En varias ocasiones les hemos hablado desde El Digital de Albacete del caso de Ana Belén Jiménez Armiñana, natural de Villarrobledo y que un día del mes de julio de 1994 decidió marcharse de casa y desde entonces continúa desaparecida. Concretamente, su desaparición se produjo el 8 de julio de 1994, por lo que hoy, lunes 8 de julio de 2024, se cumplen 30 años de la desaparición de esta vecina de Villarrobledo (Albacete).
Tres décadas después, su familia sigue haciendo todo lo que puede y está en su mano para tratar de localizarla y poder saber si sigue viva. Tras la muerte de su padre y por temas de herencia, a su familia no le quedó más opción que tener declararla muerta administrativamente.
“Necesito coger aire fresco, díselo a papá y a mamá”. Esas fueron las últimas palabras que una de sus hermanas le oyó a decir a Ana Belén, quien tras una discusión con sus progenitores decidió coger la puerta a las cinco de la madrugada del 8 de julio del 94 y abandonar y dejar atrás todo su pasado y a toda su familia.

Creen que alguien le ayudó a abandonar Villarrobledo (Albacete)
Ana Belén salió con lo puesto y con muy poco dinero en el bolsillo, algo que les lleva a pensar a sus familiares que quizá alguien más pudo ayudarle a abandonar Villarrobledo.
María José, una de sus hermanas manifestaba tiempo atrás a El Digital de Albacete que Ana Belén desapareció en “un año muy cercano al crimen de las niñas de Alcácer (Valencia) y necesitamos saber si está viva o no. Algo le tuvo que pasar”. Miriam, Toñi y Desiré, las tristes protagonistas del crimen de Alcácer, desaparecieron en noviembre de 1992, mientras que esta vecina de Villarrobledo (Albacete), lo hizo dos años después.
Con 18 años prácticamente recién cumplidos, Ana Belén desapareció en Villarrobledo y a pesar de la cantidad de años que hace de aquel día, nada se sabe de ella a fecha de hoy.
Ana Belén mide 1’60 metros, tiene los ojos verdes y el pelo castaño y, en el momento de su desaparición, pesaba en torno a 50 kilos.

Treinta años sin noticias de ella desde que se marchó sin decir nada de Villarrobledo (Albacete)
Como decimos, la joven desapareció un caluroso 8 de julio de 1994 y lo hizo tras una discusión con sus padres. Desde entonces, nadie en su entorno ha sabido nada más sobre Ana Belén; aunque hay quien asegura haberla visto en Valencia.
Tras contactar El Digital de Albacete con la hermana de Ana Belén tiempo atrás, ésta indicaba a nuestro medio por entonces que “la que peor lleva la situación es mi madre porque tras su desaparición se quedó viuda y mi padre murió sin saber dónde estaba su hija”.
Mari Carmen, que así se llama la hermana de Ana Belén, manifestaba también a El Digital de Albacete que “ha pasado mucho tiempo” desde la desaparición y su madre “siempre ha tenido la intuición de que no la íbamos a encontrar”.
De este modo, lo único que quieren los familiares y amigos de la joven “es saber si está viva o no”. Y es que, Ana Belén desapareció en “un año muy cercano al crimen de las niñas de Alcácer”, subraya su hermana.
Sospechan sus familiares más cercanos que “algo le tuvo que pasar” porque se marchó de casa en la madrugada del 7 al 8 de julio de 1994 “con lo puesto y con 1.100 de las antiguas pesetas (poco más de 6 euros)”. Además, “tomaba medicación para la epilepsia y sólo se llevó la suficiente para un par de días”, contaba su hermana a El Digital de Albacete.
Antes de fugarse, Ana Belén dejó una nota y en ella “escribió que necesitaba pensar y que en dos o tres días volvería”, expone Mari Carmen Jiménez, pero lo cierto es que han pasado 30 años ya y sus familiares continúan sin tener noticias de ella.
Sus seres queridos no han perdido la esperanza de localizarla tras 30 años y piden colaboración ciudadana para encontrar a Ana Belén, que a día de hoy tendría 48 años.
Reconocía también María José que “en estos últimos años no ha cambiado mucho la situación, porque al ser un caso de tantísimos años fue archivado y tuvimos que declarar muerta a mi hermana. La familia, lo único que podemos hacer es seguir moviendo el caso por las redes sociales y a través de los medios de comunicación, porque aunque no se pueda seguir investigando lo que queremos es que el caso de mi hermana no caiga en el olvido. No sabemos nada, ni bueno ni malo”.

Muchas pistas falsas, pero una de ellas resultó creíble
En todo este tiempo hasta la familia han llegado muchas pistas que podrían aportar luz sobre el paradero de Ana Belén, habiendo resultado, por desgracia, casi todas falsa. Sin embargo, hubo una que resultó creíble y que llegó tras una llamada al Registro Civil de Villarrobledo.
“No sabemos quien hizo esa llamada”, explica María José, quien añade que hubo una llamada al registro civil para solicitar documentación de mi hermana y como en aquellos tiempos no había internet y no se podía hacer nada on-line, le dijeron que tenía que personarse en el registro para hacer todos esos trámites. En ese momento, quien había llamado colgó el teléfono; asegura.
Desgraciadamente y según manifiesta la hermana de la desaparecida, no se pudo rastrear la llamada y no se pudo saber quien llamó.
Después de 30 años, la familia de Ana Belén sólo quiere saber si está viva o muerta para poder cerrar así un amargo capítulo de sus vidas y María José explicaba lo duro que es vivir con la incertidumbre y el vuelco que les da el corazón a todos cuando encuentran un cadáver sin identificar, reconociendo que por un lado no quieren que sea ella pero que, por otro, piensan que si es el de ella por lo menos podrían pasar página.
Cuando Ana Belén desapareció tenía 18 años, medía 1.60 metros y pesaba 50 kilos. Tenía el pelo castaño y los ojos verdes. Hoy, tendría casi 50 años y quizá su complexión haya cambiado algo, pero quien pudiera tener alguna pista sobre el paradero de Ana Isabel puede ponerse en contacto con los servicios de emergencia a través del 112, con la Policía Nacional en el 091, con la Guardia Civil en el 062 o con distintas asociaciones de desaparecidos como Quién Sabe Dónde Global o SOS Desaparecidos.