Viajar por Castilla-La Mancha es sinónimo de disfrutar de experiencias únicas. El viajero tiene ante sí un amplio abanico de posibilidades para disfrutar de la naturaleza, el arte, la cultura, la artesanía, el deporte, y como no, la gastronomía de nuestra tierra.
Los sabores de nuestra cocina cautivan a los paladares más exigentes y sumergen en un universo repleto de matices a quienes los prueban. Viajar a través de la gastronomía es posible en la provincia de Albacete de la mano de grandes chefs, quienes a través de sus elaboraciones han puesto a la cocina albaceteña a la vanguardia.
Cocina de raíz en Castilla-La Mancha
Con el objetivo de impulsar la gastronomía de la región, desde la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se creaba un nuevo sello que representa la auténtica cocina que nos define: Raíz Culinaria. Castilla-La Mancha es cocina de raíz, con la que se rinde tributo de manera honesta a la tradición y el origen. Una cocina auténtica y con carácter que ha sabido reinventarse pero sin perder la esencia de nuestros sabores más característicos y que es sinónimo de riqueza y diversidad.
Raíz Culinaria defiende la excelencia de la materia prima, poniendo de relieve no solo el producto, sino técnicas ancestrales autóctonas que han traspasado fronteras, y que han sido el germen de otras muchas cocinas del mundo. La esencia de la cocina castellano-manchega se extiende por todo el mundo y es la base de platos y técnicas ancestrales que en la actualidad son patrimonio culinario de la humanidad.
La cocina castellano-manchega es base y fundamento de otras muchas cocinas del mundo. Solo por poner un ejemplo, la cocina sefardí y la utilización de técnicas como el escabechado están vinculadas con nuestra tradición.
Embajadores de Raíz Culinaria en Albacete
Visitar Albacete, recorrer sus calles y lugares más emblemáticos puede completarse con disfrutar de su rica gastronomía de la mano de los restaurantes Embajadores del sello Raíz Culinaria. El viajero puede conocer espacios tan relevantes como el Museo de la Cuchillería o el Museo de Albacete, pasear y fotografiar el bello Pasaje de Lodares o acercarse hasta la Catedral albaceteña y posteriormente dejarse cautivar por las elaboraciones de alguno de estos restaurantes.
Concretamente, la capital albaceteña cuenta con siete restaurantes Embajadores de Raíz Culinaria. Se trata de Nuestro Bar, El Callejón, Asador Concepción, Don Gil, Cuerda, Ababol y Caldereros, restaurantes que apuestan por el sabor y los platos típicos de nuestra tierra, pero que también son capaces de sorprender con nuevos toques de la cocina más vanguardista y trampantojos.
El Cuerda es un pequeño rincón de Albacete donde degustar la cocina manchega más tradicional de otra manera, con el sabor de siempre, pero con una presentación innovadora de la mano de Antonio y Paco Cuerda. En este restaurante albaceteño ofrecen un ambiente tranquilo, cercano y profesional, para poder disfrutar de una amplia oferta gastronómica y una extensa carta de vinos con denominación de origen.
La recuperación, defensa y promoción de la mejor cocina tradicional manchega forman parte del ADN de Nuestro Bar en Albacete, unas señas de identidad que lleva por bandera este restaurante desde 1967. Los platos elaborados por el chef José Clemente abrazan la tradición en una cocina bien conjuntada, humilde y sustanciosa donde la región y los productos de la zona son indispensables. Elaboraciones que apuestan por llevar al viajero a conocer las raíces de la gastronomía albaceteña.
El restaurante Ababol, liderado por el chef Juan Monteagudo, es el único de Albacete capital que cuenta con una preciada Estrella Michelin. Este joven cocinero eleva el nivel culinario de Castilla-La Mancha tras inaugurar este restaurante en la capital albaceteña. Su cocina, dotada de una gran sensibilidad, bebe del recetario y las tradiciones manchegas y otorga un gran protagonismo a las verduras de su propia huerta, sin olvidarse de sus raíces francesas. Una carta que varía para adaptarse a los productos de temporada y que se mejora con los mejores vinos de nuestra tierra.
Otra de las insignias gastronómicas que puede descubrir el viajero a su paso por Albacete es El Callejón. Se trata de un emblemático restaurante con múltiples salones repletos de historia y muy vinculado al universo taurino. Este restaurante ofrece una propuesta gastronómica de estilo típico manchego y de mercado con una amplia carta de vinos de Castilla-La Mancha y nacionales. Arroces, guisos, gazpachos manchegos y una gran variedad de carnes y pescados forman parte de la completa carta de El Callejón.
La tradición también se respira en otro de los restaurantes Embajador de Raíz Culinaria en Albacete: Asador Concepción. Antonio y Ana abrieron en 1994 su restaurante en Albacete después de muchos trabajos en su pueblo natal, Pozo Cañada. A día de hoy ya está la tercera generación en marcha y llevan las riendas de este restaurante familiar en la capital albaceteña. La materia prima es uno de los principales pilares para la cocina del chef Antonio Rodenas, junto a la constancia y el trato cercano a sus comensales.
En el corazón de la ciudad el viajero también puede disfrutar de las cuidadas elaboraciones repletas de sabor del restaurante Don Gil. Espacio fundado en 1982 destaca por su tapeo, en el que se puede disfrutar de una propuesta tradicional actualizada de tradición manchega. Pero además, en el restaurante Don Gil conviven tradición y vanguardia.
El restaurante Caldereros presenta una atención especial a la gastronomía manchega, especialmente a esos guisos que recuerdan a la cocina de nuestras madres y abuelas. Este restaurante albaceteño apuesta por dotar de la importancia que se merece a la cocina de temporada y de mercado, basada sobre todo en materia prima de primera calidad.
Ruta por la provincia de Albacete de la mano de la mejor gastronomía
Pero no solo en la capital albaceteña existen restaurantes Embajadores del sello Raíz Culinaria. Así, el viajero podrá sumergirse en platos y elaboraciones únicas al mismo tiempo que descubre bellos enclaves de la provincia de Albacete. Concretamente, la provincia albaceteña cuenta con siete de estos restaurantes: Azafrán (Villarrobledo), Cañitas Maite (Casas Ibáñez), Emilio (Hellín), Frontera (Tobarra), Mesón de Pincelín (Almansa), Oba (Casas Ibáñez) y Maralba (Almansa).
Teresa Gutiérrez apuesta en el restaurante Azafrán (Villarrobledo) por una cocina de raíces manchegas ligeramente adaptadas a la actualidad, respetando por encima de todo los productos autóctonos como frutarás, verduras y setas de la tierra. Pero además, tienen un importante protagonismo en la carta de Azafrán productos que forman parte del ADN de nuestra conocida como el cordero manchego, los quesos de oveja de La Mancha y las carnes de caza menor.
El viajero podrá maridar su visita a Villarrobledo degustando los platos del restaurante Azafrán, tras disfrutar de algunos de los enclaves más conocidos de esta localidad albaceteña. No puedes dejar de visitar su Plaza Mayor, la Iglesia de San Blas y su Ayuntamiento, ya que este conjunto está declarado Bien de Interés Cultural. Así, durante un paseo por las calles de este municipio el viajero podrá descubrir numerosas casas de nobles de los siglos XVI y XVIII, así como diversos conventos de diferentes órdenes religiosas.
El río Júcar labra a su paso un bello recorrido que promete dejar sin palabras al visitante. El discurrir del Júcar crea paisajes de contrastes entre el valle y el llano que siempre sorprenden al viajero. Valles excavados por el agua que dejan a su paso imágenes únicas y una obligada visita a localidades llenas de encanto y bañadas por el Júcar. Hablamos del puntos de La Manchuela como Alcalá del Júcar, Jorquera, Fuentealbilla, Abengibre o Casas Ibáñez.
La amistad y la cocina ha hecho inseparables desde su infancia a Javier Sanz y Juan Sahuquillo. Estos jóvenes chefs dirigen la oferta gastronómica de Cañitas Maite (Casas Ibáñez), negocio familiar donde el relevo generacional ha llegado con fuerza y empieza a brillar gracias al talento de ambos. El restaurante Cañitas Maite cuenta con un moderno y luminoso comedor, en el que conviven varias ofertas: carta de producto, tapas, arroces y hamburguesas, además de ‘take away’. La seña de identidad de este espacio gastronómico es la excelencia den las materias primas con una cocina depurada, técnica y creativa.
Pero la pasión de Sanz y Sahuquillo no ha cesado y han conseguido poner a Casas Ibáñez en lo más alto del panorama gastronómico gracias a lograr una Estrella Michelin de la mano de su proyecto Oba (Casas Ibáñez). Se trata de un restaurante gastronómico homenaje a sus raíces, a sus paisanos, a su tierra y al valle del Júcar. Una muestra del lado más personal y reflexivo sobre lo que rodea a estos jóvenes chefs.
Hellín y Tobarra suenan a tambor y saben a tradición. Ambas son mundialmente conocidas por sus tamboradas que congregan en estas localidades a miles de personas cada Semana Santa y es que estas citas cuentan con la declaración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Pero además, el visitante podrá descubrir en estas localidades otras joyas dando un simple paseo por sus calles.
Además, en estos municipios albaceteños también se encuentran dos de los restaurares Embajadores de Raíz Culinaria: Emilio (Hellín) y Frontera (Tobarra). Los productos de calidad son los cimientos del restaurante Emilio. La propuesta gastronómica del chef Jose García se centra en la riqueza cultural de la zona, así como la tradición de platos elaborados con los mejores productos y sin olvidar las nuevas tendencias.
Frontera es un restaurante familiar que abrió sus puertas hace más de 40 años en Tobarra. Ofrece al visitante una experiencia gastronómica de corte tradicional especializada en recetas manchegas, excelente producto, en muchos casos de proximidad, una excelente relación calidad precio y un esmerado servicio de sala que garantizan el disfrute de esta imprescindible casa de comidas tobarreña. Migas manchegas, gratinado de patata y bacalao, arroz en sartén con conejo y pollo de corral o chuletón de vaca madura al peso son solo algunas de las propuestas fijas de una carta que también añade variaciones según temporada.
Otra de las localidades que el viajero no puede dejar escapar en su visita a la provincia de Albacete es Almansa. Un cruce de caminos entre el Levante español y el centro peninsular que cuenta con un marcado carácter personal que también se ha trasladado a su cocina. Pero antes de dejarse cautivar por las raíces culinarias de Almansa, el visitante puede descubrir su Castillo y viajar en la historia gracias al Museo de la Batalla de Almansa.
Cocina manchega renovada y personal forman parte de la identidad propia del restaurante Maralba en Almansa. Un proyecto creado por el chef Fran Martínez, y su mujer Cristina Díaz, sumiller y jefa de sala que cuenta con dos Estrellas Michelin y que se ha convertido en un templo de la gastronomía. Maralba lleva por bandera el respeto al sabor y al producto y muestra de ello es que la caza, el gazpacho manchego, el ajo pringue o las setas son parte imprescindible del menú de este restaurante almanseño, en el que también aparecen salmonetes o escabeches y platos con ADN propio.
Pero el viajero también cuenta con otras propuestas para disfrutar de la gastronomía almanseña. Mesón de Pincelín es un restaurante de herencia familiar dirigido actualmente por Diego y Pedro, los hijos de sus fundadores. El espacio cuenta con barra y salón. La barra destaca por sus tapas clásicas de la cocina española, mientras que el salón se pueden degustar algunos de los platos más emblemáticos de este histórico restaurante como los gazpachos manchegos.