Lucía Escribano es natural de Albacete, aunque Milán (Italia) se ha convertido en su ciudad adoptiva. Con el corazón y la voz dividida entre España e Italia, la artista recorre grandes teatros cantando como soprano. Una voz de Albacete que suena en los grandes teatros y que ya ha enamorado a Italia.
Lucía Escribano llegaba a Milán en 2014. Lo que no sabía la soprano por aquel entonces, es que se ganaría la admiración del público en cada teatro que pisaba en Italia. La albaceteña estudió en el Conservatorio Profesional de Música Tomás de Torrejón y Velasco de Albacete y continuó su formación en la Escuela Superior de Canto de Madrid. El teatro Euskalduna, el Maestranza de Sevilla o el propio Teatro de La Scala han sido testigo del recorrido profesional de Lucía, que ha llegado a cantar con Plácido Domingo.

La albaceteña confiesa a El Digital de Albacete cómo llegó a Milán, hace una década. “En España he trabajado mucho y muy bien, pero a raíz de la crisis de 2012 el mundo de la lírica se puso difícil”, explica la soprano, que recuerda que “en el 2014 me casé y a mi marido le ofrecieron trabajo en Milán”, lo que supuso “el empujón para cambiar de vida”, tal y como afirma Lucía Escribano.
Un cambio de vida del que ha sido testigo la ciudad italiana, que ha visto a la soprano Lucía Escribano pasar por grandes teatros haciendo gala de su gran voz. “Qué mejor país que Italia para cantar”, afirma la soprano. A pesar de la gran acogida en Milán, Lucía recuerda que “empiezas otra vez de cero”. La albaceteña supo sobreponerse la situación y comenzar de nuevo, y manifiesta que “aquí sigo, consigo trabajar, aunque todo es distinto. Tengo trabajo con diferentes asociaciones como Piero Capuccini o el Teatro de La Scala, y otros conciertos y óperas”.

Entre escenarios y teatros, la albaceteña tiene grandes proyectos de futuro y una gran gira que la espera este verano. “Estoy preparando óperas en la región de Piamonte, entre Génova y Milán, y unos conciertos en Roma”, adelanta la soprano, que recuerda que durante el invierno también ha habido tiempo para cantar. “Hemos hecho ‘El barbero de Sevilla’ en Sicilia, también he pasado por Módena, por Mónaco y he estado haciendo zarzuelas con una compañía madrileña”, explica la cantante albaceteña.
Entre Albacete y Milán
Esta albaceteña, apasionada de la zarzuela, ha tenido la oportunidad de “desarrollar casi toda mi carrera en España, y he tenido la suerte de cantar en teatros importantes. He cantado en teatros como el Euskalduna, en el Maestranza de Sevilla o en el Campoamor de Oviedo”, explica Lucía Escribano, sin olvidarse de su Albacete natal, al que recuerda con cariño. “He cantando en el Euskalduna, que es el mayor público que he tenido, haciendo un macroespectáculo de José Luis Moreno. Son tres mil personas, y la responsabilidad y la emoción es gigantesca”, explica la soprano, que manifiesta que “el aplauso de ese público es brutal, pero nada comparado a los nervios de estar en el teatro de tu casa”. Lucía Escribano confiesa a El Digital de Albacete que a pesar de contar con una larga trayectoria, ningún teatro le hace sentir esos nervios como el Teatro Circo de Albacete, en el que Lucía tiene recuerdos “muy emocionantes. Son otros tipo de nervios, otra cosa totalmente distinta”, explica la artista.

Hace unas semanas, tenía lugar el concierto de la Orquesta de Guitarras de Albacete, encabezado por Olga Fernández, en el Teatro Circo de la capital albaceteña, al que Lucía estaba invitada como ya es tradición, aunque esta vez no pudo asistir por enfermedad, lo que no ha sido nada fácil para la artista. “Lo he llevado muy mal”, apunta la cantante, y afirma que “estoy muy contenta de que me llamen. Es una maravilla trabajar con ellos por la profesionalidad y el cariño que le ponen a todo”. A pesar de esta situación, Lucía Escribano estará en España este verano, ya que “tengo conciertos y colaboraciones con compañías de zarzuela de España”, tal y como adelanta la soprano.

‘De España vengo’
Además de estos proyectos, la cantante se encuentra trabajando en un espectáculo que no la puede representar más, titulado ‘De España Vengo’, que como ella misma indica, “De España vengo’, y la tengo en las venas”, trabajo con el que la cantante se plantea visitar Albacete.
Un espectáculo en el que se encuentra inmersa, compuesto por «música clásica española y zarzuelas conocidas como ‘La Primorosa’”, que promete sacar “lo más florido y colorido del repertorio español”, tal y como adelanta la artista a El Digital de Albacete, que explica que “estamos intentando introducir este proyecto de música española en la red de teatro y nos gustaría llevarlo al Teatro Circo de Albacete”.

Grandes momentos en importantes escenarios han valido a la albaceteña Lucía Escribano para desarrollar su carrera musical. Algunos de ellos, han marcado a la artista tanto profesional como personalmente, y hoy los recuerda con cariño. Entre ellos, la cantante confiesa “cantar una traviata en Madrid, estando enferma. Me acuerdo que el director de escena me abrazó y me dijo que nunca había hecho una traviata como aquel día”, ya que el personaje que interpretaba la soprano estaba enfermo, al igual que ella en ese momento. “Vocalmente no fue la mejor canción, pero escenicamente sí, y aprendí muchísimo de esa función”, apunta la soprano. “Al final, eso hace un callo de experiencia que a lo largo de los años te hace subirte al escenario de otra forma”, manifiesta la cantante albaceteña.
De los teatros de Albacete directa a Catar
Habiendo pisado grandes escenarios de diferentes países, Lucía confiesa que “el teatro de Albacete al que iba en mi infancia es especial”, y puntualiza que “me acuerdo de pensar de pequeña cómo sería cantar en un teatro grande”. Entre multitud de actuaciones en su ciudad natal, Lucía recuerda un espectáculo de zarzuela en la Plaza de Toros de Albacete. “Precisamente por los nervios, se me cayó el abanico cantando y me dio mucha rabia que se me cayese en mi casa”, manifiesta la cantante, y puntualiza entre risas, que aunque los años han pasado, “aún me lo recuerda mi madre”.
Hasta Catar ha llegado la voz de la soprano Lucía Escribano en un espectáculo muy especial. Nada más y nada menos, que junto a Plácido Domingo, la albaceteña compartía escenario con una leyenda de la música del más alto calibre. Una experiencia que la cantante califica de «absolutamente inolvidable”. “Fuimos a Catar dos semanas y estuvimos trabajando en un espectáculo que era un homenaje a él y tuve la oportunidad de cantar un dúo con Plácido Domingo”, recuerda la soprano y matiza que “estar con una leyenda como es él, es impresionante. Hay una energía especial”.

Una albaceteña apasionada de la zarzuela, a la que lleva por bandera allá por donde canta. Un género que es “muy nuestro y no lo cuidamos lo que lo deberíamos cuidar”, apunta Escribano, que asegura que “es mucho más apreciada fuera”. “Hay cantantes extranjeros que hacen más zarzuela que nosotros”, matiza la artista, que manifiesta que “el ‘tipical spanish’ no son solo los toros y flamenco”.
“No todo es color de rosa”
En cuanto a la gran cultura musical italiana, la soprano explica que “la parte buena de cantar en Italia es que la gente sabe muchísimo de música italiana y la cuida. Son muy puristas en ese sentido, el público también es más crítico”, apunta Lucía Escribano, que manifiesta que “hay mucho más movimiento, más compañías y asociaciones y mucha gente de muchas nacionalidades”, aunque tal y como indica la artista, “desde el punto de vista del cantante, es más difícil conseguir oportunidades”.

A pesar de la gran oportunidad que supone cantar en Italia, como la soprano albaceteña indica, también tiene sus dificultades. “No todo es color de rosa. Aquí también hago proyectos en coros y canto con niños”, apunta la artista, que también dedica su tiempo y sus conocimientos en centros educativos. “En Italia es común que un experto externo enseñe a cantar a los niños en el colegio, y al final hacen un espectáculo”, explica la soprano que indica que «trabajan como en un teatro. Son niños super entregados”.

La soprano albaceteña ha pisado cientos de teatros de España e Italia, interpretando diferentes obras, pero eso sí, llevando a Albacete allá donde va. Una mujer que ha hecho que su voz traspase fronteras y que ha conseguido subir a grandes teatros y que su voz llegue a cientos de personas. Una voz que ha elegido como casa a la ciudad italiana que preside ‘La Madonnina’.