Hablar de la Ruta del Vino de La Manchuela es hacer referencia a una experiencia que muchos tienen que vivir. Inolvidables parajes, vinos de influencia, o recetas manchegas con toques mediterráneos y llenos de carácter forman parte de este inolvidable viaje.
Ruta del Vino de La Manchuela
Esta ruta está conformada por las provincias de Albacete y Cuenca. Concretamente, forman parte la Ruta del Vino de La Manchuela 23 municipios de ambas provincias entre los que se encuentran los pueblos de Abengibre, Alatoz, Alborea, Alcalá del Júcar, Balsa de Ves, Carcelén, Casas de Ves, Casas Ibáñez, Cenizate, Fuentealbilla, Jorquera, Mahora, Madrigueras, Motilleja, Navas de Jorquera, Pozo Lorente, Valdeganga, Villa de Ves, Villamalea, Villatoya, Casas de Juan Núñez, Iniesta o Villanueva de la Jara.
Pablo Sánchez lleva al frente de la Ruta del Vino de La Manchuela 8 meses, tiempo en el que ha continuado fomentando las particularidades de esta ruta. “Estas rutas del vino tienen como objetivo ordenar un entramado de recursos turísticos que hay en torno a un área geográfica que viene definida por las Denominaciones de Origen (D.O.) del vino, para liderar la organización y visibilidad de toda la zona”, explicaba el coordinador de la Ruta del Vino de La Manchuela. En este sentido trasladaba que se funden dos sectores estratégicos “como son lo agroalimentario y el turismo”.
Al respecto, trasladaba como la principal peculiaridad de la Ruta del Vino de La Manchuela que “es la única de las rutas de España que incide en además del vino en el cultivo del champiñón y las setas”. Concretamente, exponía Pablo Sánchez que “la Manchuela junto con La Rioja son los mayores productores de champiñón y setas de nuestro país”.
Variedad de uva autóctona
La bobal es la variedad autóctona y estrella de esta tierra, que tiene como resultado unos excelentes vinos tintos de esta comarca natural a caballo entre dos provincias limítrofes con el Levante español; bañadas por las hoces de los ríos Júcar y Cabriel, que dibujan unos paisajes abruptos e inolvidables en contraste con las llanuras y las vegas dedicadas al cultivo. La Manchuela es una singular comarca definida por dos grandes valles fluviales, que la delimitan físicamente y definen su idiosincrasia, otorgándole a este territorio una tremenda personalidad.
“Somos una comarca próxima al Levante y recogemos aromas y tintes muy mediterráneos”, desgranaba Pablo Sánchez sobre los vinos y la gastronomía de esta zona. Esta ubicación geográfica, junto a aspectos climatológicos como “el aire de levante o solano, aporta una frescura que genera una oscilación térmica que es ideal para estos cultivos”.
La historia aporta evidencias vitivinícolas en la zona desde hace más de 2.400 años, habiéndose transmitido el saber hacer de generación en generación hasta nuestros días. Sol, escasez de humedad y una singular fusión continental y mediterránea, con el viento de solano, favorecen el carácter ecológico del vino.
La Ruta del Vino de La Manchuela se ha destacado en los últimos años por la calidad de su vino, al punto de gozar hoy de una D.O. que refrenda la calidad y el esmero que ponen en esta ruta los cultivos vitivinícolas. Esta ruta muestra una diversa y extraordinaria variedad de vino elaborado con las técnicas más avanzadas, pero a su vez acompañada de una tradición centenaria vinatera en las distintas comarcas, en cuevas domésticas o jaraíz. De dichos procesos de elaboración resulta un vino tinto joven de color fuerte, aroma frutal intenso y tanino persistente, elaborado en su mayoría con bobal.
Al respecto, remarcaba el gerente de la Ruta del Vino de La Manchuela que “tenemos unas calidades de vino que tienen una relación calidad-precio como pocas en toda España”. De este modo, aseguraba que en lo que a vino se refiere, los visitantes “pueden encontrar sorpresas muy grandes”.
El vino blanco producido en la Ruta del Vino de La Manchuela destaca por su tono amarillento y pálido, aunque brillante con algunos tonos verdes; es aromático y afrutado, además al catarlo se puede sentir un poco de acidez. También el vino rosado resalta por su buena presencia y la elegancia de su sabor y aroma; su color y tono matiza la juventud que se evidencia ante los ojos de los expertos en la enología.
Naturaleza, cultura, deporte y enclaves únicos
La riqueza de los paisajes de la Ruta del Vino de La Manchuela la convierten en un referente, casi obligado para quienes quieren adentrarse en el mundo de la enología. Esta región de más de 5.600 kilómetros cuadrados mezcla, con un sello especial, la llanura característica de La Mancha y la Serranía de Cuenca.
Recorrer espacios de Castilla-La Mancha, pero con un sello especialmente mediterráneo, es posible gracias a esta ruta vitivinícola. En medio de una cautivadora naturaleza colmada por llanuras e imponentes lomas nació la Ruta del Vino de La Manchuela con la premisa de ofrecer a turistas las bondades de esta tierra, que tanto puede ofrecer en materia de arte, tradición, cultura, y sobre todo, vinos.
Recomendaba el gerente de la Ruta del Vino de La Manchuela descubrir los enclaves en los que se cultivan y producen los vinos de esta conocida D.O. Concretamente, animaba a los visitantes a sumergirse en Valdeganga, La Recueja, Jorquera y la Ribera de Cubas, descubriendo paisajes y enclaves espectaculares.
Apostaba por “alojarse en una casa cueva”, ya que se trata de una de las peculiaridades que ofrece al turista esta ruta del vino y que se trata de “casas excavadas en la roca». Al respecto, remarcaba Pablo Sánchez que la Ruta del Vino de La Manchuela “es una de las rutas de Castilla-La Mancha y, probablemente también de España, que cuenta con más alojamientos turísticos y casas rurales”.
Reconocía el trabajo que desde la Ruta del Vino de La Manchuela se está realizando para potenciar en toda esta zona de la región “un turismo sostenible”. De este modo, adelantaba la apuesta por el turismo de cercanía, con una campaña que pondrán en marcha próximamente y que estará “dirigida especialmente al turismo procedente de la ciudad de Albacete”.
Otro enclave único que no puede perderse el visitante es Alcalá del Júcar, aconsejando el gerente de esta ruta descubrir los encantos de este mágico lugar de la provincia de Albacete. En este municipio “podrán encontrar turismo activo, multiaventura y deportivo con diversas rutas senderistas”, concretaba sobre la amplia oferta de actividades que se pueden realizar en Alcalá del Júcar y sus pedanías.
Una basílica y un templo dedicado a un conocido dios venerado por los vikingos
Del mismo modo, garantizaba Pablo Sánchez sobre la zona conquense que se enmarca en esta ruta que “esta por descubrir”. Ponía como ejemplo la localidad de Villanueva de la Jara, “un enclave histórico alucinante, y con una Plaza Mayor preciosa”, desvelando que por su vinculación con Santa Teresa de Jesús en esta localidad “se encuentra una de las pocas basílicas que hay en Castilla-La Mancha”.
Alarcón o Iniesta son otros de los enclaves que no deben dejar de descubrir quienes apuesten por la Ruta del Vino de La Manchuela. Precisamente este último municipio atesora “una mosaico único en el mundo”, destacaba Pablo Sánchez, añadiendo que se trata de “un mosaico íbero que hace referencia a una diosa fenicia”.
Pero hasta los vikingos tienen presencia en la Ruta del Vino de La Manchuela, y es que Navas de Jorquera “cuenta con uno de los templos más importantes dedicados al dios Odin”, remarcaba Pablo Sánchez. Una particularidad única gracias la que los visitantes podrán sumergirse en la mitología nórdica disfrutando de este templo dedicado a uno de los dioses más importantes venerados por los vikingos.
Importante apuesta gastronómica
La gastronomía es otra de las vertientes más importantes por las que apuesta esta ruta. Así, los visitantes tampoco pueden dejar pasar la oportunidad de degustar la gastronomía local como unos gazpachos manchegos o descubrir la cocina que une tradición e innovación del Cañitas Maite y OBA (Casas Ibáñez), restaurante que cuenta con una Estrella Michelin. Al respecto, trasladaba el gerente de la Ruta del Vino de La Manchuela que “el Grupo Cañitas se ha incorporado al proyecto de la ruta del vino enriqueciendo nuestra propuesta”.
Pero además, otro nombre propio ligado a la Ruta del Vino de La Manchuela es el del futbolista, Andrés Iniesta. Al respecto, reconocía Pablo Sánchez que “la bodega en Fuentealbilla de Andrés Iniesta es un importante atractivo”.
Cheques regalo de la Ruta del Vino de La Manchuela esta Navidad
Desde la Ruta del Vino de La Manchuela se han propuesto confeccionar regalos repletos de originalidad esta Navidad. Sobre esta iniciativa, desvelaba su gerente que “vamos a lanzar la posibilidad de regalar cheques de la ruta”.
Un regalo “original para estas navidades”, aseguraba. Y es que a través de la plataforma web de la Ruta del Vino de La Manchuela se pueden adquirir cheques regalo a partir de 20 euros para compartir en pareja, con amigos o disfrutar en solitario experiencias únicas en esta ruta.
Estos cheques regalo comprenden desde productos, alojamientos en casas cueva y experiencias inolvidables que no puedes dejar pasar.
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