La Churrería La Albaceteña lleva alrededor de 6 décadas cautivando los paladares más exigentes de Albacete y llenando de sabor muchas mañanas en la ciudad. Magdalena Muela aterrizó en la capital albaceteña hace casi 60 años en la Feria de Albacete con su familia, y se enamoró de la ciudad. Desde entonces, esta jienense, natural de La Carolina en Jaén, se estableció en la ciudad y formó su familia, que ahora encabeza el negocio familiar, que ya suma 4 generaciones de churreros. Y por supuesto, y como no podría ser de otra manera, desde entonces, la Churrería La Albaceteña es un clásico en la Feria de Albacete.
Magdalena Muelas se crió entre churros y ferias, ya que con tan solo 3 años sus padres montaron una churrería en La Carolina, que por entonces se llamaba ‘El 43’, debido al emplazamiento que ocupaba en la ciudad. La vida trajo a esta mujer de Jaén hasta Albacete, donde encontró el amor y formó una familia, que la convirtió en albaceteña de adopción y también de corazón, y fue entonces cuando el nombre de la churrería cambió a la tradicional La Albaceteña, que los vecinos de la ciudad conocen muy bien.
En la actualidad, la Churrería La Albaceteña va por su cuarta generación de churreros, todos nacidos en Albacete,y con innumerables historias y anécdotas. Fue en 1936 cuando los padres de Magdalena decidieron lanzarse con este negocio. “A mi padre lo aceptaron en la Guardia Civil pero finalmente no quiso entrar, y decidió poner una churrería con mi madre, ya que entonces solo había una en La Carolina”, explica Magdalena Muelas a El Digital de Albacete, y señala que a partir de ese momento empezaron a recorrer diferentes puntos del país visitando ferias y fiestas y llenándolas de sabor con sus churros. En un principio, “mi hermano fabricó con unos cajones de madera, donde se llevaba el tabaco antiguamente, una especie de remolque y ahí vendíamos los churros”, recuerda.
60 años con sabor a La Albaceteña
“Hacíamos ferias por diferentes pueblos, por Daimiel, Almagro, y toda esa zona, junto con mis hermanos y mis padres cuando éramos pequeños, y vivíamos de eso”, explica, y señala que años más tarde el destino la llevó hasta Valdepeñas, donde residió una temporada. “Me encontré a una amiga por la calle y me preguntó que por qué no íbamos a la Feria de Albacete, que era muy buena y que gustaba mucho el chocolate con churros”. Y gracias a aquel consejo, al año siguiente, la saga de los Muela y su churrería ‘El 43’ aterrizaron en la Feria de Albacete por primera vez, y cautivó a esta familia, a pesar de que “el primer año no se nos dio bien. Perdimos mil duros, que no era mucho, pero para nosotros sí”, subraya. Eso sí, Magdalena y sus hermanos no tiraron la toalla y regresaron al año siguiente, y a partir de ahí, “cada año mejor, hasta llegar aquí”. Magdalena Muelas recuerda que cuando llegaron “el Paseo de la Feria todavía era de piedra, y ahora, la de Albacete, es una de las Ferias más bonitas de España”.
En la Feria de Albacete nació el amor de Magdalena y Pepe, su marido, que también tenía una tómbola en la Feria. Desde entonces, ambos se instalaron en Albacete y formaron una familia, de la que nacieron 4 hijos, que a día de hoy son quienes se encargan de La Albaceteña. Además, los hermanos Muelas también quedaron cautivados por la ciudad y terminaron por mudarse a Albacete. “Vivimos aquí desde hace 60 años, y aquí conocí a mi marido, que era de Madrigueras y tenía una tómbola en la Feria de Albacete, y ya todos mis hijos han nacido aquí”, asegura Muelas, que añade que “queremos mucho a Albacete y no hay quien nos mueva de la ciudad”.
El secreto de los churros de esta icónica churrería de Albacete
Si algo nos hemos preguntado los albaceteños alguna vez es por el secreto de los churros de esta churrería de Albacete. Magdalena Muelas revela a El Digital de Albacete que “el secreto es una buena harina y que el agua esté hirviendo”, y señala que “antes le echábamos bicarbonato, pero cuando lo retiraron de los establecimientos comenzamos a echarle levadura”. Además, destaca que es importante “que la masa coja forma y cuerpo, y que no se quede ni muy dura ni blanda, sino que coja esa textura”.
Y con esta receta, los hijos y nietos de Magdalena han aprendido a elaborar estas delicias. “Tiene su aprendizaje y su proceso”, asegura, y explica que “primero hay que despachar y estar de cara al público, y después se pasa a la cocina”. Malena Segura, su nieta, manifiesta que “nos ha echado unas cuantas broncas y todavía se sigue pasando para dirigirnos de vez en cuando y darse una vuelta, sobre todo en la Feria de Albacete, que le encanta”.
“Mi abuela tiró de sus hijos, y ellos de la churrería”
En la actualidad, son los 4 hijos de Magdalena los que llevan la Churrería La Albaceteña, llegando también a diferentes puntos de la Comunidad Valenciana, así que “todo queda en familia”, tal y como explica su nieta, que recuerda que “mi abuelo falleció cuando mis tíos y mi madre eran pequeños. Mi abuela tiró de sus hijos, y ellos de la churrería”.
La Churrería La Albaceteña ha estado presente desde hace más de 6 décadas en la Feria de Albacete, y muchos vecinos de la ciudad cuentan con miles de anécdotas con una bolsa de churros entre las manos, quizá de vuelta a casa, o después de las vaquillas. Además, ahora también está presente en momentos muy especiales, como bodas y comuniones, ya que “nos llaman para hacer este tipo de eventos también”, explica Magdalena.
60 años de vida y de talento culinario avalan la trayectoria de la Churrería La Albaceteña, tras seis décadas deleitando los paladares albaceteños, y 4 generaciones diferentes de albaceteños con raíces jienenes, que prometen continuar haciendo felices a los vecinos de Albacete.
// Fotos: Miguel Ángel Romero //