Coincidiendo con la caída de las hojas de los árboles, estamos en el momento del año en el que podemos encontrar más especies de setas silvestres.
De manera tradicional, en Albacete se han recolectado para el consumo algunas especies como la seta de cardo (Pleurotus eryngii), el guíscano (Lactarius deliciosus) o la seta de chopo (Cyclocybe aegerita), pero existen varios miles de especies que pueden aparecer en la provincia, lo que hace que la precaución sea una premisa primordial para no tener ningún susto.
Tanto en la provincia como a nivel nacional, se han producido intoxicaciones debido a la ingesta de setas con consecuencias dispares. Algunas especies de setas, como la Amanita phalloides, han ocasionado la muerte de aquellos que las han consumido por error.
Otras, como Rubroboletus satanas, han llegado a provocar grandes diarreas que llegan hasta el punto de deshidratar a quienes la han comido. Todavía recordamos el caso de Lepiota brunneoincarnata en la ciudad de Albacete, que fue detectado a tiempo para evitar la muerte de las personas intoxicadas, pero dejó secuelas en órganos vitales.

Sociedad Micológica de Albacete
En la Sociedad Micológica de Albacete hacen un llamamiento a la prudencia y recuerdan que la única manera de saber si una seta se puede comer es identificándola correctamente.
Todos los lunes de 20:00 a 21:30 h, desde su sede en el centro sociocultural San Antonio Abad, situado en la calle Ferrocarril s/n, micólogos expertos ofrecen un servicio de ayuda en la identificación de especies de setas a todas las personas que lo requieran.