se encontraba dentro de la Lista Roja de Patrimonio a pesar de estar declarado como Bien de Interés Cultural (BIC). Un palacio también conocido como el ‘Versalles de la Mancha’ debido a sus características arquitectónicas propias del país galo. Una edificación de estructura clásica rodeada de un paraje natural con gran valor ecológico y de gran riqueza botánica.

Un palacio que volverá a brillar gracias a la iniciativa de Yulia Bikina y Ludovic Caballero, quienes se enamoraron de la edificación y de su paraje, y que se han propuesto restaurarlo para que vuelva a albergar vida de nuevo como en tiempos pasados.
El ‘Versalles de La Mancha’ tiene una segunda oportunidad
Esta pareja se dedica a la restauración de este tipo de inmuebles, que pasan de estar prácticamente en ruinas o en estados avanzados de deterioro para convertirlos en verdaderas joyas arquitectónicas, respetando su estilo y sus características. “Llevábamos meses de búsqueda tras restaurar la Finca El Paso en Caudete, y lo encontramos gracias a un vídeo de Urbex”, explica Yulia Bikina a El Digital de Albacete, que señala que “nos fuimos enamorando cada vez más conforme conocíamos su historia y sus detalles”.

El objetivo de este matrimonio, de origen ruso-suizo, afincado en España desde hace muchos años, era encontrar este tipo de edificaciones “con historia” para volver a darles vida. Sobre la pareja que ha adquirido este palacete, cabe destacar que “el padre de mi marido es español, y mi hija también es de aquí”, como señala Yulia, que añade que “nuestra familia está muy relacionada con España, nos encanta este país y es el que hemos elegido para vivir”.

En lo relacionado a la restauración del palacio, una de las grandes problemáticas que presenta nivel técnico pasa por “el deterioro del tejado, lo que ha producido que el agua se filtrase por todos lados y se inundaba”, como señala Yulia, que apunta que “el agua acelera muchísimo el deterioro de cualquier edificio”. Eso sí, subraya que “los materiales que usaron en la construcción hace 120 años eran de calidad y los constructores sabían lo que hacían, porque la estructura está bien”.
En cuanto a este complejo proceso de restauración, que se ha convertido en un reto para esta pareja, explican que “somos muy positivos y pensamos que podemos recuperarlo, lo hemos estudiado y la estructura es sólida”, y señalan que “vamos a empezar por asegurar el perímetro y ya estamos en conversaciones con el arquitecto”, y adelanta que una de las prioridades pasa por recuperar “la cubierta del tejado para que no se deteriore más”.

Un trabajo autónomo, ya que tanto Yulia como Ludovic están muy familiarizados con la construcción, ya que mientras Yulia es ingeniera, su marido viene de una familia ligada al sector de la construcción, por lo que está previsto que una buena parte de los trabajos los realicen ellos mismos. “El 80% lo haremos nosotros”, indica Yulia, que señala que “nuestro amor por este sector viene por la familia de mi marido, ya que su familia tenía una empresa y Ludovico les ayudaba”. Además, la experiencia también es muy importante en este tipo de proyectos, y este no es el primer reto de estas dimensiones a las que se enfrenta esta pareja, que ya ha rehabilitado varios inmuebles y que han vuelto a brillar gracias a su gran trabajo.
Aunque el trabajo de restauración no va a ser fácil y va a llevar un tiempo, Yulia y Ludovic ya tienen algunas ideas sobre el uso de este palacio tan apreciado en la zona. “Queremos hacer algo relacionado con el alojamiento, aunque aún no está decidido exactamente el proyecto”, explica, y adelanta que “vamos a contar con visitas guiadas, y lo abriremos también para todo tipo de eventos, incluso quizá algún concierto de música clásica”.
En cuanto Yulia y Ludovico conocieron esta maravilla arquitectónica a orillas del Júcar, “contactamos con la Asociación de Amigos del Palacio, y hemos hablado con ellos, sabemos que el pueblo estaba sufriendo por la pérdida de este palacio”, explica, y asegura que “estamos felices de contar con el apoyo de la asociación, de ambos ayuntamientos y de los pueblos para trabajar en la misma dirección. Queremos estar todos unidos y que la gente se una para conseguir el objetivo”.