Amada es la representante de las dieciséis mujeres que forman parte de Protección Civil en la capital albaceteña. Dieciséis mujeres voluntarias que aman su ciudad y comprometidas con Albacete. Mujeres valientes y solidarias, con un firme compromiso con la sociedad albaceteña y con ellas mismas, que trabajan por y para su ciudad, de manera voluntaria y desinteresada. Este grupo de mujeres, con edades comprendidas entre los 25 y los 67 años, será reconocido por el Ayuntamiento de Albacete, este mes de marzo, con motivo del Día de la Mujer, en el área de solidaridad.
Amada Tercero es una de las mujeres miembros de la Agrupación Municipal de Voluntarios de Protección Civil de Albacete. A sus 67 años, ha dedicado los últimos catorce años a este voluntariado para devolverle a Albacete, su ciudad, un poquito de lo que le ha dado.
Amada es la veterana de este grupo de mujeres valientes, que colabora con la ciudad de Albacete y trabaja por sus vecinos. Amada Tercero, en sus catorce años dentro de la Agrupación de Protección Civil, ha visto cómo el número de mujeres ha ido incrementado progresivamente, y cómo, poco a poco, muchas mujeres se han animado a participar en este voluntariado.

Un voluntariado, que para Amada, (y después de haber hecho muchos otros en diferentes asociaciones y ONGs), supone saldar “una deuda pendiente que yo tenía con mi ciudad, de poder hacer algo más”, tal y como ha confesado Amada Tercero a El Digital de Albacete. La voluntaria asegura que ama Albacete y “ayudar a mis conciudadanos, a mi ciudad, significa que yo les miro a los ojos, y me miran a los ojos cuando les hablo”, y eso tiene un valor impagable para ella. Amada ha encontrado en el grupo de Protección Civil de Albacete una manera directa de trabajar por y para su ciudad, mano a mano con muchos otros albaceteños y albaceteñas. “Esa especie de deuda pendiente que yo tenía con mi ciudad, es la manera más directa de trabajar por Albacete, a pie de calle, por eso ingresé en la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil”, asegura la voluntaria Amada Tercero.

En estos últimos años, el número de mujeres que ha entrado a formar parte de la Agrupación de Protección Civil de Albacete ha ido ‘in crescendo’. Un voluntariado que, tradicionalmente, ha contado con más hombres que mujeres. “Es cierto que en las últimas convocatorias se van incorporando más mujeres”, confirma Amada. Sobre la diferencia entre mujeres y hombres en la agrupación, la voluntaria explica que quizá sea el desconocimiento lo que frene a muchas mujeres de dar el paso de ingresar en Protección Civil, “imagino que a lo mejor es la idea o el desconocimiento. A veces para participar nos frena un poco el desconocimiento, aunque con el tiempo va desapareciendo”, cuenta la voluntaria.

Codo con codo
“En la agrupación trabajamos codo con codo. Somos un equipo, en el cual cuentan las habilidades personales, seas hombre o mujer, eso no importa”, asegura Amada, que ha trabajado mano a mano con sus compañeros y compañeras durante muchos años, y añade que “lo único que importa son las capacidades y los conocimientos, la disposición por aprender”. Sobre el trabajo de esta agrupación en la ciudad, Amada asegura que “juntos llegamos más lejos. Donde no llega uno, llega el otro” y que “esto es como los Juegos Olímpicos, siempre más rápido, más alto y más fuerte”. “Somos equipo más que agrupación, que realmente es como hay que trabajar”, aclara.

“Me encanta saberme necesaria pero no imprescindible”
Amada asegura a El Digital de Albacete que para ella esta experiencia es muy positiva y que continuará en Protección Civil “hasta que el cuerpo aguante”, y añade que “me encanta saberme necesaria pero no imprescindible, cuando llegué la agrupación funcionaba, y cuando me vaya seguirá funcionando”. La voluntaria cuenta que “no solamente es el beneficio que me llevo en cuanto a aprendizaje, a manejar situaciones o a participar, es saber que voy a ser útil para la sociedad. Eso también nos aporta mucho a nosotras”. Esta experiencia ha permitido que esta y otras muchas voluntarias tengan acceso a conocimientos nuevos que “antes no tenía”, tal y como asegura Amada Tercero.

Sobre los albaceteños, Amada explica que “son comprensivos y verdaderamente agradecidos”. Una de los momentos que han marcado la experiencia de Amada y que recuerda con mucho cariño es “cuando de repente te encuentres a alguien por la calle y te da las gracias, aunque a ellos igual no les ha hecho nada, pero ven el trabajo”, cuenta emocionada.

«Pensé que solo por esto, todo lo que habíamos hecho había valido la pena»
Además, la voluntaria señala que la pandemia supuso un punto de inflexión en la ciudadanía, y que desde entonces, “se nos ve mucho más próximos, saben que estamos ahí para lo que necesiten, para echar una mano, para ayudar en lo que se pueda”. Aquellos meses fueron duros para la sociedad en general, y la Agrupación de Protección Civil de Albacete no dudó en ponerse a disposición de los ciudadanos albaceteños para echar una mano. A pesar de las dificultades y la angustia, Amada recuerda que también vivió momentos que le llenaron el corazón. Especialmente, la voluntaria recuerda a un niño, al que habían ido a felicitarle el cumpleaños en los meses de pandemia, y meses después la reconoció. “En ese momento, pensé que solo por esto, todo lo que habíamos hecho había valido la pena. Solo por ver su cara de ilusión, todo estaba justificado”, recuerda Amada.

Desde la cabalgata de feria, pasando por competiciones deportivas hasta situaciones de emergencia, estas dieciséis mujeres trabajan por velar la seguridad de los albaceteños, junto al resto de compañeros de la Agrupación Municipal de Protección Civil. Una asociación de la que Amada y estas dieciséis mujeres están orgullosas de pertenecer. “Estamos orgullosas de nuestro uniforme y de todos y cada uno de los miembros de la asociación”, manifiesta Amanda Tercero.

Dieciséis mujeres que están comprometidas con Albacete 365 días al año, sea cual sea la situación. Mujeres valientes que trabajan como un equipo y que siempre están para echar una mano a los albaceteños en los mejores momentos, y también en los peores.