El Albacete Balompié necesita que la directiva del club tome decisiones inmediatamente si no quiere dejar que el conjunto termine con sus huesos en Primera RFEF. La derrota contra el Elche, no por previsible es menos dolorosa, pero sobre todo por la manera de encajar los tantos, de nuevo con grotescos errores en la defensa de centros laterales, algo que se entrena y que vuelve a poner a Rubén Albés en el centro de la diana. Anotar dos goles fuera de casa y volver de vacío es algo difícil de explicar.
Cierto es, como vengo diciendo desde el inicio de temporada, que la plantilla del Albacete Balompié está descompensada y es un handicap con el que tiene que convivir Rubén Albés dede el inicio del campeonato, pero no es menos cierto que a los numerosos errores individuales cometidos durante los partidos, desde los porteros hasta los delanteros, hay que sumar los errores colectivos, de los que hemos tenido ración doble en la tarde de este domingo ante el Elche. La manera de defender los centros laterales es absolutamente grotesca, y si tienes a un rival de envergadura enfrente lo normal es que se traduzca en goles en contra.
Del partido del domingo me quedo con los primeros 15 minutos, un espejismo de intensidad que duró lo que tardó en marcar Manu Fuster, un auténtico golazo, todo sea dicho, pero que sirvió para dar un paso atrás y hacer el partido muy largo. Este equipo no está hecho ni entrenado para defender y se nota en el campo. Los datos son contundentes, el Alba es el equipo más goleado de la categoría con 46 goles, ahí está el mal de este conjunto. Los rivales también juegan, está claro, pero el Alba se lo pone muy fácil en defensa.
En mi opinión, la salvación del Albacete Balompié pasa por el milagro y tan solo se me ocurre un revulsivo para poder tener esperanzas. Necesitamos 6 victorias y quedan 11 partidos, algo que se antoja un milagro si tenemos en cuenta que en 31 partidos disputados llevamos tan solo 7 victorias, pero lo que no puede pasar es que la propiedad del club deje morir al equipo por su inacción. Creo que, por mucho que duela, si hay solución ésta pasa por el relevo en el banquillo y rezar a todos los santos. A Albés habrá que estar siempre agradecido por su propuesta valiente que la pasada campaña nos hizo disfrutar, pero creo que la situación actual le supera y hay que llevar al «enfermo» a otro médico, aunque sea a la desesperada ante un desenlace nefasto que cada vez se vislumbra más cecano.
El calendario nos depara dos partidos seguidos en el Carlos Belmonte; Rácing de Ferrol y S.D. Huesca visitan el feudo del Alba en dos auténticas finales que en caso de no ganarlas, las dos, ya podemos pensar en Primera, pero RFEF. Por ello creo que es jugársela de una manera temeraria el afrontar estos choques con los mismos mimbres que solo han conseguido una victoria desde que finalizara noviembre. No se la juega Albés, se la juega el Albacete Balompié, y por ello la propiedad debe actuar rápido para evitar el descenso. En 15 días podría ser demasiado tarde. Mucho me temo que la propiedad se la va a jugar a cara o cruz en esos dos choques y Albés seguirá en el banquillo en ambos. Esperemos que les salga bien la jugada, de lo contrario habrá que exigirle responsabilidades.
Quiero reservarme las últimas líneas de este artículo de opinión para la afición, que sin duda es lo mejor que tiene el Albacete Balompié. Me da muchísima pena ver como el año en el que hay 12.000 socios la directiva les haya maltratado como nunca. Este domingo, con el equipo casi en descenso, más de 2.000 personas se desplazaron a Elche. Sin duda, una respuesta de una afición para quitarse el sombrero. Ellos no tendrán mañana día libre, ni otro equipo el 30 de junio. Ellos son del Alba, no se han comprado un club y se han hecho del equipo blanco de la noche a la mañana. Por respeto a ellos y a todos los aficionados, Skyline, no dejen morir al Albacete Balompié.
Javier Romero
Director de El Digital de Albacete y abonado del Albacete Balompié
