Los manchegos tenemos carácter propio y unas señas de identidad que se pueden observar en la forma de hablar. De hecho, tenemos nuestro propio ‘diccionario’, con palabras propias de la tierra a través de las que podríamos identificar a un paisano en cualquier parte del mundo. La necesidad de acabar los adjetivos en ‘ico’ como ‘bonico’, es una de ellas, entre centenares de ejemplos en Albacete y el resto de provincias.
De las expresiones manchegas y de la necesidad de recopilarlas, nace ‘El Bienhablao’, un diccionario que reúne entre sus páginas todas esas palabras que usan en su día a día los vecinos de La Mancha y que forman una identidad conjunta de los habitantes de las provincias de Albacete, Ciudad Real, Guadalajara, Cuenca y Toledo.

Con motivo del Día de Castilla-La Mancha hemos encontrado una buena razón para recuperar todas estas expresiones características de la región y ponerlas sobre la mesa, con especial atención a aquellas palabras que usamos los albaceteños de manera cotidiana.
Medidas castellano-manchegas: una ‘miaja’ y una ‘pizca’
Como medida de cantidad por excelencia, los vecinos de Albacete no hablan de un poco o un poquito, sino que hablan de ‘una miaja’ o ‘una pizca’. En cuanto a las medidas temporales, tienen también su favorita, que no puede ser otra que ‘luego a luego’. ¿Cuándo es ‘luego a luego’? Pues bien, no es una medida temporal exacta, así que puede ser cuando quieras, (como cuando decimos ‘el otro día’, que puede abarcar un amplio período de tiempo o quizá ser inmediata). Aunque es cierto que generalmente indica que se va a llevar a cabo una acción más bien tardía.

‘Gambitear’ y ‘golismear’
Una de las partes más relevantes de este diccionario son los adjetivos. En Castilla-La Mancha tenemos nuestros propios adjetivos para caracterizar a las personas. Por ejemplo, uno no es cotilla, simplemente es ‘golismero’, que según ‘El Bienhablao’ define se dice “de la persona que le gusta mucho golismear”. Al igual que ‘gambitero’, que significa “persona aficionada a divertirse y que siempre está pensando en pasarlo bien o en ir de fiestas. Que nunca para en casa”.
Luego están los ‘bacines’, que son aquellas personas consideradas “charlatanas o pesadas y que les gusta enredar las cosas”, según indica ‘El Bienhablao’. Entre estas palabras también encontramos a los ‘forasteros’, que son “aquellas personas procedentes de un lugar distinto al que se encuentra”, que también se puede resumir en que “no son del pueblo”. Por último y por excelencia: ‘bonico’, que no necesita definición.

En cuanto a la peculiar denominación de situaciones, encontramos ‘zapatiesta’, que ‘El Bienhablao’ define como “descontrol, follón, desmadre o pelea acalorada”. En relación a esta expresión, también encontramos ‘pitoste’, que se usa cuando la situación está “poco clara o se complica de forma inesperada”. Para definir cuando nos encontramos mal, como por ejemplo, un golpe de calor o cualquier tipo de malestar, hay una palabra por definición que usamos los manchegos: ‘Apechusque’, que vale para cualquier situación de malestar. Pero cuando concretamente se trata de un dolor, generalmente en la parte baja de la espalda, tenemos una palabra propia para definirlo, que es cuando uno se queda ‘arranao’.
¡Ea!
Para definir objetos tenemos dos palabras en sustitución de otras existentes, como la ‘rebequica’, que sustituye al abrigo, aunque ligeramente más fino, que no se usa cuando hace frío, sino cuando ‘refresca’, como se dice en La Mancha. También está el ‘chambergo’, para referirse a un abrigo, aunque esta definición no es tan concreta y abarca más variedad de prendas de abrigo.

Y por último, pero muy importante: las expresiones. Por excelencia en Albacete: ‘Ea’. Y es que cuando uno dice un ‘ea’, se acaba la discusión. Además esta sílaba es válida para casi absolutamente todo según su entonación y lo que se alarguen fonéticamente las sílabas. Con estas dos letras se puede expresar enfado, ‘mosqueo’ o irritabilidad y casi cualquier otra cosa. Otra de las esenciales: ‘pijo’. También polivalente, generalmente para expresar asombro o como exclamación, ya sea por motivo de alegría o de enfado. Además esta expresión tiene sus derivados como una ‘pijotá’, que viene a ser sinónimo de una tontería, o ser ‘un pijotero’, que es lo mismo que ser un ‘tiquismiquis’.
Un sinfín de palabras únicas en el mundo, que hablan de nuestro carácter, de nuestra identidad y de nuestras raíces manchegas. Un vocabulario que además, traspasan fronteras de la mano de los castellano-manchegos que se encuentran fuera de la región, y que seguro que ha tenido que explicar más de una vez el significado de ‘ea’ o ‘gambitero’.