A veces pensamos que no queda gente buena en el mundo, pero hay pequeños gestos que demuestran que sí, que hay personas buenas y desinteresadas. Con pequeños, pero a la vez grandes, queda demostrado que sí que existe aún bondad en muchas personas. Es el caso de este taxista de Albacete, que se encontró una cartera en una calle de la capital albaceteña y buscó a su dueño para devolvérsela en perfecto estado. Un gran gesto de una persona, que desinteresadamente cumplió con su papel de buen ciudadano, con una acción que demuestra un gran civismo por parte de este taxista albaceteño.
Hay pequeños gestos que hablan de grandes personas, y es lo que ocurre con José Ángel, un taxista de Albacete, que mientras trabajaba como siempre, avistó una cartera y no dudó en bajar del coche para recogerla y devolverla a su dueño. Y así sucedió, consultó la dirección en el DNI y no dudó en regresar a su taxi y poner rumbo a la casa del dueño de la cartera, David Rodríguez, que agradece enormemente este pequeño pero gran gesto.
David Rodríguez perdía su cartera en la mañana de ayer. Al darse cuenta, pasó todo el día buscándola sin resultados. “Perdí la cartera en una calle de Albacete, en la calle María Marín concretamente”, manifiesta este albaceteño, que indica que “llevaba todo. DNI, tarjetas.. Un lío para recomponer todo eso. Primero denunciar, luego cancelar tarjetas, hacer de nuevo el DNI, solicitar tarjetas de todo…” manifiesta David, que dio casi por perdida su cartera.
La suerte estuvo de parte de David en esta ocasión, ya que “un taxista que pasaba por esa calle con un cliente, la vio, bajó y la recogió”, explica el albaceteño que matiza que su cartera estaba “tirada al lado de un coche”. La historia no quedó ahí, sino que este taxista de Albacete, José Ángel, “miró mi DNI, vio la dirección, vino a mi casa y me trajo la cartera”, recuerda David Rodríguez.
Un gran gesto por parte de este taxista albaceteño que solucionó un problema a David. “Le quise pagar la carrera y me dijo que no, que lo había hecho porque le había nacido”, explica Rodríguez, que aclara que a pesar de haber estado toda la mañana buscándola y de regresar a todos los establecimientos donde había estado no consiguió dar con la cartera.
Un gran gesto por parte de José Ángel, por el que David está totalmente agradecido con el taxista, por su iniciativa desinteresada. La moraleja de todo esto, se reduce a que todavía quedan buenas personas, y acciones como la de José Ángel demuestran que aún queda gente buena.
