La voz de Ana Ortiz ha sonado en diferentes puntos del país durante años. La cantante de Albacete ha recorrido multitud de pueblos y ciudades durante su trayectoria musical. Un mundo complicado, que no ha hecho que Ortiz deje de disfrutar de lo que más le gusta y de su forma de expresión: la música.
Empezó a cantar con 16 años, y con el paso del tiempo se unió a varias orquestas y grupos musicales, recorriendo cada verano diferentes localidades dentro y fuera de la provincia. La cantante de Albacete también ha participado en una gran cantidad de concursos locales y nacionales como el festival de música de Chinchilla o de Benidorm, persiguiendo su sueño de dedicarse a la música. Con los años, Ana Ortiz decidió dedicarse a la rama sanitaria, aunque la música no ha dejado de formar parte de su vida, y es que para ella es más que una afición o un trabajo, sino que es su “manera de expresar con el alma”, tal y como indica la artista a El Digital de Albacete.
La versatilidad hecha talento
Desde flamenco hasta rock, la cantante de Albacete hace gala de gran versatilidad sobre el escenario y ningún género musical se le resiste. “Canto de todo, no tengo un estilo definido, mientras la canción me llene y me guste no tengo preferencias”, explica la artista, que añade que “he estado muchos años trabajando en orquestas y tienes que adaptarte a todo”. “He cantado desde baladas y flamenco hasta pop y rock”, manifiesta a El Digital de Albacete.
Además, esta artista albaceteña se ha presentado a “varios concursos musicales. En 2006 fui finalista del Festival de Benidorm, conocí mucha gente y viví una experiencia muy bonita”, explica, y añade que “en el Festival de Chinchilla he estado en dos ocasiones. Con 20 años quedé en primera posición y en 2023 también, con una canción de Luz Casal, ‘Un año de amor’, que me gusta mucho”.
Primeros pasos en Albacete
La cantante de Albacete recuerda sus primeros pasos en el mundo de la música y señala que “empecé con 16 años en orquestas y he estado muchos años dedicándome a ello”. Algo de lo que “he disfrutado muchísimo pero también supone pasar mucho tiempo de casa, vivir de noche y dormir de día y se pasa mal”, apunta, y afirma que “cuando eres joven se lleva mejor pero con los años se hace cuesta arriba”. “Ha llegado un punto en el que he decidido tomármelo de otra manera, más personal, y parar un poquito”, explica, y subraya que “ahora disfruto mucho cantando en mi casa con mi guitarra”.
“En mi casa con mi guitarra es como mejor me siento”
El mundo de la música es complicado y no es lineal, sino que existen altibajos constantes. “Cuando eres más joven sueñas con ser mínimamente conocida y dedicarte a ello. Siempre existe esa esperanza pero en este mundo tienes que tener mucha suerte o un padrino que te pueda mover”, explica, y manifiesta que “hace unos años estaba en un grupo de música, pero por circunstancias de la vida tuvimos que dejarlo y aparqué un poco la música para centrarme en mi trabajo”. “Ahora hago cosas puntuales. Desde la Feria de Albacete 2023 solo he hecho una actuación con una amiga. En mi casa con mi guitarra es como mejor me siento y lo que más me apetece en este momento”, señala a El Digital de Albacete.
Eso sí, más allá del plano profesional, Ana Ortiz y la música no se entienden una sin la otra, aunque “hay veces que no puede darte lo que tu querrías y hay que saber parar. La gente que se dedica a orquestas o a grupos también tiene sus trabajos”, apunta, y subraya que “es algo que frustra mucho porque solo es la temporada de verano”. Actualmente, la artista de Albacete ha puesto un punto y aparte, eso sí, sin dejar de cantar, porque para ella la música es “una manera de expresión muy profunda, es como que te sale el alma por la boca”, asegura, y añade que “cuando estás rota sientes que no te sale la voz. Cuando he tenido rachas malas, la voz no me salía del cuerpo, como si tuviese el alma rota”. “
Poder dedicarse a la música de manera profesional es algo complicado, ya que no depende únicamente del trabajo y del talento de uno mismo. Algo que no impide a esta albaceteña disfrutar de lo que más le gusta, que es cantar, lo que ella concibe como su manera de expresión más profunda y sincera, que sin duda, seguirá haciendo en la intimidad de su casa con su guitarra en mano.