El 1 de febrero marca el fin de la temporada de caza con galgos, lo que significa que muchos de estos perros serán abandonados en el mes de febrero. Sucede todos los años y este, por desgracia, no será menos. Es por eso que el Día Mundial del Galgo, impulsada por asociaciones de amigos de los galgos, se celebra ese mismo día, el primer día del mes de febrero.
Esta fecha trata de concienciar de los maltratos a los que son sometidos los perros de dicha raza, intentando darles una segunda oportunidad a los perros que han sido rescatados por las diferentes protectoras de animales que se encuentran en el mundo entero.
Uno de esos galgos abandonados es César y se encuentra en una de las casas de acogida de la Asociación ‘Rescatados en Adopción’ de Albacete. “Nos pasaron aviso. Habían encontrado un galgo por el campo. Estaba en los huesos y lleno de heridas”, cuenta la presidenta de la Asociación, Inma Quintana, quien asegura que “es un perro bueno, noble, cariñoso, sociable con otros perros y gatos, agradecido desde el primer día y al que le encanta estar en el sofá”.

¿Cómo son los galgos?
Esta raza se caracteriza por ser la más veloz del mundo, pero no por eso están todo el día corriendo de un lado para otro, porque a estos perros les encanta estar tumbados y tranquilos junto a sus humanos. Son cariñosos y sociables.
Lo más importante para un galgo es que necesitan oportunidades de hacer ejercicio, aunque en casa son muy tranquilos.
En cuanto a su cuidado, suelen ser perros que gozan de buena salud y manteniendo las vacunaciones y la desparasitación de forma regular, no suelen tener ningún problema.
En el caso de Cesar, Quintana comenta que “tiene unos títulos muy bajos de Leishmania que no han llegado a dañar ningún órgano”, pero no por eso debemos dejar de quererlo, y es que los perros afectados con Leishmania deben llevar una alimentación específica y seguir los tratamientos y las pautas del veterinario.
Además, los perros con Leishmania, tratados adecuadamente, no deben por qué tener una menor esperanza de vida que otros de su propia raza.
“Cesar necesita una adopción, y así la casa de acogida que lo tiene podrá ayudar a otro perrito. Con una adopción puedes salvar dos vidas, la del animal que adoptas y la del que ocupará su lugar en la casa de acogida”, defiende la presidenta.