Grandes logros de este albaceteño apasionado por la arqueología

Una habilidad especial para encontrar restos arqueológicos

Pedro Ballesteros, natural de Casas Ibáñez, siempre ha tenido un talento innato a la hora de rastrear tesoros que revelan nuestro pasado.  En la actualidad, tiene 85 años de edad, vive en La Recueja, y lleva muchos años paseando en busca de restos arqueológicos para conocer mejor la historia de su pueblo y alrededores. 

Pedro Ballesteros desde un cerro de la Recueja (2018)/ Foto cedida

Una afición que le ha acompañado toda la vida. Pedro Ballesteros nos cuenta que “cada persona nace con una tendencia. Yo no pesco, ni cazo, pero me gusta pasear en busca de cosas curiosas que me llamen la atención, interesarme por su historia, y estudiar de donde proceden. Mi padre era agricultor y, desde que era un crío, le ayudaba en el campo. Cuando estaba labrando me encontraba cascotes antiguos de cerámica que me iba guardando, y eso fue despertando mi curiosidad, y en cuanto tenía un rato salía a pasear en busca de nuevos hallazgos”. 

Pedro Ballesteros/ Foto cedida

Importantes hallazgos

Algunos de estos hallazgos están en el Museo de Albacete. “Hace 40 años estaban  arreglando unos caminos por la zona de entre ríos, entre el río Júcar y el Cabriel, y para ello tuvieron que abrir el suelo y remover la tierra. Un día, paseando por allí tuve la suerte de tropezar con una urna cineraria Ibérica del siglo VII antes de Cristo. Se la llevaron a Albacete, la limpiaron y prepararon, y en la actualidad está expuesta en el museo de Albacete, junto con otras piezas que han ido saliendo de aquella zona. En concreto, una ánfora cineraria Ibérica, también del siglo XII antes de Cristo, que se puede contemplar en el museo.  Comprendí que por allí debía haber un cementerio de aquella época. A partir de ese momento comencé a andar por la zona en busca de otras cosas, y efectivamente los restos eran de unos asentamientos de la época de los íberos. Para mi estos hallazgos fueron muy importantes, así que cuando me apetece, voy al museo a ver estas piezas, y me da mucha satisfacción. Me encanta la arqueología y la historia, y por eso voy recopilando documentos de la zona de La Recueja, y Casas Ibáñez”, refleja.  

Pedro Ballesteros/ Foto cedida

Piedras talladas

De estos grandes paseos fueron apareciendo más piezas. “Al principio siempre salía a buscar cascotes de cerámica. Era algo que me interesaba mucho, porque cronológicamente pueden detallar muy bien el paso de los tiempos, y como la cultura ha ido evolucionando. Pero en mi búsqueda empecé a toparme con otro tipo de piezas. Eran piedras talladas que representan cabezas de animales, como elefantes, rinocerontes, caballos, ciervos, o cobras. Me interesé mucho por estos nuevos hallazgos, y me puse a estudiar sus orígenes, y descubrí que eran del Calcolítico. Las piedras las encuentro sobre el terreno, pero luego mi fuente es internet. Siempre hemos sido un grupo de cuatro amigos a los que nos gusta mucho este tema, y hemos recorrido muchos caminos en busca de estos tesoros. Uno de los componentes de este grupo está muy preparado, y tiene todos los medios informáticos, así que cuando veo algo en internet, tomo nota y le pido que me lo saque en papel para tenerlo en el archivo”, aclara. 

Hallazgos de este albaceteño / Foto cedida

Estos nuevos hallazgos han sido también comunicados al museo de Albacete, aunque “las piedras no les interesan tanto. Imagino que será porque el museo tiene un almacén que se les desborda de todo tipo de cosas. Pero para mí, encontrar la cabeza de estos animales tallados en piedra me lleva a miles de años atrás, y esa sensación me encanta. De este modo, piedra que encuentro tallada, piedra que cojo y me la llevo a casa. Luego hago una selección, descartando algunas de ellas, y colocando otras en mi colección. Una colección que a mí también se me está empezando a desbordar. Se puede decir que tengo muchas piezas, todas registradas, y un archivo en papel importante al cabo de todos estos años. Ahora ya no salimos tanto como antes, nos vamos haciendo mayores y no nos podemos alejar mucho, pero si seguimos saliendo  por las cercanías a buscar de vez en cuando”, indica. 

Pieza donada por Pedro Ballesteros al Museo de Albacete / Foto cedida

El pasado agosto Pedro Ballesteros realizó una exposición en La Recueja, donde se podían ver  los restos que ha ido encontrando durante estos últimos años. “Tuvo mucho éxito entre los vecinos,  y ahora me han llamado para que lleve esta exposición a mi pueblo, Casas Ibáñez. Es muy gratificante que la gente valore lo que hago, y que vea estas piezas con la misma ilusión con la que yo las he encontrado. De este modo, merece la pena el esfuerzo de todos estos años”, concluye. Pedro Ballesteros, un apasionado de la arqueología, que a sus 85 años, y gracias a sus importantes hallazgos, se podría decir que es nuestro ‘Indiana Jones de la Manchuela’.

/Fotos: cedidas/

Modesto Colorado

Comunicador y cantante de Albacete. Más de 20 años de experiencia en medios de comunicación, especializado en información y reportajes de ámbito cultural.
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