La ludopatía está catalogada como una de las adicciones sin sustancia contempladas en la clasificación internacional de enfermedades. Esta adicción ha aumentado en los últimos años, especialmente en los jóvenes, debido a la proliferación de casa de apuestas y el acceso a estas a través de internet. Albacete no es ajeno a este problema, que también ocurre en diferentes puntos de España. En Castilla-La Mancha, uno de cada cinco estudiantes de entre 14 y 18 años ha apostado dinero alguna vez, según una encuesta realizada por ESTUDES 2021.
En Albacete, la asociación ‘Quiérete’ trata de tender una mano amiga a las personas que lo necesitan. Personas como Lucía que sufrió una adicción y encontró esa ayuda que necesitaba en esta asociación. El Digital de Albacete ha abordado esta situación de la mano de especialistas como Antonio García, presidente de la asociación ‘Quiérete’ en Albacete y el psicólogo Rafael Morón, para poner un punto de luz y claridad sobre esta adicción que destaca entre los jóvenes.

Lucía es una mujer trabajadora que quedó atrapada en una adicción hace unos años: la ludopatía, que le hizo perder más de doscientos mil euros. Con esta situación, Lucía llegó a la asociación ‘Quiérete’ en Albacete hace cuatro años, embarazada de ocho meses a pedir ayuda. Ahora, con tan solo 35 años es voluntaria y coordinadora de esta asociación.
Con motivo del Día Mundial del Juego Responsable, que se conmemora este sábado, 17 de febrero, ponemos sobre la mesa historias de superación como la de Lucía, ejemplo de que tras las adicciones hay vida. Cada vez los jóvenes se acercan al juego antes con el riesgo que esta actividad conlleva, ya que uno de cada cinco estudiantes de entre 14 y 18 años ha apostado dinero alguna vez en Castilla-La Mancha, según una encuesta realizada por ESTUDES 2021.

La historia de Lucía: “El paso que puede cambiar todo”
Lucía recuerda que empezó “con las apuestas deportivas con los compañeros del trabajo, de ahí pasé al ‘blackjack’ y a la ruleta”, lo que le llevó a perder más de 200.000 euros y añade que “no sé muy bien como empecé, llevaba toda la vida trabajando, me quedé en el paro estudiando una oposición y las horas que debería pasar estudiando me las pasaba jugando”. Uno de los factores importantes en esta adicción es el aislamiento. Lucía ha explicado cómo fue pasar por ese proceso y nos confiesa que pasaba mucho tiempo sola ya que “cuánto más tiempo pases sola, más puedes jugar”. Además, este problema también afectó en su relación con su familia que, como ella misma confirma, se apartaron de su lado y fue su marido quién la impulsó y ayudó hasta llegar a ‘Quiérete’.
Lucía confiesa que no es consciente de cómo empezó todo, simplemente “sabes que algo va mal y no sabes ni el qué, ahí la adicción ya te ha controlado” y que en este punto “la adicción te domina, tu ya no lo controlas”, manifiesta. Algunas de las consecuencias de esta adicción son la ansiedad, y llevado al extremo, la depresión. Lucía cuenta cómo fueron estos episodios para ella y confiesa que tuvo problemas de ansiedad “antes de entrar en la asociación y en rehabilitación también”, acabando finalmente en una depresión. El cúmulo de sentimientos es muy grande, como una montaña rusa y “son muchas emociones: la culpa, el remordimiento, la incertidumbre del futuro…”, tal y como afirma la protagonista.

Cada vez son más los jóvenes que acaban cayendo en esta adicción que ha crecido “a lo bestia”, como señala Lucía, que lo confirma bajo su propia experiencia personal y explica que “cuando empecé no había ninguna persona con ludopatía en la asociación, ahora son más de la mitad de la asociación”. Además, esta tendencia cuenta con un factor que atrae a los más jóvenes, y es que, la conexión a internet facilita la posibilidad de jugar vía online. Sobre este aspecto, Lucía ha manifestado que “las nuevas tecnologías están entrando muy fuerte y da respeto”.
Para las personas que se encuentran en este círculo, Lucía recomienda que “cuánto antes den el paso, menores son las consecuencias” y que “dar ese paso lo puede cambiar todo”. En cuanto a la situación de los familiares, Lucía pide que se informen en una asociación ya que “esta enfermedad es una gran desconocida y los familiares no saben cómo ayudar, lo mejor es acercarse a una asociación”, asegura Lucía.
El aislamiento en la ludopatía
Sobre el perfil de las personas que padecen esta adicción, el psicólogo y profesor de la UCLM Rafael Morón hace una diferenciación. Por una parte, hay personas que comienzan de una manera lúdica como por ejemplo, “un rato con los amigos y juegas a algo, y eso empieza a crecer”, explica Morón. Por otra parte, hay un perfil que se aísla más y que “mientras que está jugando no piensa en lo mal que me van algunas cosas, evita problemas, insatisfacciones en otros ámbitos o pensar en esas cosas que son dolorosas”, puntualiza el psicólogo.

El aislamiento es el punto común al que llegan los expertos y personas que han pasado por esta adicción. “El aislamiento, la preocupación sobre cómo jugar, las complicaciones del dinero hace que estén aislados a nivel afectivo y social”, explica Rafael Morón. Además, este aislamiento también es uno de esos signos de alerta ya que en muchas ocasiones, esta adicción requiere privacidad y se convierte en “mucho más difícil de detectar para las personas que están alrededor, muchas veces no tenemos ni idea de que hace nuestro hijo en el ordenador” y “cuando lo detectamos ya ha habido problemas económicos”. Cuando se detectan este tipo de situaciones, el psicólogo recomienda a los familiares que “busquen ayuda profesional que les oriente sobre cómo abordar el tema y que se dejen orientar”.
“La rehabilitación no es un proceso lineal”
“La rehabilitación no es un proceso lineal, ni tampoco fácil”, como afirma el psicólogo. También, explica la importancia de la toma de conciencia, de saber ver que la situación está suponiendo un coste muy elevado. A la hora de pedir ayuda, Ramón explica que “muchas veces vienen a tratamiento psicológico presionados por la familia y hacerle tomar consciencia de que el juego en su vida está suponiendo un coste es la parte más complicada”, aunque también aclara que “durante la intervención hay otros momentos de complejidad”.

“Después del juego está la vida”
En cuanto a las secuelas psicológicas que puede dejar la adicción, nos encontramos con “episodios de ansiedad y en menor medida, de depresión”, además de otros como “cambios de humor, insomnio, agresividad o episodios de ira”, indica el doctor. Sobre las consecuencias, Rafael explica que “pueden ser catastróficas a nivel social, laboral o económico” y puntualiza que “después del juego está la vida, volver a relacionarse, una vida familiar saludable, integración laboral…”

La gran labor de la asociación ‘Quiérete’ en Albacete
Una labor desinteresada y altruista es la base de la asociación ‘Quiérete’ en Albacete, que trabaja junto con sus voluntarios para ayudar a salir del agujero de la adicción a muchas personas. Antonio García es el presidente de la asociación ‘Quiérete’, la cual lleva 18 años liderando y “rehabilitando personas”, como él mismo explica a El Digital de Albacete. Antonio tiene una larga trayectoria en la asociación e indica que los tiempos han cambiado, y con ellos, el perfil de las personas adictas al juego, cada vez más jóvenes, bajando de la treintena. Antonio es claro ante esta situación y explica que “la ludopatía es una epidemia nacional en nuestra juventud”.

“Antiguamente eran problemas con máquinas tragaperras, pero estos años, con el boom de las casas de apuestas, lo que más viene es gente joven”, asegura el presidente de Quiérete. Sobre el estado de autoestima de estas personas, Antonio cuenta que “vienen en un estado de autoestima muy bajo, muchas veces con un sentimiento de culpa tremendo” y “vienen con grandes problemas y grandes deudas”, asegura Antonio García.
Desde Quiérete, ofrecen una terapia 360 donde también tienen cabida los familiares ya que “cuando una persona tiene un problema de adicción, cada vez que se va acentuando en la persona, el familiar la va sufriendo más”, puntualiza Antonio. Con esta terapia, desde la asociación buscan la empatía para que los familiares puedan entender cómo funciona este tipo de adicciones. “Son ellos los que se tienen que fortalecer, a veces vienen más tocados ellos que el propio adicto”, explica García y añade que familiares y personas adictas “van de la mano, al paso, van a terapia y tienen que salir de la mano”.

Desde el propio proceso de rehabilitación, la asociación también tiene en cuenta la posibilidad de una recaída porque «la recaída existe, puede no existir, pero existe”, y para ello, cuentan con talleres para intentar prevenir estas recaídas. El presidente de Quiérete puntualizaba cómo es este proceso ya que “la recaída viene antes del consumo, el consumo es la acción de la recaída”.
“Es una enfermedad que te creas tu mismo, y por eso es muy difícil de aceptar”
Una de las cosas más complicadas durante el proceso de rehabilitación es la aceptación del propio problema. En muchas ocasiones, tal y como contaba Antonio García a El Digital de Albacete, estas personas llegan a la asociación de la mano de sus familiares, sin reconocer el problema. Antonio siempre los anima a probar, aunque también reconoce que no es fácil la tarea de la aceptación ya que “es una enfermedad que te creas tu mismo, y por eso es muy difícil de aceptar”, aseguraba. Una parte muy complicada y un problema que en muchas ocasiones sigue siendo tabú aunque “no hay que ocultar el problema, hay que ponerle cara”, asegura el presidente de Quiérete.

Volver a comunicarse de manera natural y sin tapujos, es uno de los retos que plantea la rehabilitación. La adicción, en muchas ocasiones, va de la mano del aislamiento y “también tienen que aprender a volver a comunicarse de nuevo”. Pero para ello, sobre todo en los casos de los más jóvenes, Antonio recomienda una comunicación de calidad, especialmente en la relación padres-hijos ya que “tienen que ver que puede confiar en sus padres, que si tiene un problema puede hablar con ellos”.
El juego patológico como enfermedad
Uno de cada cinco estudiantes de entre 14 y 18 años ha apostado dinero alguna vez en Castilla-La Mancha, según una encuesta realizada por ESTUDES 2021. El perfil ha cambiado: cada vez la edad para empezar en el juego es menor. La amplia oferta y la facilidad para consumir online ha despertado la alerta en familiares y sanitarios. Esta misma encuesta también arrojaba otro dato, el 25% ha apostado en el último mes y un 2,4% lo ha hecho a diario.
El juego patológico es una de las adicciones sin sustancia contemplada en la clasificación internacional de enfermedades. De esta manera, el juego se incluye dentro de la categoría de adicciones, al mismo nivel que otras como las drogodependientes.

La proliferación de juego, especialmente online, ha aumentado estos últimos años. Este hecho junto con el acceso, en muchos casos ilimitado, de menores a internet es uno de los factores clave para entender la adicción al juego entre los jóvenes.En Albacete, en el año 2021 se hizo un estudio y diagnóstico sobre casas de apuestas desde el propio Ayuntamiento de Albacete que arrojó como resultado 25 de estos locales solo en la capital.
Una de las herramientas recomendables en estos casos en la inscripción en el Registro de Interdicciones del Ministerio por el que, al aceptar la solicitud, administraciones y empresas prohíben al usuario la entrada a salas de juego y locales similares y la entrada también a estos portales online.

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto en marcha este pasado mes de diciembre una nueva medida para intentar subsanar este problema. Para ello, no autorizará la apertura de nuevos establecimientos de juego durante los próximos cuatro años. Además, esta nueva norma también afectará directamente a las máquinas “tragaperras”, que tendrán un límite de cien nuevas autorizaciones. En Castilla-La Mancha, la ley contempla una distancia mínima de 300 metros entre centros educativos y estos locales. Además, los ayuntamientos podrían declarar algunas zonas como “saturadas de salas de juego”.
‘Quiérete’ es una de esas asociaciones de Albacete que lucha por la integración y la recuperación de las personas que sufren este tipo de adicciones, donde se puede dar “el paso que puede cambiarlo todo”.