MAR ABIERTO | Game Over

Artículo de opinión de Amelia F. Fernández-Pacheco

Primeros días del año y días de sueños en forma de propósito. Días de metas y felicidad por los encuentros. Volver a casa en Navidad, sí, volver a quienes éramos y a quien somos cuando estamos con los nuestros.

En septiembre de 2015, la Asamblea General de la ONU adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, como “plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia”.

Sinceramente suena fantástico y sin embrago, ya ven. Echo en falta un poquito de concreción y un poquito más de coherencia, pero estamos estrenando año. Tan es así y tan al principio estamos, que apenas andamos entrando en el teatro y el telón aun sigue abajo.

No se preocupen, que como en el 20, de momento no inauguramos y con suerte en mayo se va a pique el famoso Tratado de Pandemias. Si no fuera tan serio escribiría un sainete con el panfleto que han colgado en el Consejo Europeo. Aquí lo tienen.

La UE jugando a yo me lo guiso y yo me lo como. Yo pregunto, yo respondo; en el tran tran del día a día es difícil verlo, pero sobre el papel se hace mapa de intenciones con forma de argumentario ¿para evitar que cuestionemos?, ?para evitar preguntas incomodas o ¿para las dos cosas?; por supuesto. Respuestas inciertas, respuestas inexactas. ‘Excusatio non petita , accusatio manifesta’.

Infantil y emocional, en la linea de los últimos tiempos, falta a la verdad no al convertir la resiliencia en bandera o estableciendo una clara asociación entre lo correcto ( a favor ) y lo incorrecto (en contra ), sino porque apela a vagos principios generales y oculta que ha habido que rehacerlo porque ha sido rechazado.

De cualquier modo, para que todos los países hagan lo mismo, ya se ha visto que no hacen falta adopciones de Tratados, los africanos van a seguir sin entregar su soberanía a la OMS y los americanos ya veremos, porque México, para mi sorpresa, claramente ha dicho que no. EEUU sí, claro, pero en USA, donde la población pasa de los coches eléctricos y nadie come carne sintética. Es justo lo contrario a lo que cuentan. Para mí, es algo más que una fisura en el cielo, aún no veo el cielo abierto. No. Veo una fisura que crece piano piano

Puede que la UE adopte las medidas que acaba de promover Pedro Sánchez durante su presidencia: apoyo a las nucleares y contención de la inmigración ilegal. Así como lo ven, noticia estupenda e incoherente… hoy estoy muy refranera porque a cada reglón se me vienen las frases hechas. Ahora pensaba en “A Dios rogando y con el mazo dando”, en fin, hago un esfuerzo y agoto los refranes porque de seguir así, me veo replicando a lo Zorrilla por boca de Don Juan y no sé cómo acabaremos porque, fíjense, que todos estos tejemanejes que se traen entre políticos son una sátira de amores tóxicos, en la vida real ya los habíamos dejado a todos por eso: por tóxicos.

Siempre mintiendo y siempre haciendo justo lo que no nos interesa a nadie, a veces ni a ellos. De manual, y la verdad, lo micro está tan bien como el km 0 pero eso no resuelve nuestros problemas, es lo macro, de lo que no se habla, lo que determina el rumbo. No quiero remangarme y entrar de lleno en los separatismos, las amnistías, las promesas incumplidas, las frases esas de Moreno Bonilla relacionando a la región que gobierna con la nación andaluza: ¿¿eh??, ¿qué es eso de nación?.

¿De cuando acá señoría?, ¿qué quiere hacer con la gente?, ¿lo mismo que se hizo con catalanes, gallegos y vascos?. Un andaluz es primero español y luego andaluz. No es asunto de ideologías, es cuestión de Patria, en sentido literal, no se trata de un título literario, pero muy interesantes los libros de Aramburu por su reflejo de la sociedad vasca.

Una mirada que para ver me obliga, a veces, a abrir espacios entre líneas como si de unas lamas de persiana se tratara. A lo Humphrey Bogart con niebla al fondo. Escribiré en los próximos días, coincidiendo con su propia entrada en el Congreso.

Todo saldrá, no se apuren, las promesas al PNV y los contactos con el innombrable catalán verán la luz, quizá más pronto que tarde. Cuanto mayor sea la división social, más fácil será llevarnos a un totalitarismo moderno, en plan random, a base de códigos QR y puntuaciones como algunas comunidades chinas, que nos permitan hacer esto o lo otro.

Todas estas construcciones en plan “preguntas frecuentes” pretenden arrastrarnos a un nuevo tipo de solidaridad, a un nuevo tipo de vinculo social y de significado. Los mandatos totalitarios no se asumen por ser correctos, se asumen porque dan sentido a las vidas de algunas personas (no lo digo yo, lo expresa Mattias Desmet, profesor universitario de psicología clínica en Ghent); así , al cuestionar la narrativa dominante se carece de solidaridad y espíritu ciudadano, esas personas se convierten en el nuevo elemento a través del que canalizar la ira.

Por eso es tan importante romper las familias y los vínculos estrechos, romper lo que nos une a los seres humanos que es mucho más de lo que nos separa y se conoce como vida tradicional; esto se consigue acelerando la velocidad de la información y distorsionándola para constituirla contradictoria de modo que finalmente nos resulte inabarcable racionalmente.

Pero tenemos nuestra voz, todos los días y en todas partes, para decir lo que creemos que debemos decir y para cuestionar lo incuestionable. En las sociedades totalitarias, se silencia a quien tiene una opinión distinta porque es un peligro para el totalitarismo. Callar puede parecer la solución más fácil, pero no lo es, abona el terreno al desastre y es contradictorio con acoger la pluralidad, la real, no la abanderada por lo ‘woke’ de apellido; no me digas más.

En las sociedades totalitarias, solo el 30% es totalitario, del 70 restante, el 40% guarda la cabeza junto con la vergüenza y se calla porque no van contra corriente y hay otro 30% que no creen en la narrativa y no la cumplen, en resumen ese 70% cree que tiene mucha gente en su contra y por eso parece que la mayoría es totalitaria, sin embargo no es así. Es justo lo contrario. Por eso debemos usar nuestras voces y romper el silencio. No estamos solos y debemos saberlo.

Tenemos en el 2024 una gran empresa. Cruzo dedos.

Siempre he sido de Reyes Magos, de carta, zapatos limpios y estrella de oriente en la copa del árbol. Llegan pronto y con casi los mismos nervios, los esperamos.

¡Muy, muy feliz año nuevo a todos!

Amelia F. Fernández-Pacheco

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