Beatriz Tercero es una docente albaceteña que a día de hoy trabaja en la ciudad murciana de Águilas. Expresar con el cuerpo siempre ha sido su pasión desde que era pequeña, cuando comenzó a practicar gimnasia rítmica. Con el tiempo, Beatriz ha llevado su pasión hasta los escenarios, sumergiéndose en el mundo del teatro. Además, como profesora, lleva todas las disciplinas artísticas hasta las aulas, para trabajarlas junto con sus alumnos, a quienes educa a través del deporte. Dentro de esta albaceteña, existe un ‘gusanillo’ que la hace alejarse de las aulas cada fin de semana para subirse a los escenarios.
La albaceteña Beatriz Tercero tiene el corazón dividido entre sus dos grandes vocaciones. La docencia y el teatro ocupan gran parte del tiempo de esta albaceteña, que ha dedicado prácticamente toda una vida a la gimnasia rítmica. ‘Reinventarse o morir’ puede ser el eslogan que defina a Beatriz, que ha sabido reinventarse y sacar todo lo que un día le dio la rítmica para llevarlo sobre el escenario. Además, su capacidad de adaptación y de superación, también la ha llevado a trasladar todo lo que ha aprendido entre escenarios y tapices hasta las aulas, compartiendo diferentes herramientas con sus alumnos.
Beatriz Tercero ha participado en catorce campeonatos de España de gimnasia rítmica, lo que le ha dado herramientas para enfrentarse hoy al escenario, con la madurez y las tablas que da el tiempo y el esfuerzo. Una pasión que la ha llevado del tapiz al escenario, para hacer lo que mejor sabe, expresar con el cuerpo a través del movimiento, sobre la superficie que sea. La albaceteña se ha enamorado del teatro y lo compagina con su labor docente, llevando hasta las aulas diferentes disciplinas artísticas para dar a sus alumnos la oportunidad de llevarlas a cabo.
El comienzo de la reinvención de Tercero arranca mientras estudiaba la carrera de Magisterio. “En esa época coreografiaba una gimnastrada en la universidad, donde la gente enseñaba lo que sabía de gimnasia”, recuerda Beatriz Tercero, que manifiesta que “había muy poca gente con nivel de gimnasia y hacíamos una coreo donde había mucha gente y predominaba la coreografía y la interpretación”. “De repente me vi en el jaleo de organizar coreografías para grupos de 40 personas”, tal y como asegura la docente y bailarina a El Digital de Albacete.
Los primeros pasos de Beatriz sobre los escenarios albaceteños
La docente estudió fuera de la capital albaceteña, y una vez de vuelta en Albacete, el teatro la encontró. “Coincidí con una compañera del colegio, me dijo que habían hecho un teatro y buscaban a alguien para la coreografía”, manifiesta Tercero. ‘Nuestra señora de París’ sería la coreografía que marcaría un antes y un después en la vida de esta albaceteña todoterreno, que desde entonces no se ha podido bajar del escenario. ‘Nuestra Señora de París’ fue el título de la primera obra que cautivó a Beatriz, con la compañía de teatro albaceteña Spirale.
“Cuando llegue a la asociación y vi lo que se planteaba me encantó. Un teatro musical con gente de Albacete todo hecho por albaceteños, desde los decorados hasta la coreografía”, recuerda una de las actuales integrantes de la compañía Spirale, formada por albacenteses enamorados del teatro. De ese momento han pasado 14 años en los que Beatriz ha ido creciendo y desarrollando su faceta más artística de la mano de esta compañía.
‘El jovencito Frankestein’, ‘El Conde Montecristo’, ‘Matilda’ o ‘Jesucristo Superstar’ han sido algunos de sus trabajos al mando de la parte coreográfica para Spirale. En este último teatro musical, “el cuerpo de baile ha tenido mucho peso. Era como un personaje más en la obra”, apunta Beatriz Tercero, que asegura que “son 80 personas actuando a la vez entre el coro, la orquesta y el cuerpo de baile”. ‘Jesucristo Superstar’ ha batido récords en Albacete con siete ‘sold out’, y Beatriz Tercero adelanta a El Digital de Albacete que “intentaremos hacer una segunda vuelta”.
La docente actualmente es la responsable de la parte coreográfica de la mano de la compañía de Albacete. Todo un cuerpo de baile de más de 40 personas que se mueve en perfecta armonía, haciendo gala de la coordinación y el saber hacer de estos bailarines que lo dan todo sobre el escenario. “Llevamos mucho tiempo e intentamos dar cabida a todo, por eso trabajamos de manera conjunta”, manifiesta la coreógrafa, que expone que “somos un grupo de aficionados y nos lleva mucho tiempo y esfuerzo sacarlo todo adelante. Al final, nos vamos juntando cuando podemos para sacar el trabajo”, puntualiza Beatriz Tercero, responsable coreográfica de Spirale. Como en todo, y fruto de la perseverancia que vivió muchos años en la rítmica, Tercero es consciente de que “la disciplina es imprescindible. Es necesario encontrar una forma de trabajo que encaje para coordinarlo todo en una misma línea”, tal y como explica esta enamorada de la danza a El Digital de Albacete.
La faceta artística y la docente conviven en esta albaceteña
Dicen que para vivir una vida, muere alguna faceta en ti, ya que escoges y desarrollas solo algunas de las tantas disciplinas que te gustarían. Se puede decir que en esta albaceteña conviven dos Beatrices. Por una parte la amante de la danza, que ‘se baila encima’, como ella misma indica, y por otra parte la profesora, que comparte conocimientos con sus alumnos entre las paredes del aula.
La docente se decantó por estudiar Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, y más tarde Magisterio de Educación Física. “Siempre tuve la vocación de ser profesora de Educación Física”, recuerda la docente, ya que “de la rítmica no podía vivir”. “Como profesora también llevo todas las disciplinas artísticas al aula”, explica Beatriz Tercero, que asegura que “todas hay que probarlas”.
“A todos de pequeños nos gusta pintar y movernos, y en un determinado momento parece que alguien nos dice que ese dibujo no es lo que debe ser y dejamos de hacerlo”, argumenta la docente de Educación Física, que añade que “con el baile pasa igual. Puedes disfrutar mucho de bailar aunque no lo hagas especialmente bien”, y señala que la recompensa es “lo que segrega tu cuerpo”, haciendo referencia a las endorfinas que salen del cuerpo al bailar.
Beatriz Tercero, como profesora de Educación Física asegura que “el ritmo y la expresión también forman parte de este ámbito y lo llevo a mis clases”. Los alumnos muchas veces se encuentran en edades delicadas, como es la adolescencia, donde priman sentimientos como la vergüenza. Sobre este tema, la profesora apunta que “nos cuesta imaginarnos en algo que creemos que no se nos da bien y a lo mejor es que no le hemos dado la oportunidad”. “Hay que darse las oportunidades para saber si lo puedes hacer y no quedarnos en la frustración de intentar una cosa y que no salga”, puntualiza la docente, que recuerda que esta capacidad “me la ha dado la gimnasia rítmica, ¿cuántas veces tienes que lanzarte a coger un aparato antes de que salga bien?”.
Con trabajo y esfuerzo, la docente cuenta que “he conseguido que alumnos de cuarto de la ESO se animen a bailar, que les cuesta hasta darse la mano por vergüenza ”, y añade que también ha conseguido “aunar mis dos pasiones en esta asignatura”.
“La gimnasia me ha dado las tablas para enfrentarme al trabajo”
Beatriz Tercero cuenta que la perseverancia ante la frustración se la ha dado la rítmica, que también le ha puesto en el camino las tablas necesarias para subirse a un escenario y sentirse segura de sí misma. “Es algo que me viene desde pequeña, recuerdo estar siempre haciendo volteretas”, manifiesta la exgimnasta, que confiesa que “era un terremoto”. “De pequeña vivía por y para la gimnasia”, apunta Beatriz Tercero, que compartía esta pasión con su hermana María Tercero. Ambas hermanas disfrutaron durante años como gimnastas de los tapices albaceteños, y más tarde lo hicieron como entrenadoras, unidas por la pasión por este deporte.
La albaceteña asegura que dedicar tantos años a este deporte le ha permitido desarrollar el control corporal a la perfección, para llevarlo sobre el escenario. “Te encuentras a gusto en el plano motriz y confías a nivel coordinativo en lo que puedes hacer”, aclara la coreógrafa, que explica que “son retos que te pones, tenemos que bailar cosas muy diferentes y saber que lo vas a disfrutar es maravilloso”. “Las tablas me las ha dado la competición”, apunta Tercero, que ha participado en más de una decena de campeonatos de España como gimnasta e incontables torneos. “Esto te da las tablas para enfrentarte al trabajo. Aprendes a vivir en esa tensión constante de mostrar el trabajo en dos minutos y medio”, explica Beatriz Tercero, que tiene muy claro “que tu aliado eres tú y la confianza en tu cuerpo”.
La clave para realizar este tipo de disciplinas artísticas reside en enamorarte del proceso y disfrutar del día a día, aunque también es cierto que hay un trabajo detrás hasta conseguir disfrutar en el escenario de lo que estás haciendo. “Al final enlazas una cosa con otra y disfrutas de los ensayos y de exponer el trabajo”, asegura la bailarina, que apunta que “acostumbrada a ser evaluada en los tapices, ahora puedo mostrarlo sin presiones ni términos de rendimiento”. “Con la adrenalina te olvidas de las butacas, simplemente te dedicas a representar aquello en lo que tanto has ensayado y te metes en los personajes”, tal y como sentencia la coreógrafa. Se trata de “sudar, confiar y trabajar”, apunta la docente, que destaca que “es importante tener confianza en el proceso. Primero hay una fase cognitiva en la que trabajas pensando mucho hasta que los movimientos se automatizan. Después solo queda disfrutar”.
Beatriz Tercero también ha trabajado de la mano de la artista albaceteña María Rozalén. “Recuerdo que María llegó a participar en ‘Nuestra Señora de París”, relata la docente, que trabajó junto con Rozalén en “las presentaciones de varios discos y en el videoclip de la canción ‘Y ahora’”, afirma la bailarina, que junto con Beatriz Romero trabajó mano a mano en lo relacionado con la coreografía para la artista albaceteña. “Recuerdo el día de grabación, con sus amigos de toda la vida en su pueblo. Nos lo pasamos muy bien”, explica Beatriz Tercero.
El innegable talento albaceteño sobre los escenarios
Es innegable que en Albacete hay mucho talento, que unido al esfuerzo que hacen muchos artistas amateur que compaginan su trabajo con las bambalinas da como resultado ‘Spirale’, una compañía teatral formada por artistas aficionados que trabaja sin descanso para sacar adelante cada una de sus funciones y que es tal su profesionalidad, que eso de amateur se queda tan solo en el nombre y no lo parece ni por asomo en el escenario. “Con un grupo motivado y con ganas de aprender se pueden hacer muchas cosas”, sentencia la docente, que señala que “desde los decorados, hasta la orquesta, los coros y los actores son albaceteños”. “Es cierto que Spirale es referente en Albacete porque lo que ofrecemos es de mucha calidad, no aparenta ser un grupo de aficionados”, tal y como manifiesta la coreógrafa a El Digital de Albacete. “También es importante tener formas y estilos de ocio saludable”, destaca Beatriz Tercero, que conoce de primera mano la relevancia de “invertir en la salud física, psicológica y social”.
“Me bailo encima” es la expresión que utiliza esta albaceteña para expresar sus sentimientos por la danza. Bailar también es una manera de expresarse, donde muchas veces las palabras no llegan, como muchos bailarines saben. Beatriz Tercero es el símbolo de pasión, expresión y de saber reinventarse. De los tapices a los escenarios, pasando por las aulas, la albaceteña ha conseguido aunar sus dos pasiones y disfrutar de ellas y trasmitirlas como una herramienta a las nuevas generaciones.
