El cómico de Albacete, Joaquín Reyes, pasaba por el plató de El Hormiguero este pasado lunes, 22 de abril, para promocionar su nuevo trabajo, donde debutará sobre las tablas del escenario como actor. En esta ocasión, el albaceteño se lanza al teatro con una obra titulada ‘La Paz’, que estrenará próximamente en Mérida.
Además de hablar de su salto a los escenarios y al mundo del teatro, Joaquín Reyes compartía anécdotas y experiencias junto con el presentador de El Hormiguero, Pablo Motos. Entre ellas, el cómico albaceteño, haciendo gala de su humor, recordaba cuando le tiraron un calcetín en un escenario castellanomanchego y explicaba, siendo esto mucho más serio, cómo convive con la sinestesia. La sinestesia, es un particular fenómeno que hace experimentar a las personas que lo padecen dos sentidos al mismo tiempo.
Pablo Motos le confesaba al artista de Albacete que “desde que me enteré estoy ansioso. Toda esta entrevista es para llegar a esta pregunta”, refiriéndose a la sinestesia, a la que el actor albaceteño definía como “un cruce de sentidos”. “Cuando pienso en un número, lo asocio a un color”, aclaraba el cómico a la pregunta de Pablo Motos sobre cómo el de Albacete convive con la sinesteria, argumentado Joaquín Reyes que “el uno es negro, el dos es azul, el tres es verde, el cuatro es marrón y el cinco es naranja”.
La sinestesia, según fuentes especializadas es la capacidad de percibir conceptos o diferentes cosas a la vez de diferentes maneras, como asociar meses del año a colores o a números, como le pasa a este albaceteño. En definitiva es una unión de sensaciones, que provienen de diferentes sentidos, pero que se unen en la mente.
“Para mí los números tienen color, pero los colores no tienen números”
Joaquín Reyes lo definía como “un fenómeno idiosincrásico”, y añadía que “hay muchos tipos. Hay gente que ve la música como Mozart o como Lady Gaga”. “También hay quien localiza el tiempo en el espacio, en determinados lugares”, manifestaba el cómico de Albacete, que explicaba que “hay personas que saborean las palabras”. Joaquín Reyes aclaraba la utilidad de este peculiar fenómeno. “¿De qué sirve? De nada”, confirmaba el actor albaceteño a los espectadores de El Hormiguero.
Cabe destacar, tal y como señalaba Joaquín Reyes, que este fenómeno “no es unidireccional”, sino que “para mí los números tienen color, pero los colores no tienen números”, aclaraba el actor. Además, Reyes se quejaba de los colores del metro madrileño, argumentando que “no están bien los colores de las líneas”. “La única que está bien es la línea 4, que es marrón, con esa atinaron, las otras son un puñetero desastre”, explicaba el cómico manchego con su habitual retranca, que espetaba que “habría que cambiarlo”, a lo que Pablo Motos le preguntaba: “¿Lo cambiamos para ti?”, y el actor de Albacete respondía que “sería un detalle”.
La anécdota del cómico de Albacete
En esta entrevista, Joaquín Reyes también recordó una anécdota que guarda en Guadalajara, donde fue “con toda mi ilusión”, hasta que “en el momento de actuar me arrojaron algo que me dio en la cara”, manifestaba el artista a Pablo Motos en El Hormiguero, y añadía que “cuando lo cogí, era un calcetín”. “Había dos opciones, o que lo hayan traído de casa o que alguien se lo haya quitado, y ninguna opción era buena”, explicaba el albaceteño, que concluía la anécdota argumentando que se trataba de “una experiencia vital al fin y al cabo”.
El cómico de Albacete se prepara para representar ‘La Paz’, una obra de un cómico griego que está a punto de comenzar su gira por diferentes puntos del país. La sinestesia y los calcetines fueron dos de los grandes protagonistas de la noche del lunes en el plató de El Hormiguero, que se convirtió en el programa más visto de la noche, con más de cuatro millones y medio de espectadores.