La proposición de Ley de Amnistía no ha superado la mayoría absoluta que necesitaba para aprobarse en el Pleno del Congreso, ya que Junts ha cumplido su amenaza de descolgare al no aceptar Pedro Sánchez las últimas demandas de la formación encabezada por el prófugo Puigdemont. Sin duda, en mi opinión, detrás de ese «no» de Pedro Sánchez está la firme posición de Emiliano García-Page frente a las claudicaciones constantes del presidente del Gobierno.
Page asumió el reto, se enfrentó a todo y a todos, a los ataques limpios y sucios, pero el Presidente de Castilla-La Mancha no permaneció callado y alzó la voz para defender una posición tradicional del PSOE que parecía olvidada y arrinconada por la dirección actual de los socialistas. La pregunta es clara: ¿Cuánto ha podido influir la posición de Emiliano y todo el ruido suscitado la semana pasada para que el PSOE hoy no haya tragado con la última exigencia de Puigdemont?. La respuesta también es clara.
Esperemos, por el bien de España, que lo que ha sucedido esta tarde en el Congreso de los Diputados suponga un punto de inflexión en la relación del PSOE con Puigdemont y sus exigencias, las cuales han demostrado que no conocen límites. Al PSOE nacional, bajo mi punto de vista, le hacen falta más Emilianos, es decir, políticos que antepongan los intereses generales a los propios y sean capaces de alzar la voz sin temor a represalias. Hoy el PSOE de Sánchez ha ganado respeto, y lo ha hecho gracias a la influencia de Page.
Javier Romero
Director de El Digital de Albacete