Muayad Zaid nació en el norte de Gaza, aunque desde hace muchos años está afincado en Albacete. Zaid trabajó como periodista en Gaza durante las guerras de 2008, 2011 y 2014, hasta que finalmente llegó a España donde conoció a su mujer, natural de Jaén, e instauraron su residencia en Albacete. En la actualidad, Muayad Zaid vive con el corazón partido, ya que su familia continúa en Gaza y sigue el transcurso de la guerra con el corazón en un puño.
Cada mañana, Muayad Zaid revisa la lista de personas que han fallecido en la guerra para asegurarse de que no hay familiares, amigos o compañeros de trabajo. “Cada día leo la lista de las personas que han muerto para ver si están mis amigos o mi familia”, explica, y asegura que “en un día mueren de 200 a 500 personas, y hay días de 2.000”. Una situación que afecta a la vida cotidiana de este gazatí afincado en Albacete, que señala que ha vivido “bajo las bombas durante toda mi vida”.

En la actualidad, Zaid se encuentra en Albacete, a miles de kilómetros de esas mismas bombas con las que ha convivido, ya que las guerras se han sucedido desde hace décadas en la franja de Gaza. “Siempre he sabido que quería salir de allí”, recuerda el joven afincado en Albacete, que explica que “ahora estoy aquí, pero toda mi familia está en Gaza, y vivo lo mismo, pegado siempre a las noticias”. “Toda mi vida ha sido en guerra, bajo las bombas”, manifiesta, y señala que en Gaza “puedes morir en cualquier momento”.
“He perdido a mi padre, a mi familia, a mis amigos, a mis compañeros de trabajo”
Muayad Zaid ha perdido amigos y familiares en esta guerra que parece no tener fin. “He perdido a mi padre. Una pérdida que me ha causado muchísimo dolor”, subraya, y añade que “también he perdido a mi cuñado, mis primos, amigos, compañeros de trabajo, mucha gente”. Por el momento, la madre, la hermana y las sobrinas de Zaid continúan atrapadas en Gaza. “Mi hermana se ha quedado con dos niñas sin padre”, explica, y asegura que “viven en un campamento de refugiados, sin luz, comida, ni electricidad. No hay nada”. Además, añade que “no entra una botella de agua en Gaza desde hace meses”, y destaca que “la gente mayor, los niños, los bebés y la población se muere de hambre. Mis familiares han perdido entre 20 y 30 kilos solo en los primeros meses de la guerra. Ni siquiera los reconocí la primera vez que puede hablar con ellos tras el inicio del conflicto”.
Sobre su ciudad natal, Zaid indica que “destruyeron mi casa, y todas las demás. No queda una casa en pie”, y añade que ahora se ha convertido en “un desierto”. Además, el joven gazatí hace hincapié en la crueldad de la guerra. “Atacan hospitales y escuelas. Ya no queda nada”, manifiesta, y explica que “he vivido tres guerras, en 2008, 2011 y 2014, y esta es la más fuerte de todas”.

“No siento nada, es como si estuviese congelado”
Unas guerras que Muayad ha vivido en primera persona ya que se dedica al periodismo. Sobre el periodismo en Gaza, Muayad Zaid destaca la crudeza. “Si hay un bombardeo hay que ir”, explica, y señala que “tengo imágenes en mi cabeza que no puedo olvidar, en las que he visto derramarse mucha sangre”.
Zaid siempre ha tenido claro que quería salir del infierno de Gaza, y aunque lo ha conseguido, su corazón se ha quedado allí, junto a su familia, que actualmente vive en un campo de refugiados. “Vivo con las noticias puestas a todas horas y no puedo dormir”, asegura el joven, que explica que “en Gaza trabajo como periodista, pero aquí todavía no puedo ejercer porque continúo aprendiendo el idioma, así que trabajo de camarero”. La situación ha afectado notablemente a este gazatí de corazón albaceteño, que ha perdido a gran parte de su familia y amigos en una guerra que parece no tener fin. “No siento nada, es como si estuviese congelado, es imposible ser feliz”, explica, y asegura que “tuve que dejar mi trabajo porque no duermo, no vivo, me paso el día pegado a las noticias”.

“Han destruido mi vida y la de mi familia para siempre”
“Quiero hablar con mi familia y no puedo”, asegura, y manifiesta que «con suerte consigo hablar con ellos cada 3 meses pero es muy complicado porque no hay Internet”. “La primera vez que hablé con ellos a los pocos meses de la guerra ni siquiera los reconocí”, subraya. Sobre esta nueva tregua, el gazatí apunta que “ahora dicen que termina la guerra, pero solo es una tregua de 40 días”, explica Zaid, que apunta que “no confío en que esto termine, ojalá y sí, pero sacarán sus rehenes y continuarán de nuevo”. Muayad Zaid señala que vive aferrado a “nuestro derecho a vivir, a tener una tierra, y no dejarla, nada más”.
Además, asegura que esta guerra es la más cruda que ha vivido. “Han destruido mi vida y la de mi familia para siempre, han destruido mi casa, he perdido a mi padre”, explica, y asegura que “hay gente bajo los escombros desde el primer mes de la guerra. Hay miles de personas debajo de las casas, llevan muertos meses, y eso crea muchas enfermedades que está padeciendo la población”.

Muayad Zaid se trasladó a Albacete con su mujer, y tal y como señala él mismo, “nos gusta vivir en Albacete, es una ciudad tranquila”. Zaid ha encontrado su refugio en la ciudad, aunque su corazón permanece en Gaza junto a su familia, lo que hace que viva pegado a las noticias, leyendo cada día la lista de las personas que han fallecido en su país natal, rezando por no leer ningún nombre conocido.