La Santísima Virgen de la Soledad es una de las devociones más arraigadas de la Semana Santa de Albacete. Su presencia en la capital se atestigua ya desde finales del siglo XVI. Es por ello que, la historiografía especializada no ha dudado en afirmar que, junto con la devoción a la Santísima Virgen de los Llanos, Patrona de Albacete, son las devociones populares más antiguas de la sociedad albacetense y que, a día de hoy, continúan siéndolo.
El cortejo de la Soledad saldrá este Viernes Santo, si el tiempo lo permite, desde la Iglesia del Pilar, alrededor de las 18:30 horas. Este momento es de singular belleza, ya que las reducidas dimensiones del pórtico de la Iglesia obligan a efectuar una de las salidas más complejas de la Semana Santa de Albacete, en la que el Palio de la Soledad sale a ras de suelo, debiendo ser elevado el paso al completo a pulso por sus cerca de treinta cargadores.

Tras la compleja y vistosa salida de su actual Sede Canónica, el cortejo recorrerá las calles Teruel, Santiago, Avda. Menéndez Pidal, Plaza Isabel II, Calle Baños a Plaza Periodista Antonio Andújar, donde el solemne traslado efectuará una parada.
Cabe recordar que en esta plaza, hacia 1485, se levantaba el primer monasterio de la Villa sujeto a la Orden Franciscana, y en cuyo templo se constata, gracias a numerosos testamentos y solicitudes de enterramiento, la existencia de la primera capilla dedicada a la Soledad, siendo una de las tres capillas conocidas como ‘de ánimas’ de la ciudad, donde pedir por las almas de los difuntos. Por ello, en este enclave, la Sagrada Imagen efectuará una simbólica parada, acompañada de un toque de oración.
Tras ello, el cortejo discurrirá por las inmediaciones de la Plaza, tomando la Calle Zapateros hacia la pintoresca Calle Monjas, donde efectuará una segunda parada.
Este enclave es especial para la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad. La imagen de esta Virgen tomaba como otro de sus lugares de culto la Iglesia del Convento de la Encarnación, de monjas franciscanas y que posteriormente se convertiría en Casa de Maternidad y de acogida a niños huérfanos. Entre sus muros, la devoción de la Soledad vivió algunos de sus peores momentos, en el contexto de destrucción de la Guerra Civil, y su renacer hacia los años 40, donde una hoja de inscripción de Hermanos conservada en el archivo de la Cofradía atestigua la recuperación de su devoción. De las portadas de acceso del actual salón de actos y antigua Iglesia Conventual salió el cortejo procesional de la Soledad hasta su traslado a la Iglesia del Pilar en la década de los años 50. De ello, el Archivo de la Cofradía atesora diversos testigos fotográficos de fotos de familia junto a la fachada de la Iglesia, en la Calle Monjas. Así, en esta segunda parada, se realizará otro breve toque de oración, además de revivir en las retinas de los albaceteños las tradicionales fotos de familia de la Hermandad. Un gesto con el que se pretenden rememorar las raíces históricas de la corporación.

Tras ello, el cortejo enfilará por la cuesta de la calle Padre Romano hacia las escalinatas de la Catedral de Albacete, donde esperará a cerrar el Cortejo procesional del Santo Entierro, acompañada de autoridades.
Más allá de este singular traslado, cabe destacar que durante la noche de Viernes Santo se vivirán otros momentos especiales para la Soledad, como la despedida de San Juan Evangelista a la Virgen al término de la Procesión, destacando la vistosa subida del paso por la cuesta de San Juan.
Al llegar a la Iglesia del Pilar, se celebrará el tradicional encuentro con el Santísimo Cristo de la Expiración, portado por las costaleras más jóvenes de la Cofradía, donde el silencio sepulcral y la emoción a flor de piel inundan el entorno.
Una vez encierre la Cofradía en la Iglesia, la Soledad quedará dispuesta para recibir el Pésame de todos los albaceteños a los pies del Altar Mayor, pudiendo ser visitada durante la jornada de Sábado Santo.