Nagore, conquense de nacimiento y toledana de adopción, buscaba el amor el pasado lunes, 1 de abril, en el clásico programa de citas de Carlos Sobera, ‘First Dates’, donde varias parejas acuden a este ‘restaurante del amor’ en el que les espera una cita a ciegas con otra persona, previamente seleccionada por el programa. Una cita que protagonizaron Nagore y Sergio, ambos monitores deportivos, aunque no congeniaron como pareja.
La castellanomanchega explicaba al inicio del programa que era natural de Cuenca, aunque vivía en Toledo por razones laborales. Nagore se considera todo un huracán y explicaba que tenía muchas manías sobre la limpieza y el orden en el hogar. Por su parte, Sergio se consideraba una persona más tranquila y vivía con sus padres, lo que hacía dar un paso atrás a la conquense.

La monitora deportiva y una apasionada del mundo deporte, tenía una cita con Sergio, también entrenador personal. A pesar de compartir su pasión por el deporte, ambos no acababan de entenderse durante la cita. La monitor por su parte, se definía como “un terremoto”, a diferencia de su cita, que afirmaba considerarse más tranquilo. A su entrada, Nagore confesaba a Carlos Sobera que “no encuentro a nadie que me cuadre”, y se definía como una persona “muy impulsiva. Lo veo como algo malo, no pienso las cosas antes de hacerlas”.

Nagore explicaba algunas de sus manías en casa a Carlos Sobera al inicio de la cita. “Soy maniática del orden y la limpieza, me gusta tenerlo todo perfecto”, apuntaba la castellanomanchega, como cláusula indispensable para tener una relación. Una confesión que no cuadraba con la de Sergio, que explicaba en el confesionario que “mi madre diría que soy un desastre”, haciendo referencia a las labores domésticas. Durante el transcurso de la cena, Nagore preguntaba por este tema a Sergio. “¿Sabes hacerte un huevo?”, espetaba la toledana a su cita.

“Ahora mismo me estoy mirando en el espejo y me va a reventar la vena del bíceps”
A pocos minutos de la decisión final, Nagore se marchaba al baño para hacer una llamada, aunque más que llamar, se miraba los bíceps en el espejo. “A mí el cuerpo de un tío me gusta atlético y formado”, explicaba Nagore a la persona que estaba detrás de la línea telefónica, y añadía que “no puedo estar con un tío y que lo parta en diez”. “Ahora mismo me estoy mirando en el espejo y me va a reventar la vena del bíceps”, manifestaba la de Cuenca ante su reflejo, y auguraba que “me voy como he venido”.

Mientras tenía lugar esta llamada, a la mesa de Sergio se acercaba una de las camareras de ‘First Dates’ para preguntarle por su cita. “Yo creo que sí, veremos a ver”, afirmaba Sergio sobre la posibilidad de tener una segunda cita con Nagore. Pocos minutos más tarde, Nagore regresaba del baño y lanzaba una pregunta al entrenador personal. “¿Pensabas que te había abandonado?”, comentaba entre risas la deportista.

Terminada la cita, llegaba el momento de tomar la decisión final. A la gran pregunta, Sergio confirmaba que sí tendría una segunda cita con la monitora y señalaba que “ha sido mejor de lo que me esperaba”. Por el contrario, Nagore daba una respuesta negativa ante la posibilidad de volver a cenar con el entrenador personal, argumentado que “hago los filtros súper rápido, como pareja no te veo”. “Sé perfectamente lo que quiero y lo que no”, explicaba la conquense, que se despedía de Sergio con dos besos y continuaban su camino en búsqueda del amor por separado.

Al final del programa, ‘First Dates’ hacía alusión a lo que podría haber podido pasar entre ambos entrenadores y auguraba un futuro para ellos, en el que se encontraban, se saludaban y continuaban cada uno su camino.