Las atracciones son todo un clásico de la Feria de Albacete y una de las citas más emocionantes, especialmente para los pequeños, aunque también son muchos los mayores que reservan unas horas para disfrutar de sus atracciones favoritas. Algunas de ellas, se han convertido en todo un icono de la Feria de Albacete, como es el caso de la noria, que acude cada año a su cita con la capital albaceteña desde tiempos inmemorables. Otro de los grandes clásicos, el barco vikingo, también sube la adrenalina de los albaceteños desde hace años. Eso sí, también están aquellas para los más atrevidos, como la montaña rusa, los rápidos o el mítico ‘Flic Flac’.
Aunque es cierto que cada uno tiene sus preferencias, una de las citas de obligado cumplimiento pasa por subir a la noria para contemplar las vistas que ofrece del Recinto Ferial y de la ciudad, y además, en Albacete se dice que hay que hacerlo tanto de día como de noche para disfrutarla en todas sus versiones. Los más peques también tienen la opción de subir a la noria en miniatura que viene cada año a Albacete, entre otras como los clásicos caballitos o el tradicional ‘Hollywood’ y sus divertidas trampas.
La cuestión es que, independientemente de la edad, las atracciones realizan un papel fundamental en la Feria de Albacete, y los vecinos y visitantes de la ciudad repiten cada año en algunas de sus favoritas o de las que convierten en novedad cada año. Y es que, la Feria de Albacete también es sinónimo de adrenalina y por supuesto, de emociones fuertes.
El barco vikingo, un clásico en la Feria de Albacete
Uno de los grandes clásicos de la Feria de Albacete, que surca los cielos durante los días de Feria, es sin duda, el barco vikingo. Una atracción que lleva acompañando a los albaceteños durante muchísimos años y que se ha convertido en una de las citas esenciales de la Feria de Albacete. Cristóbal Martínez, el responsable del mítico barco vikingo, explica que “son muchos los años que llevamos viniendo a Albacete, y debido a la gran aceptación que tiene, esperamos seguir viniendo muchos más”, y señala que “nos cambiaron la ubicación, puesto que antes estábamos en el Paseo, pero la gente sigue viniendo como siempre”.
La icónica noria de la Feria de Albacete
Subir a la noria es una de las citas por excelencia de la Feria de Albacete, y es algo que se ratifica cada año, ya que a pesar del tiempo que esta atracción lleva visitando la ciudad, no pierde el encanto y los albaceteños continúan apostando por este clásico. Francisco Sánchez, propietario de la noria que visita Albacete en cada Feria, forma parte de la tercera generación de su familia que regenta esta atracción, y es que la noria Sánchez vuelve con fuerza cada Feria de Albacete para ofrecer una experiencia inigualable. De esto sabe mucho Francisco Sánchez, que lleva viniendo a Albacete desde “que nací, tengo 49 años y nunca he faltado a esta cita. Antes lo hacía con mi padre y mi abuelo, quienes han estado al frente durante muchísimos años”, explica, y asegura que “mi abuelo llegó a ser el feriante más antiguo de la Feria de Albacete. De hecho, en los noventa le hicieron un reconocimiento”.
Entre las tres generaciones de feriantes, llevan tanto tiempo visitando Albacete que Francisco Sánchez confiesa que “hace tantos años que ni lo recuerdo, pero sé que son muchísimos años”, y asegura que “la noria es un icono de la Feria de Albacete, tiene muchísima aceptación”. Además, apunta que “es una atracción que hay que experimentar de día y de noche, a cualquier hora”, y señala que “pasan entre 1.500 y 2.000 personas al día”.
Los que más disfrutan de las atracciones, por supuesto, son los niños, que esperan cada año la llegada de la Feria para disfrutar de los últimos días de vacaciones antes del comienzo del nuevo curso escolar. Eso sí, los adultos también tienen su atracción favorita, aquella que no se pierden cada año, y aprovechan estos días para volver a sentir esa adrenalina, que también caracteriza a la Feria de Albacete.
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// Fotos: Miguel Ángel Romero //
