Este martes, 10 de diciembre, tras regresar el suministro eléctrico a la zona cero de Letur, las campanas de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción han vuelto a redoblar, mostrando con su tañer que la reconstrucción de la localidad tras el paso de la DANA va progresando con el claro objetivo de mirar con esperanza al futuro e ir dejando atrás el duro pasado.
La vuelta del suministro eléctrico a la zona cero de Letur ha hecho que la localidad dé un paso más y que algo tan sencillo como un redoblar de campanas haga sentir a los vecinos de la localidad que se avanza hacia tiempos mejores.
Cabe destacar que el reloj de la torre de la iglesia se paró poco después de que la riada sacudiera el municipio, y desde aquel 29 de octubre y hasta este martes, sus manecillas han estado marcando impertérritas las 14:41 horas. Hoy, por fin, y con la llegada del suministro eléctrico, el reloj ya se ha podido poner en hora y las campanas han vuelto a sonar.
Sobre la vuelta del suministro eléctrico y el tañer de las campanas de Letur ha hablado García-Page en sus perfiles de las redes sociales, indicando el máximo dirigente regional al respecto que “el tiempo se detuvo en Letur hace 42 días. Hoy el reloj de la torre de la Iglesia ha vuelto a marcar las horas. Ha vuelto el suministro eléctrico a la zona más dañada por la riada y con él, el reloj y el sonar de las campanas. Es el sonido de la vuelta a la normalidad”.
Rozalén: «La limpieza y reconstrucción de Letur (Albacete) van más rápido de lo que yo esperaba»
Ayer, en su perfil de Facebook, María Rozalén hablaba de las sensaciones que pudo percibir en su pueblo durante su última y reciente visita a lo largo del puente de la Consitución, manifestando la cantante que “la limpieza y la reconstrucción van más rápido de lo que yo imaginaba. Hay un sendero y una pasarela nueva que darán acceso por un tiempo a los vecinos. Ni en festivo descansan las máquinas, los trabajadores y voluntarios. Sigue costando entender el paisaje bélico. Sigue doliendo. Sigue la rabia, la tristeza, la impotencia. Y por la noche reina la oscuridad y el silencio en el casco antiguo repleto de gatos…”
Añadía Rozalén que “pronto llegará la luz, y el agua, y los evacuados podrán regresar a las casas que no estén dañadas. En la zona cero te das cuenta de la magnitud de la tragedia, de que pasarán muchos años para levantarlo todo, de que es imposible consolar a quien ha perdido lo que más amaba. Ya no volverán ni las vidas ni el Letur que conocíamos… Pero pienso mucho cómo, ante la adversidad, un detalle simple puede aliviar el dolor. He visto este fin de semana las casas más llenas que nunca. Los abrazos, las miradas y gestos de amor. Ya vuelve a sonar el agua corriendo del pilar…”
Recuerda Rozalén como los efectos de la DANA “destrozaron la calzada, pero queda en pie, colgando a varios metros, la placa homenaje al maestro de música. Ha desaparecido el Charco, pero se están formando playas en el río y el agua volverá a ser poco a poco cristalina. La riada se llevó el corral de mi familia pero han reaparecido paredes del antiguo castillo. Será diferente, pero será. Mientras exista una lumbre a la que arrimarse para charlar durante horas, un buen plato de migas de harina, una canción popular, un ataque de risa, una mesa donde siempre quepa un cubierto más… Habrá motivos para levantar. Mientras no se olviden, habrá motivos para levantar”.