Los teléfonos móviles se han convertido en un elemento indispensable en las vidas de los vecinos de Albacete. Un dispositivo que desde su aparición ha ido evolucionando hasta convertirse en más que un teléfono, ya que con el móvil podemos hacer fotos, vídeos, navegar por Internet, compartir datos en redes sociales o hablar gracias a WhatsApp.
Pero más allá de facilitar la vida a la ciudadanía en numerosos aspectos en lo que a comunicación se refiere, la llegada de estos dispositivos también puso de relieve los posibles peligros para la salud que pueden entrañar. En sus primeros años algunas instituciones advirtieron de posibles riesgos para la salud, como el de padecer cáncer, pero acaba de salir a la luz un estudio que revisa los principales informes realizados en los últimos años y del que se extrae una sorprendente conclusión.
El uso del móvil y el riesgo de padecer cáncer
Sobre este importante estudio desgranaba el profesor de Radiología y Medicina Física en la Facultad de Medicina de Albacete y director del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud, Alberto Nájera, que “en el año 2011 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IRAC), que es la encargada de evaluar si algo es cancerígeno o no, clasificó los móviles como posibles elementos cancerígenos”. En concreto, especificaba a El Digital de Albacete que la IRAC consideraba que “había una evidencia débil y concretaron que los teléfonos móviles podrían ser cancerígenos, incluyéndolos en el grupo 2B”.
Aseguraba que “no hay que alarmarse porque en ese mismo grupo también se encuentran la naftalina y el aloe vera”, y ponía de relieve que “no hemos visto nunca una noticia que diga que uno de estos elementos sean cancerígenos, pero en aquel momento sí que salieron noticias indicando que los móviles eran cancerígenos”.
Ahora la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha solicitado la realización de este trascendental estudio para revisar esta posible afección a la salud tras la evolución de la telefonía móvil. “Desde 2011 a 2024, además de 13 años, se han multiplicado muchos estudios sobre este tema en diferentes países”, indicaba Alberto Nájera, y concretaba que este nuevo trabajo que arroja nueva información en relación a la telefónica móvil y el cáncer “es un estudio de estudios, ya que reúne 63 trabajos que se han publicado en los últimos 30 años”.
En relación a este relevante trabajo explicaba a El Digital de Albacete que el grupo de investigación, compuesto por profesionales de diversos países, se ha encargado de “revisar todos los estudios que se han publicado en los últimos 30 años, partiendo de más de 5.000 trabajos”, señalaba. Finalmente, trasladaba que “se han quedado con 63 estudios que por su calidad, sus resultados, su diseño o por la relación que tienen con el tema han cumplido los requisitos para ser incluidos en este gran estudio”.
El análisis exhaustivo de estos más de 60 estudios se ha centrado “en ver que estaban bien diseñados, ver que las conclusiones eran adecuadas y los han clasificado”, señalaba el profesor de Radiología y Medicina Física de la Facultad de Medicina de Albacete. Incluso desvelaba que “en algunos de esos 63 estudios los investigadores también han detectado que algunos no tenían calidad o estaban sesgados”. Al respecto, concretaba Alberto Nájera que “casualmente, los estudios que más sesgos tenían eran los que decían que los móviles podían ser cancerígenos y también han tenido estos estudios en cuenta” a la hora de elaborar los resultados de este importante trabajo.
De este modo, compartía sobre los resultados de este estudio que se han tenido en cuenta “incluso los trabajos que decían que los teléfonos móviles podrían ser más cancerígenos y se han incluido los datos de los más de 60 estudia analizados”, desvelando que “no es solo un estudio, sino que la mayoría nos dicen que el uso del teléfono móvil no implica un mayor riesgo de tener cáncer”. Así, tras conocer estos resultados, solo queda esperar a conocer cuáles serán los movimientos de la IRAC y la OMS al respecto, porque “puede ser también la clasificación o que la dejen tal cual”, advertía Nájera.
Como director del Comité Científico Asesor de Radiofrecuencia y Salud (CCARS) trasladaba que “hacemos revisiones de estudios cada tres años”, y subrayaba que “en los últimos 20 años hemos sacado 7 revisiones parecidas”. En este punto compartía Alberto Nájera con El Digital de Albacete que “en todos nuestros estudios e investigaciones llegábamos a las mismas conclusiones”, añadiendo que desde el CCARS “llevábamos diciendo esto desde años porque la evidencia que teníamos indicaba que era muy improbable que la telefonía móvil tuviera relación con el cáncer”.
Telefonía móvil y otras enfermedades
Pero además de la probabilidad de desarrollar cáncer, también se ha vinculado a los teléfonos móviles con la aparición de otras dolencias y enfermedades. De este modo, apuntaba Alberto Nájera que “no es la única revisión que ha mandado hacer la OMS”, recordando que “en los últimos años ha pedido revisiones de estudios de otro tipo como por ejemplo la relación de los móviles con problemas para dormir, problemas de fertilidad masculina, aparición de dolores de cabeza, problemas de concentración o de capacidad cognitiva”.
En este punto, ponía de relieve que “en los últimos años se han publicado 4 ó 5 revisiones específicas con cientos de estudios”, y remarcaba que “la conclusión es que el uso del teléfono móvil no implica un mayor riesgo de tener este tipo de síntomas”.
Otros dispositivos tecnológicos
En nuestro día a día convivimos con numerosos dispositivos tecnológicos, por lo que también cabría preguntarse si el uso de los mismos puede suponer algún riesgo para la salud, concretamente la posibilidad de desarrollar algún tipo de cáncer. Ordenadores, tablets, relojes inteligentes o videoconsolas son ya elementos cotidianos, pero consideraba Nájera que “el dispositivo que más nos expondría sería el móvil, precisamente porque nos lo pegamos a la cabeza”.
Pero, trasladaba que “las radiaciones de bluetooth utilizan ondas similares y generalmente son de muy baja intensidad”, por lo que consideraba que “estamos algo más expuestos quizá cuando estamos en el salón de casa que es donde solemos tener el router wifi, pero para eso estamos realizando mediciones”. Así, compartía que “hace unos años hicimos un estudio en Albacete con casi 100 voluntarios y medimos en las casas de la gente”, advirtiendo que “los niveles que detectamos fueron extremadamente bajos, muy por debajo de los límites de seguridad”. Por todo ello, manifestaba que “podemos pensar que se pueden extrapolar, porque las radiaciones son similares y los niveles son también muy bajos. Es lógico pensar que no tiene por qué haber una diferencia”, transmitiendo “un mensaje de tranquilidad” al respecto del uso de todos estos dispositivos tecnológicos.
Teléfonos móviles y la Feria de Albacete
Más de tres millones de personas pasaron el pasado año del 7 al 17 de septiembre por el Recinto Ferial de Albacete. Una multitudinaria cita en la que los teléfonos móviles están muy presentes y se concentran miles de ellos en un mismo espacio.
Para conocer el alcance y el posible riesgo para la salud de este hecho Alberto Nájera y su equipo realizan mediciones durante los días de Feria, en las que también incluyen las ondas emitidas por las antenas de telefonía instaladas en el Recinto Ferial. “Nuestra intención es volver a medir en la Feria”, adelantaba, y ponía de relieve que “ya se han instalado las antenas temporales”.
Apuntaba que “no avisamos a nadie del día en el que medimos” y añadía que con estas mediciones “haremos un mapa”. Además remarcaba que “como tenemos las medidas del año pasado, nos van a servir para el estudio y comparar si está incrementando”, poniendo de relieve que “habrá más teléfonos móviles y más 5G”.
“Lo que hemos medido siempre es que esos niveles están muy por debajo de los límites de seguridad, que es lo que demuestra este estudio”, sostenía y especificaba que “se ha confirmado que los límites se cumplen y no hay efectos, por lo que parece que los límites son seguros”.