Muchas han sido las personas que han madrugado para vivir de cerca la romería de llevada del Cristo del Sahúco. Una cita que año tras año congrega a multitud de vecinos de Peñas de San de Pedro y de diversos puntos de la provincia de Albacete para despedir a esta venerada imagen antes de partir a la carrera a hombros de sus inseparables andarines.
Una tradición que pasa de generación en generación y que se vive con mucha devoción
De forma previa al inicio de este esperado momento eran muchos los andarines que realizaban ejercicios de calentamiento para evitar posibles lesiones. Pero además tenía lugar un característico ritual que llevan a cabo los andarines que acompañan al Cristo del Sahúco en este recorrido, y es que, de forma escrupulosa y haciéndolo como marca la tradición, los participantes ceñían a su cintura una característica faja.
Una especial tarea que domina a la perfección Paula, quien explicaba que sirve “para que no te de flato durante la carrera”. De este modo esta andarina trasladaba que la faja es un elemento indispensable para afrontar con garantías esta exigente cita “porque si no te enfajas bien puede ser un problema”.
Pese a su pericia enfajando, señalaba que “este es mi primer año corriendo”, y subrayaba que “es una tradición familiar y es muy emocionante para todos”. Manifestaba que acude a vivir este momento junto al Cristo del Sahúco “desde que era pequeña y es algo que significa mucho para nosotros y que ha pasado de generación en generación”.
Eduardo y Adrián afrontaban juntos esta importante cita y compartían con El Digital de Albacete lo especial de este esperado momento. Al respecto, señalaban que “es una tradición familiar porque veníamos siempre y nos trae muy buenos recuerdos. Lo vivimos de verdad”, y añadían que “venimos siempre y siempre tenemos pendiente correrlo”.
Además, estos jóvenes andarines ponían de relieve el compañerismo y las emociones que se viven durante la carrera. De este modo, señalaban que “se crea un buen ambiente entre todos los que corremos y esto nos da la fuerza para seguir y terminar la carrera”. Un emotivo y emocionante momento en el que compartían con El Digital de Albacete sus especiales peticiones para el Cristo del Sahúco: “Salud y homenajear la memoria de los que ya no están”.
Precisamente una promesa traía desde Albacete a Ana a esta madrugadora cita en Peñas de San Pedro. Desvelaba que “esta es la tercera vez que corro”, y trasladaba que “este año lo hago por una promesa”.
Pero además, manifestaba que “tengo mucha devoción y lo vivo mucho”. Y es que esta albaceteña es una muestra del fervor que despierta esta venerada imagen, señalando que “tengo mucha Fe en el Cristo del Sahúco”.
Emotiva romería del Cristo del Sahúco
Tras ser depositado cuidadosamente en su característica caja de madera, la venerada imagen emprendía el camino de regreso a primera hora de este miércoles, 28 de agosto, hasta su ermita en el Santuario del Sahúco. Cientos de fieles y devotos asistían a esta madrugadora cita para despedir al Cristo del Sahúco en Peñas de San Pedro.
Entre aplausos y vítores partían los andarines arropando al Cristo del Sahúco. Así, a la carrera recorrían la distancia que separa Peñas de San Pedro del Sahúco. Una estampa única que volvía a repetirse este 28 de agosto y que teñía del blanco de la característica vestimenta de los andarines este recorrido.
“¡Viva el Santísimo Cristo del Sahúco! ¡Viva su Santísima Madre! ¡Viva el acompañamiento!”, eran los gritos de aliento que podían escucharse en cada una de las paradas que realizaban los andarines para reponer fuerzas antes de continuar con la carrera. Palabras que se fundían con el enérgico aplauso de las numerosas personas que se congregaban para vivir esta cita. Un instante en el que fieles y devotos se abrían paso entre la multitud para acercarse hasta el Cristo y poder tocarlo. Y es que la del Cristo del Sahúco es una de las imágenes más veneradas no solo en Albacete, sino en otros puntos cercanos a nuestra provincia.
El Cristo del Sahúco ya está en su Santuario y habrá que esperar hasta el próximo Lunes de Pentecostés para que, como manda la tradición, la venerada imagen regrese a Peñas de San Pedro arropada por sus inseparables andarines.
/FOTOS: Miguel Ángel Romero/