La adicciones a las sustancias estupefacientes han derivado en la muerte de un hombre de 48 años que ‘voló’ en Albacete y que eligió vivir la vida de una manera muy particular y alejada de lo que sería normal. Esa forma de afrontar sus días en la Tierra le ha pasado factura prematuramente.
Él es Anthony Gobert, piloto de motociclismo que rodó más de una vez en el Circuito de la Torrecica en Albacete en la categoría de SuperBikes y que ayer miércoles vivía su adiós definitivo al fallecer a los 48 años de edad, tal y como confirmaba su propia madre: “Mi corazón está roto. Escribo porque mi primer y precioso hijo, Anthony, falleció ayer por la tarde….”, argumentó su progenitora.

Un talento comparable al de Valentino Rossi
Los que entendían del mundo de las motos decían que el talento de Gobert era comparable al de Valentino Rossi, pero su prometedor futuro se quedó en el de un genio incomprendido que decidió vivir una vida plagada de excesos y a la velocidad que surcó, entre otros muchos, el circuito de Albacete; como un relámpago.
Nacido en Australia, Gobert tuvo una brillante trayectoria de 1994 al 2000, cuando ganó ocho carreras en Superbike, subió 16 veces al podio y hasta llegó a ser cuarto en el Mundial de 1995 sólo tras Carl Fogarty, Troy Corser y Aaron Slight.
En 1997 fichó por Suzuki para correr el Mundial de Motociclismo en la categoría de 500cc, pero un positivo por drogas en un control antidopaje hizo que terminara siendo despedido de la escudería nipona.
Su talentosa y espectacular manera de pilotar le hicieron que se ganara el apodo de ‘Go Show’ y pudo haber sido tan bueno como Valentino Rossi según algunos expertos, pero no quiso. A la hora de elegir entre el bien y el mal, optó por el lado oscuro de los excesos y las drogas.
Drogas, alcohol, peleas, robos, e incluso la indigencia, fueron los compañeros de carrera de un piloto como el australiano que de haberlo podido tener todo pasó a no tener nada; solo problemas.

Albacete, año 2006
La última vez que Gobert compitió sobre el trazado de Albacete fue en 2006, cuando tenía 31 años, pero después de muchos excesos su magia ya había desaparecido. Días después, no llegó ni si quiera a tomar la salida en la carrera del Mundial de SBK en Cheste y volvió a desaparecer.
En 2007 Kawasaki intentó que corriera el campeonato australiano de SBK, pero ni funcionó. Ya iba de conflicto en conflicto.
A partir de ahí, su vida sólo ha ido a peor y el exceso de excesos le ha costado la vida a los 48 años.