¿Cuántas veces hemos escuchado “el zumo hay que beberlo rápido que se le van las vitaminas” o “no vayas descalzo” de las bocas de nuestras madres, padres y abuelas? ¿Y que el desayuno es la comida más importante del día? Estos son solo algunos ejemplos de los mitos que hemos escuchado toda la vida una y otra vez, en el colegio, en casa y hasta en los pasillos del supermercado. Estas cuestiones y otras muchas nos las resuelve Lucía Galán, pediatra y escritora, que aterriza en Albacete.
Cargado de experiencias que comparten muchas madres, ‘Los virus no entran por los pies’ llega a las librerías de Albacete con su madre y autora, la doctora Lucía Galán, firmando ejemplares y compartiendo un rato con sus lectores, que se preguntarán: Si los virus no entran por los pies, ¿por dónde entran? Pues bien, ya tenemos respuesta a la pregunta del millón. La pediatra explica que “los virus son organismos vivos y entran a través del contacto directo de una persona que está contagiada”, ha explicado la pediatra. Lucía se ha mostrado feliz de regresar a Albacete para “pasar un rato agradable con los lectores y poder abrazarnos, que ya toca”. Además, nos ha confirmado que Albacete tiene el privilegio de ser la primera ciudad que visita con este libro: “No paro de recibir mensajes de ‘Lucía, te esperamos aquí’ desde Albacete”, explicaba.

‘Los virus no entran por los pies’ llega a la capital albaceteña
Al igual que estos mitos, son muchos los que circulan a nuestro alrededor, y planean constantemente sobre la sombra de madres y padres. Pues bien, ‘Los virus no entran por los pies’ llega hasta los estantes de las librerías para poner fin a estas confusiones y aclarar todos estos bulos con los que convivimos. De la mano de su autora, Lucía Galán Bertrand, pediatra, escritora y madre, ‘Los virus no entran por los pies’ llega para tender un puente y ayudar a todas las personas que se encuentran en ese proceso tan complicado que forma parte de nuestra vida: criar. El objetivo de la pediatra no es otro que “haga a padres, madres, abuelos y abuelas educar a sus seres queridos desde la tranquilidad que da el conocimiento, pero también desde el rigor científico que nos da la ciencia hoy en día”, aseguraba.
“Pues toda la vida se ha hecho así y no ha pasado nada”
Galán se enfrenta día a día en consulta a las falsas creencias en cuestiones como alimentación, infecciones, neurodesarrollo, salud mental, sueño, bullying y algún que otro dardo envenenado que persiste en el tiempo. “Pues toda la vida se ha hecho así y no ha pasado nada” es una de las afirmaciones más repetidas en la consulta de esta pediatra. Este libro recoge una obra práctica basada en la ciencia, eso sí, cuenta con la mirada de una madre, y con todo lo que conlleva: sensibilidad, cariño y emoción.
Sobre la lactancia materna y los dardos envenenados, Galán ha explicado que existen “un montón de comentarios, que parece que son a la ligera, pero la verdad que se llevan por delante muchas lactancias. Las madres están sometidas a mucha presión, muchos juicios externos y en un momento de vulnerabilidad como el postparto”.

Un tema que también ha abordado junto a El Digital de Albacete esta doctora es el uso y el consumo de las redes sociales en menores y cómo estas influyen en los niños. A través de estas se ha viralizado el conocido ‘skincare’, y el uso de productos para el cuidado de la piel que, en muchos casos, perjudican a pieles tan jóvenes.“Esto sobre una piel inmadura, incluso una piel con cambios propios de la edad como el acné, produce autenticas barbaridades: desde dermatitis, quemaduras, lesiones o irritaciones de todo tipo. Es importante controlar el contenido que consumen nuestros hijos y educarlos en el consumo de redes sociales.”, ha asegurado la experta.
El bullying, un problema 360
También, ha habido hueco para hablar del aumento de las denuncias de bullying y la pediatra nos ha ofrecido su opinión: “Creo que tiene que ser una visión 360 grados. No es solo padres, sino también profesores y personal docente”. Además, ha puesto sobre la mesa la necesidad de un compromiso firme por parte de las instituciones “para proteger a nuestros hijos porque las escuelas deberían ser un espacio seguro y no puede ser que en algunos lugares la única alternativa sea que saques al niño del colegio con las secuelas que esto va a dejar en su salud mental a futuro”.
El Digital de Albacete.- ¿Tenía ganas de firmar en Albacete?
Lucía Galán.- Estoy deseando. La última vez que vine fue antes de la pandemia y guardo un recuerdo maravilloso de la ciudad y de su gente. Mis lectores llevaban tiempo pidiéndome que vuelva a Albacete y aprovechamos que acaba de salir el libro. Sois la primera firma, sois los primeros.
E.D.A.- La pregunta que todos los que han tenido tu libro en las manos se han hecho: Si los virus no entran por los pies, ¿por dónde entran los virus?
L.G.- Entran por la nariz y por la boca fundamentalmente. Los virus son organismos vivos y entran a través del contacto directo de una persona que está contagiada. Desde las gotitas de saliva que emitimos al reírnos o toser o por nuestras manos o de tocar algo que puede estar infectado. Por eso, el lavado de manos es la medida más eficaz para prevenir las enfermedades infecciosas. Es algo que aprendimos en pandemia pero parece que poco a poco vamos olvidando. Tenemos que recordar que si estamos acatarrados, o tenemos tos o fiebre, no deberíamos estar en contacto con personas de forma estrecha y menos con niños, ancianos o mujeres embarazadas
E.D.A.- ¿Cómo está respondiendo el público con este libro?
L.G.- Estoy muy feliz. La respuesta es maravillosa. Desde el primer día enviándome fotos de libros en las mesitas de noche, y desde ayer con mensajes de ‘Lucía te esperamos aquí’ desde Albacete. Espero un rato muy agradable con las familias, firmar muchos libros y darnos muchos abrazos, que ya toca.
E.D.A.- Parada en Albacete y ¿hacia dónde ponemos rumbo después?
L.G.- Tenemos en calendario Zaragoza, Madrid y Barcelona. Estamos intentando también pasar por Mallorca y Sevilla. Vamos cerrando firmas ajustando a mi consulta, que tengo pacientes que me esperan también.
E.D.A.-¿Cuáles crees son los bulos más preocupantes a los que te enfrentas en consulta?
L.G.- Recojo más de 150 mitos y bulos en el libro, de todos los aspectos y colores. ‘Ponte las zapatillas que te resfrías’, ‘lleva dos días con fiebre porque le están saliendo los dientes’, y no, la salida de los dientes no produce fiebre. ‘Se ha constipado porque ha salido al recreo sin abrigo’, y no es así. Las enfermedades infecciosas se retransmiten en las aulas por estar cabeza con cabeza, no por salir un rato sin una capa de ropa. En el libro, voy desgranando toda una serie de mitos sobre alimentación, sueño y salud mental entre otros.

E.D.A.- Son muchos los mitos y bulos que circulan especialmente sobre la lactancia materna. ¿Cuál es el que se ha perpetuado en el tiempo?
L.G.- Hay un capítulo entero en el libro sobre la lactancia materna. Desde ‘tu leche está aguada’, ‘la leche está agria’, ‘mejor biberón que se nutre mejor’ o ‘a partir de los seis meses esa leche no vale’ son algunos ejemplos. Un montón de comentarios, que parece que son a la ligera, pero la verdad, se llevan por delante muchas lactancias. Las madres están sometidas a mucha presión, muchos juicios externos y en un momento de vulnerabilidad como el postparto que están mucho más sensibles. Es importante aportar rigor científico a todas estas afirmaciones que no tienen ningún tipo de sentido.
E.D.A.- ¿Cuáles son los errores o creencias más frecuentes en la alimentación de los más pequeños? Por ejemplo en el tema del azúcar hay mucha división.
L.G.- Uno de los mitos más conocidos es que ‘el cerebro necesita azúcar’. Como respuesta muchas veces: ‘le doy galletas y chuches porque todos sabemos que el cerebro necesita azúcar’. Lo que el cerebro realmente necesita es glucosa y esta la encontramos en los alimentos como la fruta y hortalizas, en los azúcares que de forma natural están presentes en esos alimentos. Eso es más que suficiente para cubrir nuestras necesidades energéticas. El cerebro no necesita azúcares añadidos, ni procesados. La ciencia lo que dice es que el consumo continuado y diario de azúcares provoca un daño muy importante en la salud de los niños y adultos: no solamente caries, sino sobrepeso, hipertensión o diabetes. La diabetes la estamos viendo cada vez en edades más tempranas. La diabetes tipo 2, que es la que esta íntimamente relacionada con el consumo de azúcares y la obesidad, se detecta más en adolescente de 16 años.
E.D.A.- Actualmente, hay muchísima información disponible para las madres y padres, ¿tanta información puede resultar abrumadora o confusa? ¿Crees que puede convertirse en desinformación?
L.G.- Sí. Antiguamente nuestras madres nos educaban en base a lo que escuchaban de sus madres, de las vecinas y amigas. Hoy en día, la información no siempre se filtra, no pasa por la veracidad, con lo cual las familias tienen un exceso de información que acaba en desinformación, porque no todo lo que leemos es real. Es importante tener un pensamiento crítico, sobre todo con lo que vemos y lo que leemos. No siempre es fácil discernir una información real de un bulo.

E.D.A.- Últimamente se ha generado una tendencia en niñas muy pequeñas que utilizan muchos productos de skincare, algunos de ellos con componentes para pieles maduras. ¿Cómo puede afectar esto en las pieles jóvenes?
L.G.- Nuestros adolescentes son carnes de cañón para todo lo viral que circula en redes sociales. Especialmente a los cambios transformadores en cuanto a su imagen, piel y cuerpo. Llevamos años viendo esta tendencia y ahora la moda es utilizar productos que están diseñados para pieles maduras como pueden ser los retinoides. Esto sobre una piel inmadura, incluso una piel con cambios propios de la edad como el acné, producen autenticas barbaridades: desde dermatitis, quemaduras, lesiones o irritaciones de todo tipo. Es importante controlar que contenido consumen nuestros hijos y educarlos en el consumo de redes sociales.
E.DA.- ¿Qué consejo darías a los padres a lo hora de poder detectar o enfrentar un caso de bullying?
L.G.- Los casos de bullying están aumentando en los últimos años o al menos se denuncian más. Han aumentado las cifras siete veces según la asociación NACE (No Al Acoso Escolar). Creo que tiene que ser una visión 360 grados. No es solo padres, sino también hay educarles en que no sean futuros abusadores, en aprender a poner límites, a ser asertivos, a gestionar sus emociones y verbalizarlas, a compartir en casa cuando hay sensaciones que les hace sentir mal o incómodos. A la vez esto requiere información y formación a los docentes, a directores de colegios e institutos en la detección precoz del bullying, de autolesiones, de casos de ansiedad y depresión. Activar de una forma ágil y eficiente los protocolos antibullying y que los niños no tengan que salir de los colegios como último recurso porque los adultos que estaban ahí no les protegen, y por supuesto, necesitamos un compromiso por parte de las instituciones para proteger a nuestros hijos porque las escuelas deberían ser un espacio seguro y no puede ser que en algunos lugares la única alternativa sea que saques al niño del colegio con las secuelas que esto va a dejar en su salud mental a futuro.