Se cumplen 31 años de la trágica muerte de Rommel Fernández en Albacete

Fatídico accidente de tráfico mientras regresaba a Albacete desde Tinajeros

Este lunes, 6 de mayo, se cumplen 31 años de la fatídica muerte de Rommel Fernández, el que fuera futbolista del Albacete Balompié y que perdió la vida tal día como hoy de 1993 tras un accidente de tráfico en la carretera de Tinajeros al estrellarse con el coche que conducía contra un árbol.

Nacido en Panamá, Rommel Fernández jugó en España en el Valencia, el Tenerife y el Albacete, club este último donde a pesar de haber defendido su escudo tan sólo unos meses, dejó un gran poso por su capacidad goleadora y su calidad como persona.

Aquel fatídico 6 de mayo de 1993 era jueves y el Albacete preparaba su partido que iba a medir al Athletic Club de Bilbao en el Carlos Belmonte ese fin de semana. Tras el entrenamiento del día, varios jugadores decidieron irse a comer a un restaurante en Tinajeros, pero tras la comida todo se vistió de luto.

Fue de regreso a Albacete cuando el deportivo que conducía el panameño se salió de la carretera y tuvo la desgracia de chocar contra un árbol, muriendo de forma instantánea su conductor, Rommel Fernández, que recibió un fuerte golpe en la cabeza al viajar sin llevar puesto el cinturón de seguridad. El impacto contra el árbol fue muy localizado, tanto que el primo del ariete panameño, que lo acompañaba aquel día y ocupaba el asiento del copiloto, apenas sufrió una fractura en un brazo.

Desde aquel 6 de mayo de 1993, la Peña Curva Rommel recuerda la figura del delantero panameño depositando un ramo de flores en el lugar del suceso en compañía de alguna representación del Albacete Balompié.

Foto: Albacete Balompié / Imagen de archivo

“Rommel no iba a venir a la fatídica comida en Tinajeros (Albacete), pero al vernos a todos juntos cambió de opinión”

Miguel Ángel Bossio, al igual que Rommel, jugó primero en el Valencia y luego en Albacete y el uruguayo recordaba tiempo atrás en una entrevista para la página oficial del Valencia que “llegué al Albacete ya empezada la temporada, porque Víctor Espárrago quiso que fuera allí a ayudar al equipo. Y muy pronto conocí a Rommel con el que desayunaba todas las mañanas en un bar cercano. Era tranquilo, poco hablador y muy humilde. Era todo un ídolo en Panamá, en Tenerife donde jugó y en Albacete también lo querían muchísimo, pero él nunca se creyó más que nadie y se mostraba como un gran profesional dentro y fuera del campo”.

Bossio echa la vista atrás y mira con tristeza ese 6 de mayo de 1993. “Quedamos varios de la plantilla a comer en un restaurante de un pueblo cercano donde hacían paella. Yo llevaba un tiempo pinchando a Manolo Salvador para que organizara una comida, y ese día llamó desde una cabina que había entre vestuario y vestuario para reservar una mesa. Pese a organizarlo Manolo no pudo venir, porque tenía que recoger a alguien en la estación. Acabó el entrene y nos fuimos a tomar algo antes. El tapeo se demoró y estuvimos más de una hora antes de irnos al restaurante. Zalazar me dijo si íbamos en dos o tres coches y yo le dije que, como teníamos sesión por la tarde, mejor que cada uno fuera con su coche. Lo que es el destino. Cuando ya cogimos la carretera para ir a ese pueblo oí un claxon por detrás y era Rommel, quien se apuntó a última hora. Saqué la mano por la ventanilla y le hice el gesto de que nos siguiera. No iba a venir, pero al vernos todos juntos cambió de opinión y quiso acompañarnos”.

Después, lamentablemente, llegó lo que nadie podía esperar, ese terrible accidente de tráfico. “Acabamos de comer y Zalazar, que era otro de los ídolos en Albacete, y Rommel se quedaron más tiempo en el restaurante haciéndose fotos y firmando autógrafos. Luego Zalazar me dijo que Rommel salió más tarde y volvió el último a Albacete. Era una carretera con desniveles y parece ser que tuvo la mala suerte de volcar en una recta con tan mala fortuna de chocar con un árbol. Su primo que iba en el asiento del copiloto salió casi ileso, mientras que el pobre Rommel se pegó en la cabeza y murió desgraciadamente poco tiempo después”.

Bossio llegó antes al apartamento para dormir una pequeña siesta antes de entrenar por la tarde y, entonces, recibió una llamada de teléfono. “Un periodista me dio la mala noticia y mi primera reacción fue de incredulidad. Le pregunté ¿Cómo? ¿Seguro que ha muerto? Si he estado comiendo con él hace un rato, no puede ser. Me lo confirmó y me quedé helado, no tenía palabras. El cruel destino se juntó ese día. Rommel no iba a venir a la comida. Quizá si no nos hubiéramos retrasado en el picoteo él se habría quedado en Albacete y aún estaría ahora vivo. Mi corazón se estremeció de dolor. No me lo podía creer, pero así fue. Todo el equipo, todo el club quedó conmocionado por su inesperada pérdida. Era muy joven, un niño grande que nos dejó demasiado pronto”.

Recuerdo a Rommel en el árbol que sesgó la vida al futbolista del Albacete

Recuerdo en el Albacete Balompié

Este lunes, a través de sus redes sociales y en relación al aniversario de la muerte de Rommel Fernández, el Albacete Balompié lanzó el siguiente mensaje:

“No hay 6 de mayo que no nos acordemos de ti. Cada año tu leyenda se hace más grande, Rommel Fernández. Por siempre #EternoRommel”.

Nacho Lopez

Nacido en Albacete. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación en radio, televisión y digital, como Intereconomía radio, Cadena SER, Punto Radio, ABTeVe y VOZ Castilla-La Mancha.
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