Albacete cuenta las horas para que comience su Feria 2024. La ciudad se prepara para vivir diez intensos días repletos de actividades, tanto dentro como fuera del Recinto Ferial.
Una de las citas que marca la antesala de los días más importantes para la ciudad de Albacete es el Pregón de la Feria. Así, en la noche de este 6 de septiembre, el jefe del Servicio de Neurología del Hospital General Universitario de Albacete, el doctor Tomás Segura, salía al balcón del Museo Municipal para pregonar con orgullo la Feria 2024.
Un pregón en el que se ha visto representado todo el personal sanitario de Albacete
Acompañaba en esta cita tan importante para la ciudad al pregonero el alcalde de Albacete, Manuel Serrano, quien recordaba que “faltan apenas 24 horas para que comience la Feria y la ciudad late como nunca”. Así, expresaba que “hoy va a pregonar la Feria un grande de Albacete: Tomás Segura”. De este modo, manifestaba Serrano sobre la figura del pregonero que “es un sanitario, un médico y con sus palabras representará el sentir de todo el personal sanitario que tanto hace por nosotros, por la salud y al que tanto le queda por hacer por todos los albaceteños”.
Aprovechaba estos especiales momentos el alcalde de Albacete para felicitar al doctor Tomás Segura, reconociendo que “es un orgullo tener un pregonero de la Feria 2024 como tú”. Y en este punto incidía que este “es un reconocimiento de Albacete a un médico que también ha proyectado y ha promocionado la ciudad con la salud, con la investigación y con su talento”.
“Nada puede compararse a la satisfacción, emoción y orgullo que me produce poder pregonar la Feria de mi ciudad”
Entre los aplausos de los albaceteños congregados en la noche de este 6 de septiembre en la céntrica Plaza del Altozano salía el doctor Tomás Segura al balcón del Museo Municipal a pregonar la Feria de Albacete 2024. Un pregón en el que el jefe del Servicio de Neurología del Hospital General Universitario de Albacete recordaba sus primeros pasos en la Feria, pero también en el que aplaudía la labor de todo el personal que hace funcionar a diario los centros sanitarios en la ciudad.
“Yo soy albaceteño, nacido y criado en el Barrio Franciscanos, y estar hoy aquí en este balcón del Ayuntamiento Viejo, que tantas veces miré desde abajo cuando era niño, me parece un sueño del que en cualquier instante deberé despertar. Y sin embargo, espero ser capaz de disfrutar el momento, porque como decía el manchego más universal, Alonso Quijano, ‘quien no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse cuando se pasa’”, expresaba el prestigioso neurólogo albaceteño. Así, se aventuraba a reconocer que la de pregonar la Feria de Albacete “es una gran aventura”, y aseguraba a los albaceteños “que si a lo largo de mi vida he tenido la suerte de haber recibido algunos reconocimientos profesionales, nada puede compararse a la satisfacción, emoción y orgullo que me produce poder pregonar la Feria de mi ciudad”.
Aseguraba ser “muy consciente de que la distinción que se me hace no se dirige estrictamente a mi persona, sino mucho más probablemente a lo que represento”, y consideraba “que la intención de la Corporación al pensar en mí como protagonista de este acontecimiento tan relevante para Albacete era distinguir al estamento sanitario: compañeros médicos, de enfermería, auxiliares, técnicos, celadores y también y tantas veces olvidados pero tan importantes para los que trabajamos en sanidad al personal de limpieza, al de mantenimiento, a los trabajadores de la restauración, reponedores y camareros, profesionales que no se escondieron en los peores días de nuestra ciudad. Trabajadores, todos, que cumplieron con su obligación en el Hospital, en los Centros de Salud o subidos a las ambulancias, y tan importantes fueron para Albacete en fechas recientes”. Unas palabras tras las que el doctor Tomás Segura pedía un aplauso para todo este personal.
Las ferias más especiales para el doctor Tomás Segura
Pero también tenía palabras Tomás Segura para recordar su infancia y adolescencia en Albacete, explicando que fue “un chaval, que como todos los de la época, se crió en la calle, para el que no existían los videojuegos ni casi la televisión, para el que su vida era fundamentalmente el barrio, los hermanos y los amigos”. Además, desvelaba que fue en el Instituto Bachiller Sabuco, en el que se formó académicamente, “donde se conformó definitivamente mi personalidad, ligada a la de amigos de esos que uno hace para toda la vida”, y añadía que fue entre las paredes de este emblemático edificio de la ciudad “donde adquirí la primera conciencia de que quería dedicarme a las ciencias, y mucho le debo por ello a mis profesores de entonces”.
Recordaba también el doctor Tomás Segura cómo eran las ferias de su niñez: “La Feria para un niño de Albacete en los años 70 era un momento especial, de reencuentro con familiares que muchas veces no habías visto en todo el año, de convivencia por unos días con tus abuelos que vivían fuera, con tus tíos, con los viejos amigos de la infancia de tu padre y sus hijos….La Feria de entonces era los paseos por la Sartén, las berenjenas de Almagro con mi abuelo o montar en los cacharros con mis hermanos”. De este modo aseguraba que “la Feria para aquellos niños, hoy cincuentones, eran los Jardinillos, los buñuelos y los pies cansados…pero un día, sin que te dieras cuenta cómo, la Feria había cambiado porque tú también lo habías hecho y pasaba a ser más de amigos que familiares, más de música que de cacharros, más de Redondeles que de noria, más de baile hasta las tantas que de Jardinillos”, dando así el salto hacia la adolescencia.
Pero señalaba también un mismo denominador común en todas sus ferias, con independencia de la edad, y es que “al final de mi Feria, de niño o de adolescente, llegaba el momento mágico de los Fuegos Artificiales… ¡cuánto he disfrutado yo los fuegos artificiales en familia, primero con mis padres y hermanos, luego con mi mujer y mis hijos, y qué bonitos han sido siempre!”.
La Facultad de Medicina de Albacete «una perla en mitad de nuestra ciudad»
Tomás Segura puso rumbo a Murcia para estudiar Medicina, recordando que por aquel entonces la ciudad no contaba con la Facultad de Medicina. De este modo, aprovechaba el neurólogo y también docente de este centro universitario, para poner en valor este espacio de aprendizaje y formación: “Sin Facultad de Medicina solo podían estudiar la carrera fuera de su casa aquellos que como yo tenían unos padres que eran capaces de permitírselo económicamente. Tengo hoy compañeros brillantísimos trabajando conmigo en el Hospital que me han confesado que nunca habrían llegado a ser médicos si no hubieran podido estudiar en su propia ciudad, en su propia provincia, en su propia región, si no hubieran podido estudiar en nuestra Facultad de Medicina”. Por tanto, remarcaba que “la Facultad de Medicina es una perla en mitad de nuestra ciudad, un elemento dinamizador de nuestra ciencia, un estímulo visible para muchos de nuestros mejores jóvenes, un bien necesario, en suma, pero como tantas cosas valiosas, un bien frágil que debemos cuidar para evitar su deterioro”, considerando que “a veces tengo la sensación de que no todo el mundo en Albacete es consciente de ello”.
Casi 15 años pasó el doctor Tomás Segura formándose y forjándose como médico fuera de Albacete, un tiempo “en el que el acontecimiento fundamental de unión a la ciudad era, siempre, la Feria”. Y es que, aseguraba que “un albaceteño de verdad, salvo causa de fuerza mayor, nunca se perderá una Feria por voluntad propia”. Expresaba el neurólogo que “cuando llegas a Albacete en Feria viviendo fuera, inevitablemente ves la ciudad de otra manera”.
En este punto, reconocía que “muchas veces vuelves acompañado, y tus ojos se abren más atentos para explicar a los demás lo que es nuestra idiosincrasia, a explicar lo que representa la Feria a los foráneos. Tu mirada observa además con sorpresa cómo ha ido cambiando nuestra fiesta; la Feria es ahora un acontecimiento variadísimo, que sin perder su esencia se ha hecho multicultural, en el que todo abunda, en el que todo sobra”. “Puedes pasear por el Recinto Ferial, puedes bailar en los Redondeles o en las carpas, puedes disfrutar de decenas de espectáculos, puedes comer como casi en ningún otro sitio”, trasladaba Tomás Segura y añadía que la de Albacete “es la Feria que enseñas orgulloso a los amigos, a la novia, a los colegas de otras regiones… Es la Feria que, pasados los años, muestras a tus hijos, en cuyos ojos reconoces brillos del pasado que inevitablemente empañan los tuyos”.
La Feria de Albacete, la mejor fiesta del mundo
Hace más de dos décadas que el prestigioso doctor regresó a su ciudad para ejercer la profesión que tanto le apasiona y liderar un equipo que, además de velar por sus pacientes, trabaja de forma incansable por arrojar luz a enfermedades como el ictus, el Parkinson o el síndrome post COVID. Así, manifestaba el doctor Tomás Segura que “en estos años he visto seguir creciendo la Feria. Digo con orgullo que gran parte de ese crecimiento es mérito de mi generación. Supimos recibir una tradición centenaria y desarrollarla con acierto. Tanto ha crecido la Feria que cuando se le pregunta a los españoles, muchas veces es elegida como la mejor fiesta del país. Y esto es así porque se trata de un acontecimiento único”.
Pero además, tomaba prestadas Tomás Segura unas bellas palabras del recientemente fallecido Manuel Pérez Castell, ex alcalde de Albacete, quien decía que “París era una fiesta, Albacete es una Feria, en un ingenioso juego de palabras traído a cuenta utilizando el título en español de la autobiografía de Ernest Hemingway”. Al respecto, aseguraba que «tenía razón Pérez Castell, si hay algo que permite reconocer a nuestra ciudad es la Feria, que, no lo olvidemos nunca, nació alrededor de la advocación a la Virgen de los Llanos, alcaldesa perpetua de Albacete”.
Además, remarcaba que «la Feria de Albacete es especial”, asegurando que el motivo fundamental que hace única a nuestra Feria “es el modo de ser de los albaceteños”. “Cuando alguien trabaja cara al público, como es mi caso, – 25 años ejerciendo como médico en la ciudad, y no olvidéis que la gente le cuenta al médico cosas que no le contaría a su propia familia- tiene la oportunidad de observar de manera privilegiada a sus paisanos. Y en mi opinión el alma albaceteña conjuga como ninguna dos maneras de ser distintas y que aquí se han demostrado complementarias”.
En concreto especificaba que “una es la del castellano viejo, esa persona seria, un tanto adusta, poco amiga de los ornatos, pero que cuando te da la mano, te la da de verdad. Sabes que puedes confiar en él, y esto es muy importante para los negocios y, por tanto, muy importante para las Ferias”. Pero también puntualizaba que «aquí convive otra alma, el alma levantina, amiga del sol, de la fiesta y el ruido, y esa dualidad se mezcla quizá como en ningún otro sitio en nuestra ciudad y no lo hace por casualidad”. Una rica historia y un enclave inmejorable y una mezcla de culturas que según el doctor Tomás Segura “permite que nuestros genes hicieran surgir esta manera de ser tan especial que tenemos los albaceteños, tan única y tan maravillosa, que es lo que bajo mi punto de vista ha permitido que esta nuestra fiesta, la Feria de Albacete, sea hoy la mejor fiesta del mundo”.
“Albaceteños, honremos de nuevo a nuestra tradición y a nuestros genes: vamos a demostrar también este año que el legado de nuestros padres puede seguir creciendo, que nuestra Feria es momento y lugar para divertirse, pero también para aprender del otro, para aplaudir la diversidad, para tolerar, para comprender, para bailar y cantar, para comer y beber, para ir a los toros, para hacer nuevas amistades y renovar las viejas, para enamorarse de nuevo. Para todo eso es la Feria de Albacete, paisanos, aprovechadla”, trasladaba Tomás Segura a sus vecinos desde el balcón del Museo Municipal.
Un pregón para cuyo final el doctor Tomás Segura tenía guardado un especial regalo para albaceteños y visitantes. Ni más ni menos que una poesía de su puño y letra dedicada la ciudad y que compartía con el público congregado en la Plaza del Altozano:
«Alta, sobre la llanura parda
Yergues tu simétrica silueta
Ciudad de mi infancia cautivada
Lugar que mis sueños interpreta
Vuelvo a ti en el atardecer claro
Que septiembre cede a tantos días
Viajo hacia ti, hogar y amparo
Cuando despiertan los que dormías
Llego tan a tiempo, mi Albacete
Cruce y final de la gran Iberia
Vengo a gozar, siete al diecisiete,
¡Virgen de los Llanos!
¡Ya está aquí La Feria!
Albaceteños,
¡Viva la Virgen de Los Llanos! ¡Viva Albacete! ¡Viva la Feria de Albacete!»
/Fotos: Miguel Ángel Romero/