La Asociación de Familiares y Enfermos de Parkinson de Albacete (AFEPA) lleva más de dos décadas ayudando y apoyando tanto a las personas que padecen la enfermedad como a los profesionales que la tratan. En estos momentos, AFEPA se encuentra en una situación delicada, puesto que, como conocíamos hace unos días, se ha descubierto una deuda de “sobrepasa los 200.000 euros creada durante la dirección anterior”, como indican los usuarios. Una problemática que hace inviable la economía de esta asociación, que se encuentra en la cuerda floja.
A finales del mes de septiembre, la directiva, encabezada por María Dolores Játiva, dimitió ante “las peticiones de transparencia por parte de los socios y por la presión de los impagos a alrededor de una docena de profesionales del centro, que se retrasaban desde hace más de 5 meses”, explicaban los usuarios. A raíz de ese momento, los socios descubrieron “un agujero en los fondos”, aseguran. En total, la asociación adeuda alrededor de “unas 47 nóminas”, tal y como asegura Emilio Villaseñor, portavoz y usuario de AFEPA, además de “otras procedentes de gastos de diversa índole”.
En la tarde del pasado martes, 15 de octubre, tuvo lugar una asamblea en la asociación en la que “la directiva en funciones, que es la que nos ha llevado a esta situación, ha intervenido”, como indica Emilio Villaseñor, que señala que “ellos esperan que de alguna manera las administraciones respondan y salden la deuda”, aunque “estamos un paso más cerca de la disolución, ya que los usuarios se dan de baja porque no reciben terapia”. Además, indica que “no han dado explicaciones y las deudas se sitúan entre 200.000 y 220.000 euros, hasta donde tenemos constancia, porque no tenemos acceso a la documentación”.
AFEPA en situación límite en Albacete
A esta situación hay que sumarle “47 nóminas correspondientes a los trabajadores”, aunque “el cálculo no estaba cerrado puesto que solo conocemos la situación de los acreedores mayores”, como argumenta Villaseñor. “La Junta Directiva cree que la asociación puede seguir abierta pero no dicen cómo”, manifiesta, y señala que “faltan especialistas, no se están dando terapias y los que quedan tienen actos de conciliación porque llevan varios meses sin cobrar”.
La preocupación de Villaseñor, al igual que todas las personas que padecen Parkinson y que acuden a las terapias de la asociación, es “saber en qué situación quedamos. Llevamos más de un mes sin recibir terapias”, señala, y explica que “al final, podemos buscar otra asociación, pero teníamos relaciones con los especialistas y nos conocían a nosotros y también nuestro historial”.
Por el momento, esta asociación de Albacete se encuentra en una situación límite, en la que los principales afectados son los usuarios, que no podrán recibir sus terapias habituales, de las manos de sus profesionales de confianza.
