Compañerismo, esfuerzo y constancia son algunos de los valores que aporta el deporte, concretamente el baloncesto. Más allá de la importancia del bienestar físico, el plano mental también supone una parte importante, ya que para muchos deportistas como Aura Pacheco supone una vía de escape, y encuentran en este deporte un refugio en su día a día. Lo que no se imaginaba esta joven albaceteña es que no podría practicar deporte en competiciones oficiales por su identidad de género, lo que se ha convertido en una pesadilla.
Aura Pacheco es una chica transexual de Albacete de 18 años, para la que el baloncesto es una parte muy importante de su vida, ya que lleva más una década en las canchas de baloncesto y ha forjado buena parte de su vida entre balones de baloncesto. Durante estos últimos meses, Aura se ha visto apartada del terreno de juego debido a su identidad de género, ya que no le dejaban competir en categoría femenina con su equipo, el CBA Albacete. Por este motivo, Aura y su padre, Carlos Pacheco, han estado luchando en los últimos meses para que autorizasen a la joven jugadora a regresar a la pista.
Una lucha que les ha llevado hasta el Tribunal de Justicia Deportiva, que ha dejado sin efecto las negativas recibidas por parte de las respectivas federaciones de baloncesto involucradas, y que ha emitido una resolución que permite a Aura competir en categoría femenina. Una autorización, que llegaba en los últimos días y que, aunque de manera provisional, ya ha permitido a Aura jugar su primer partido oficial de esta temporada, tras meses entrenando pero sin poder saltar a la cancha junto a sus compañeras de equipo.
Aura confiesa a El Digital de Albacete que “estoy muy contenta de poder jugar, tenía unas ganas increíbles de volver a la pista”, a la que pudo regresar el pasado domingo, junto a sus compañeras, para disputar una nueva jornada. Desde su entorno también llegan las primeras reacciones, después de estos meses de incertidumbre. “Estamos muy contentos, sigue siendo una medida cautelar, pero la dejan jugar de momento hasta que se emita el veredicto del Tribunal de Justicia Deportiva”, explica el padre de Aura, Carlos Pacheco, aunque puntualiza que esta situación solo es “una victoria temporal”, ya que la autorización es de carácter provisional a falta de que salga una sentencia firme en los próximos meses.
Por su parte, Aura muestra su felicidad de poder volver a jugar, aunque sabe que esta decisión es provisional. “Al menos tengo la oportunidad de jugar y eso no lo voy a despreciar, pero hay incertidumbre de lo que vendrá después”, afirma la jugadora.
De momento, el Tribunal Superior de Justicia Deportiva ha obligado a la Federación de Baloncesto castellanomanchega a permitir jugar a esta joven albaceteña, a falta de que, tal y como explica Carlos, se emita una nueva orden que se espera que llegue en los próximos meses. “Han sido bastante rápidos, eso nos alegra porque en principio parece un buen síntoma”, manifiesta el padre de la joven a El Digital de Albacete.
El regreso al terreno de juego de Aura
Sobre el primer partido disputado, que ha devuelto la ilusión a la jugadora albaceteña, Aura detalla sus primeras sensaciones tras su esperado regreso a las pistas. “Estaba muy nerviosa, no me puedo quitar los nervios de entrar a la cancha, y más después de un año y la situación que me ha tocado vivir”, afirma Aura, que añade que por fin ha podido “apoyar al equipo desde dentro de la cancha”, ya que estos últimos meses, la jugadora iba a cada partido para animar a sus compañeras, pero le tocaba hacerlo desde la grada. “No es lo mismo estar en la grada que dentro, es otro mundo”, puntualiza Aura Pacheco, que explica que “estar en el banquillo sabiendo que vas a salir y estar en el banquillo sabiendo que no puedes salir, son dos sensaciones totalmente distintas, causando la segunda una gran impotencia”.
Unos meses complicados en los que Aura no podía jugar al baloncesto, que se juntaban además con los estudios, en un año difícil académicamente como es 2º de Bachillerato. Aura confiesa que “lo he llevado muy mal, al final ese sentimiento de impotencia, de no estar aportando nada, me empezaba a afectar”, y añade que “al principio lo controlé, pero estos meses se empezaban a descontrolar esos pensamientos”.
En casa, también han tenido que afrontar la situación en un proceso largo que no ha sido fácil y “ha costado llevarlo”, tal y como puntualiza el padre de la joven, que añade que “hemos tenido altibajos”. “Parecía que de repente se iba todo al garete”, confiesa Carlos Pacheco, que confirma que “se veía que iban a poner todas las trabas, y así ha sido, nos han concedido la cautelar por obligación”. Un proceso que ha resultado “muy intenso”, tal y como afirma el progenitor, que aún no ha llegado a su fin, pero que supone un respiro en esta batalla por regresar al terreno de juego de forma permanente.
“La punta de flecha”
Aura no es la primera chica trans que tiene este tipo de problemas en el deporte, ya que han saltado a primera plana nacional otros casos similares al de esta albaceteña. Sobre esto, Aura lo tiene claro y puntualiza que “siempre he dicho que me siento la punta de flecha”, y añade que “sé que soy la primera, pero no voy a ser la última”. “Sé que soy un apoyo para las personas que creen que no hay salida, y les puedo dar esa esperanza de salir adelante. Eso me alegra mucho”, manifiesta la joven albaceteña.
Una decisión provisional, que de momento, permite a Aura saltar cada fin de semana al terreno de juego junto a su equipo, como una compañera más, aunque habrá que esperar a la resolución final de este caso para saber si la albaceteña podrá formar parte del equipo y competir de manera definitiva. Aura está ante el partido de su vida y espera anotar la canasta definitiva que le de la victoria.
