Como cada año en las épocas de paso migratorio, las cigüeñas son víctimas de los tendidos eléctricos que no se corrigen.
Así pues y en un escrito remitido a los medios de comunicación, la Sociedad Albacetense de Ornitología (SAO) argumenta que “el año pasado ocurrió en el polígono industrial Campollano de Albacete, y este año en Caudete, también en la provincia albaceteña. Y esto sucede cuando ni por parte de la Administración ni por parte de las compañías eléctricas se toman en serio este tema”.
Añade la SAO que “para la Administración hace años que ya no es un tema prioritario, no exige con contundencia a las eléctricas la corrección de sus líneas, los expedientes sancionadores salen a cuenta gotas, existen infinidad de electrocuciones de las que no se ha iniciado expediente sancionador y parte de los que salen nos llegan con la resolución de caducidad. En 2023 tan solo se han iniciado 22 expedientes sancionadores de las 147 electrocuciones, en 2022 hay unas 100 electrocuciones sin inicio de expediente sancionador y en 2021 están sin iniciar 54 expedientes, y sin que se corrijan a un ritmo adecuado las líneas peligrosas para las aves”.
Manifiestan también desde la sociedad ornitológica que “por otro lado, las empresas eléctricas eluden su responsabilidad, el que contamina paga, y la legislación tanto ambiental como de industria les obliga a adaptar sus líneas para evitar los daños ambientales, según se dispone el Decreto sobre protección de avifauna contra la electrocución y la colisión. Es cierto que el número de electrocuciones ha descendido levemente, pero transcurridos 16 años desde la publicación del Real Decreto 1432/2008, de 29 de agosto, por el que se establecen medidas para la protección de la avifauna contra la colisión y la electrocución en líneas eléctricas de alta tensión, ha habido tiempo suficiente para que se hubiesen corregido prácticamente la totalidad de las líneas.
Argumentan también en su escrito desde la SAO que existe además “otro tema”, y ese es “el hermetismo de la administración a facilitar los datos de corrección de líneas. La falta de transparencia es patente. Desde la SAO hemos insistido en varias ocasiones para que se nos indique qué número de apoyos y líneas eléctricas se han corregido y su ubicación, pero siempre han esquivado contestarnos con ambigüedades”.
Para finalizar, la SAO indica que “desde 2020 han muerto 17 águilas imperiales, 18 milanos reales, 2 águilas perdiceras, especies catalogadas ‘En Peligro de Extinción’, 154 búhos reales, 248 ratoneros y 18 milanos negros como más relevantes. En 2020 y 2021 se registraron 175 aves muertas por electrocución, en 2022 fueron 150 aves y el pasado año 2023 se electrocutaron 147 aves. En 2024 han muerto electrocutadas 2 águilas imperiales y 5 milanos reales, además de 4 búhos reales y 6 ratoneros”.
