La pequeña Lucía necesitaba un poco de ayuda para poder entender todo lo que le enseñaban en el colegio y gracias al esfuerzo de su madre lo ha conseguido. María Dolores Sánchez, madre de Lucía, tuvo que remover cielo y tierra para que su hija con TEA, trastorno del espectro autista, y una discapacidad del 33% pudiese afrontar las clases como el resto de compañeros.
“Lucía tiene 6 años y estudia 1º de primaria. Mi hija tiene una afectación grave del lenguaje. Desde el primer día en su colegio le pusieron apoyo P.T. (Pedagogo Terapeuta), pero no A.L. (Audición y Lenguaje), a pesar de tener muy afectado el lenguaje”, explica María Dolores a El Digital de Albacete.
Lucía estudia en el colegio concertado San Francisco Coll. Según cuenta esta madre, existe la idea extendida de que en los colegios concertados no pueden disponer de un A.L. y María Dolores no entendía el motivo cuando en un colegio público sí existe esta figura que tanta ayuda aporta a los alumnos.

La lucha incansable de esta madre
María Dolores ha estado peleando durante tres años para conseguir que el colegio de su hija cuente con un A.L. “Acudí varias veces a la Delegación de Educación y, finalmente, me puse en contacto con Toledo porque aquí se pasaban el problema de unos a otros. Me tuve que empapar de todas las leyes, todos los tratados internacionales por los derechos de los niños, de los discapacitados, de todo. He estado 3 años de pelea, hasta que lo he conseguido”, reconoce esta madre.
Este curso por fin, el colegio ha incorporado A.L. y Lucía está pudiendo disfrutar del colegio como sus compañeros, así como otros alumnos con este tipo de problemas de lenguaje. “Ella necesita a alguien que le ayude con el tema del lenguaje, no tiene afectada la inteligencia”, aclara María Dolores. “Lucía necesita a un especialista al lado para la lectura comprensiva y que le ayude a entender lo que están dando en clase. Ahora tiene unas horas a la semana con el P.T y con el A.L.”, cuenta.

Ante esta hazaña, muchos padres y terapeutas externos le han preguntado a esta madre cómo lo ha conseguido, ya que es un tema que ha afectado a muchas familias. “Los terapeutas externos me decían que era una batalla pérdida”, comenta María Dolores.
“Yo lo he conseguido, pero hay muchas familias que necesitan esto y no tienen acceso. Ahora ya no podrán llegar a un colegio y decir que los concertados no pueden disponer de A.L. porque en el colegio San Francisco Coll sí hay. Además, este servicio está financiado con fondos públicos del Ministerio de Educación y sienta un precedente”, celebra esta madre.

Gracias a la lucha de María Dolores, su hija y otros niños pueden contar con el apoyo de un A.L. y no podrán negárselo a otros padres en cualquier colegio concertado.