La Feria de Albacete, declarada de Interés Turístico Internacional, destaca por ofrecer una amplia variedad de actividades día y noche. Más allá de ello, la Feria es un lugar donde las tradiciones y las raíces se funden y se ponen de manifiesto durante las 24 horas del día. Aunque son muchos los planes esenciales de obligado cumplimiento en Albacete, los diez días que dura la Feria permiten llevarlos a cabo con éxito.
Por este motivo, vecinos y visitantes no pueden irse de la Feria sin probar la gastronomía albaceteña con un Miguelito de La Roda y una sidra en el Templete o disfrutar del tradicional ‘chorimorci’. Imprescindible también subir a la icónica noria y a la capilla de la Virgen de los Llanos, patrona y alcaldesa perpetua de Albacete. Además, la Feria cuenta con actividades de índole cultural, deportivo, de ocio y ecuestre, entre un sinfín de citas que permiten vivir una Feria 24 horas al día durante los diez días más intensos que vive la ciudad cada año.
Con el pie derecho
Cabe destacar, que más allá de los reencuentros, la gastronomía y los diferentes espectáculos que se llevan a cabo, los albaceteños cuentan con sus tradiciones específicas que no dejan de cumplir cada año. La primera de ellas tiene lugar tras la apertura de la Puerta de Hierros el día 7 de septiembre, después de la Cabalgata de Apertura, cuando la Virgen de los Llanos es trasladada hasta su capilla en el Recinto Ferial. A partir de ese momento, y tras un espectáculo piromusical, los albaceteños inauguran su Feria atravesando la Puerta de Hierros, eso sí, siempre con el pie derecho. Un pequeño paso que pellizca el corazón de los vecinos de Albacete, que regresan a su Recinto Ferial. Esta tradición de cruzar con el pie derecho es probablemente el paso más especial de los albaceteños cada año. Además, se cree que este sencillo gesto trae buena suerte y es un símbolo de buen augurio para disfrutar de la Feria de Albacete.
Otra de las tradiciones particulares que se ha ido imponiendo con el paso del tiempo es la de hacerse un ‘selfie’ durante la Cabalgata de Apertura del día 7 de septiembre, cuando tras horas de desfile, los participantes llegan a la Puerta de Hierros. Una foto familiar o con amigos en este emblemático espacio de la ciudad, que cada albaceteño guarda en la galería de su móvil año tras año, y que se ha convertido en casi toda una tradición.
La tradición de ‘feriarse’
La Feria permite realizar un sinfín de actividades, y debido a su larga duración, puesto que es una de las Ferias más largas de España, permite la posibilidad de tener tiempo para realizarlas todas. Por este motivo, los albaceteños siempre reservan unas horas para dar un paseo por los redondeles y ‘feriarse’ algo. Un término popular adoptado en el diccionario albaceteño, que tiene como finalidad regalar -o hacerse un autoregalo- en la Feria de Albacete. Algo que se ha convertido en una tradición en la ciudad y que se ha transmitido de generación en generación.
Las manchegas de Albacete
Una de las tradiciones que se han instaurado poco a poco en la Feria de Albacete y que se ha convertido en una cita marcada en el calendario, tanto de los vecinos de la ciudad como de las personas que visitan la Feria, es sin duda, bailar unas manchegas a las 02:00 horas en los Ejidos de la Feria. Decenas de personas se reúnen cada día a la misma hora para bailar las tradicionales manchegas de la Feria frente a la Caseta de Magisterio. Una estampa que, sin duda, sorprende a los visitantes que acuden a la Feria por primera vez, y que deja una imagen curiosa en los Ejidos.
Por último, cabe mencionar, que uno no se puede ir de la Feria de Albacete sin quedar en ‘El Pincho’. Y es que este espacio es sinónimo de reencuentros y de quedadas. Frente a la Puerta de Hierros, en el centro de la explanada, se encuentra el gran mástil sobre el que se distribuyen las luces en forma de araña, que a lo largo de los años se ha instaurado como el punto de encuentro en Feria, donde cientos de albaceteños se citan cada día para disfrutar de una nueva jornada en el Recinto Ferial. Cabe destacar, que este no es ‘El Pincho’ original, sino que este se encuentra realmente sobre la Puerta de Hierros. Debido a la forma alargada y por motivos de comodidad, el gran mástil que ilumina la explanada frente a la Puerta de Hierros también se conoce con el mismo nombre, y los albaceteños lo utilizan como punto de encuentro, debido a su gran altitud y visibilidad.
Estos son solo algunos ejemplos de las múltiples tradiciones de la Feria de Albacete, además de las particulares de cada albaceteño. Eso sí, sin dejar de lado los planes más típicos como disfrutar de la gastronomía de Albacete, subir en las atracciones más icónicas, dar una vuelta por los redondeles, disfrutar de la Feria de Artesanía, de la Feria Taurina o de los múltiples conciertos, exposiciones y espectáculos que ofrece la Feria cada minuto.
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