La Unidad de Trastornos del Comportamiento Alimentario de Albacete

Conocemos el funcionamiento de la UTCA de Albacete y analizamos los signos de alerta de los trastornos alimenticios

Los trastornos de la conducta alimentaria afectan a un 2,7% de adolescentes albaceteños, según datos de la Unidad de Trastornos del Comportamiento Alimentario de Albacete, (UTCA). Adolescencia, redes sociales y la obsesión por la delgadez están estrechamente ligados, junto a otros factores, que hace imprescindible la labor de una unidad específica, como lo es la UTCA de Albacete.

Situada en el Hospital Perpetuo Socorro de Albacete, la UTCA es una unidad específica para tratar los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), ya que estos constituyen un problema importante, especialmente entre los jóvenes. Esta unidad específica ofrece un tratamiento especializado y multidisciplinar para conseguir superar estos trastornos, que han marcado de por vida a muchas albaceteñas. 

Puertas UTCA Albacete / Foto: Cedida

Una enfermedad extremadamente compleja, ya que intervienen alteraciones emocionales, conflictos familiares y presión social, debido a unos estándares de belleza donde prima la delgadez como símbolo de salud y bienestar. Para conseguir superar esta complicada enfermedad, la UTCA de Albacete dispone de todo un equipo completo de profesionales compuesto por psicólogos clínicos, enfermeros, nutricionistas, endocrinos y profesores, entre otros, para ayudar a sus pacientes a volver a la vida normal con la máxima rapidez posible, con todas las garantías que ofrece un equipo de profesionales formados específicamente en este ámbito.

María Dolores Gómez, psicóloga clínica y coordinadora de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria de la Gerencia de Atención Integrada del Servicio de Salud Mental ha puesto el foco en el tratamiento y la importancia de la detección temprana de un  TCA y en el funcionamiento de la UTCA en Albacete.

María Dolores Gómez, coordinadora de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria / Foto: Cedida

La UTCA de Albacete, desde dentro

La coordinadora de la UTCA de Albacete y psicóloga clínica de esta unidad, María Dolores Gómez explica a El Digital de Albacete que “más de un 80% de los pacientes vienen derivados de Atención Primaria, según la edad, algunos de Pediatría”. Por otro lado, “hay otro porcentaje que viene derivado del Servicio de Salud Mental y de otros dispositivos”, tal y como ha explicado la psicóloga albaceteña. Estos pacientes son derivados a esta unidad específica, donde se hace una valoración sobre la gravedad de su situación y a partir de ahí, se decide el nivel de asistencia necesario para tratar cada caso en concreto.

La Unidad de Transtornos de la Conducta Alimentaria cuenta con tres niveles asistenciales. Por una parte, las consultas externas “donde se solucionan gran parte de los casos”, como apunta la psicóloga clínica de la UTCA. El nivel más alto corresponde al ingreso hospitalario completo, “que tienen una duración media de 90 días, donde seguimos la evolución del paciente”, apunta la coordinadora. Además, Albacete tiene la suerte de contar con el Hospital de Día, “un proceso intermedio entre las consultas externas y el ingreso hospitalario”, como explica la coordinadora de esta unidad específica del Hospital albaceteño. Además, tras un ingreso hospitalario por un TCA, los pacientes suelen pasar “unos ocho meses aproximadamente en el Hospital de Día”, tal y como indica María Dolores Gómez a El Digital de Albacete.

Unidad de Trastornos del Comportamiento Alimentario Albacete / Foto: Cedida UTCA

Cabe destacar, que en estos casos es de vital importancia “seguir un camino profesional y no llevar a las personas afectadas a cualquier sitio que no sea profesional”, explica la psicóloga Gómez, que recuerda que “en Albacete tenemos una suerte inmensa de tener esta unidad, con un Hospital de Día, que en muchos sitios no existe y con un equipo multidisciplinar”. Todo ello, dentro del sistema de sanidad público y “con las garantías que este ofrece”, como explica la coordinadora de la unidad albaceteña.

Generalmente, el proceso es el siguiente. “Los pacientes vienen a las consultas externas donde tenemos servicios como psicología, nutrición o psiquiatría”, explica la experta, que aclara que “normalmente, si el paciente viene derivado como ‘no preferente’, hacemos consultas externas, y si plantea situaciones más graves, se ingresa”. Unos ingresos que “normalmente son programados”, tal y como indica la psicóloga clínica de la UTCA a El Digital de Albacete.

Unidad de Trastornos del Comportamiento Alimentario Albacete / Foto: Cedida UTCA

“La edad está bajando mucho. Hay pacientes con diez años”

Sobre las edades de los pacientes de Albacete, la psicóloga clínica, María Dolores Gómez apunta que “la edad está bajando mucho. Tenemos pacientes con edades tempranas, hasta de diez años”. Una media que se sitúa en los trece o catorce años, pero que llega a bajar hasta los diez años, en muchos de los casos. Por otra parte, la coordinadora de la unidad indica que también existe otro porcentaje de mayor edad, “pueden tener entre 40 y 50 años. Se trata de personas que han tenido un TCA sin tratar, con una patología oculta o mal tratada”. 

Los TCA en los chicos

Generalmente, la mayoría de casos de TCA se dan en mujeres, puesto que la presión social a la que están sometidas en lo referente a los cánones de belleza ha sido importante a lo largo de la historia. No obstante, las enfermedades no entienden de sexo y también hay muchos casos de chicos que sufren este tipo de trastornos. “Hay una cultura del cuerpo que no solo es hacia la mujer, que es el principal objetivo, sino también hacia los chicos”, apunta la experta, que aclara que “quizá hay más presión hacia ellos desde la perspectiva de la musculatura y el control de la alimentación”. Unas cifras que no paran de crecer en los chicos, donde también se ha observado un aumento importante de los casos desde Albacete.

Unidad de Trastornos del Comportamiento Alimentario Albacete / Foto: Cedida UTCA

Una presión social, que en el siglo XXI viene de la mano de las redes sociales, de los filtros y de la exposición en Internet que muchas veces, ni siquiera se corresponde con la realidad. Caras y cuerpos absolutamente perfectos que se presentan en redes sociales, fruto de los retoques y el uso de los ángulos fotográficos para enseñar una imagen muy alejada de la realidad.

La influencia de las redes sociales en los trastornos alimenticios

“La sociedad tiene un problema con la imagen corporal”, asegura la coordinadora de la UTCA de Albacete, que explica que “lo estamos viendo ahora porque hay más influencia en los mensajes a través de las redes sociales y de todo un sistema que hay latente en la sociedad”.

Móviles / Foto: Pixabay

Una influencia que viene a raíz de diferentes ámbitos, uno de ellos, quizá de los más recientes, llega a través de redes sociales. “El camino de la normalización del estado de delgadez, incluso el aspirar a ello como prototipo y valor social”, argumenta la experta, que indica que “existe un cierto temor en la sociedad a la gordura bastante importante y muchas veces eso conlleva un rechazo social”.

Una situación que se da especialmente en la edad adolescente, tal y como explica María Dolores Gómez. “El cuerpo cambia y ese cambio corporal se identifica como si estuviéramos engordando, cuando no es así”, señala la coordinadora de la Unidad de Trastornos del Comportamiento Alimentario de Albacete, que especifica que “este tipo de cuestiones se dan en un momento vulnerable”.

Niños en el aula - Foto: Pixabay
Niños en el aula / Foto: Pixabay

Las redes sociales también suponen un factor importante que está relacionado con los TCA. La falta de control de los menores a la hora de hacer uso de las redes sociales, puede suponer un riesgo en los adolescentes. La psicóloga afirma que muchos pacientes “vienen por las redes sociales y toda la influencia que están teniendo mensajes de influencers, que incluso van marcando tendencias”.

Algunos de los pacientes que han sido tratados bajo la unidad dedicada a los TCA en Albacete, “han empezado a seguir a alguna persona, que llevaban una vida muy estricta y con muchas rutinas”, tal y como asegura la experta de la UTCA de Albacete. “Desde fuera puede parecer que esa vida y ese interés por lo sano está bien”, explica la experta, que manifiesta que “de hecho, las familias no lo ven mal. Debería haber más control en las redes sociales”.

La importancia de la detección temprana 

La detección precoz es clave para tratar los trastornos de la conducta alimentaria, ya que supone una ventaja a la hora de agilizar el proceso de tratamiento y que este no tenga consecuencias límites. “Si el paciente se deriva inmediatamente y es atendido pronto es un factor muy positivo”, manifiesta la psicóloga de Albacete, que asegura que la “colaboración familiar y la rápida respuesta del sistema de atención básico son imprescindibles”. Atendiendo a este tipo de factores, “se podría eliminar la patología rápidamente evitando una pérdida de peso significativa”, manifiesta la especialista albaceteña, que añade que, de esta manera, “estamos previniendo que exista un problema más instaurado, aunque a veces es difícil de detectar, puesto que en muchas ocasiones se oculta”.

Unidad de Trastornos del Comportamiento Alimentario Albacete / Foto: Cedida UTCA

El aumento de los TCA tras la pandemia

Una influencia que aumentó considerablemente tras la pandemia, ya que todo el mundo se puso a hacer ejercicio y estas personas tuvieron una gran influencia en los jóvenes”, manifiesta la especialista de la UTCA albaceteña, que aclara que “después de pandemia hemos tenido muchos casos que venían con ese tipo de contenido”. Una situación que “nos preocupó muchísimo porque vimos que realmente había una influencia enorme”, señala Gómez, que recuerda que “muchas veces este tipo de perfiles influencers no tiene formación, ni son profesionales del deporte, ni nutricionistas”. Estos perfiles que carecen de formación profesional, como indica la experta en TCA, “se meten en unos jardines que hace que estos chicos los sigan al pie de la letra”, señala la especialista, que añade que “al final, les generan una enfermedad muy grave, con la que no se puede jugar”.

Dificultades para detectar un TCA y signos de alerta

Una de las primeras dificultades a la hora de detectar un TCA es, sin duda, hacer un diagnóstico a tiempo, puesto que esta enfermedad tiende a ocultarse. Por este motivo, la información sobre los signos de alerta resulta el mejor arma contra los TCA, junto a la prevención y la concienciación. “Cada vez son más conocidos los factores de la conducta alimentaria, lo que supone también más información para detectar la enfermedad en centros médicos”, indica María Dolores Gómez, que también apunta que, de esta manera, “inmediatamente se pueden valorar y hacer una derivación, dependiendo del grado en el que se encuentre”.

Unidad de Trastornos del Comportamiento Alimentario Albacete / Foto: Cedida UTCA

Sobre los signos de alerta destacan eliminar alimentos de la dieta, mucho interés por la vida sana o ejercicio excesivo. También funcionan como indicadores a la hora de detectar un TCA la pérdida de peso de manera progresiva, aislamiento social, cambios de humor o irritabilidad. Por este mismo motivo “es necesario la intervención de un equipo interdisciplinar”, para tratar al paciente desde todos los ámbitos, tal y como indica la coordinadora de la UTCA a El Digital de Albacete. Una actitud que viene de “una necesidad de perfeccionismo y de control absoluto”, manifiesta la experta. Por otra parte, Gómez afirma que “las consecuencias de una alimentación inadecuada también se ven reflejadas en la salud mental”.

Una de las creencias sobre el TCA es que no se curan. Sobre este tema, la experta en trastornos alimenticios explica que “si son bien tratados e intervenidos por profesionales, hay un porcentaje que se cura completamente”. Aunque, por otro lado, la psicóloga clínica albaceteña apunta a que “todas las patologías tienen niveles, como una neumonía o un cáncer”. “Algunos casos son aparentemente más sencillos y requieren pocos recursos”, añade la experta en trastornos alimenticios, que indica que “la mayoría de los casos se resuelven en una consulta externa”. Sin embargo, esta patología tiene una cara oculta, y es que a pesar de que la estadística a nivel general señala que un 50% de los casos se ataja y se soluciona, “existen las recaídas, y está claro que algunos pacientes fallecen por intentos autolíticos o causas orgánicas como consecuencia del TCA”. Este último grupo, corresponde a un 10% de los casos, “pero es un porcentaje muy alto”, señala María Dolores Gómez.

Equipo UTCA AlbaceteFoto: Cedida UTCA

Cabe recordar que el organismo sufre daños debido a una mala alimentación, y estos en muchas ocasiones son irreparables. “Lógicamente los órganos se dañan como consecuencia de un trastorno de la conducta alimentaria”, manifiesta la experta, puesto que, tras superar un TCA se puede sufrir algún tipo de fallo orgánico como consecuencia.

“Hay muchas personas que salen adelante, con constancia y confiando en los profesionales”, explica la doctora, que aclara que la clave es “contar con un equipo específico que sepa lo que lleva entre manos. Es muy importante un trabajo en equipo y cuidar todos los ámbitos”. En la Unidad de Trastornos del Comportamiento Alimentario de Albacete también se va a clase. Puesto que la mayoría de los pacientes se encuentran en edad escolar, “a partir de un determinado momento se les apoya con un equipo de profesores, desde primaria hasta segundo de bachillerato”, tal y como manifiesta María Dolores Gómez. Al final se trata de hacer equipo entre personal docente y sanitario para que “el paciente pueda volver a la vida normal lo más rápido posible”.

Unidad de Trastornos del Comportamiento Alimentario Albacete / Foto: Cedida UTCA

La Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria de Albacete cuenta con un gran equipo de profesionales, dispuestos a dar la mejor versión de sí mismos para ayudar a todas las personas que sufren, o han sufrido un TCA a volver a la vida. Una enfermedad que no distingue de edades ni de sexos y que afecta a un porcentaje de la población importante, fruto de las presiones sociales y unos estándares de belleza dañinos. Albacete tiene la suerte de contar con esta unidad que lucha cada día por salvar vidas y que los pacientes puedan salir del túnel y volver a su vida  normal.

Noelia López

Natural de Albacete, Graduada en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández. Experiencia en medios de comunicación como VIsión6, Es Radio y Telemadrid
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