Ser policía es algo vocacional y aunque el trabajo de un agente es siempre en pro de la ciudadanía, hay intervenciones que quedarán marcadas para toda la vida en sus sentimientos y cuyo mejor regalo es volver a ver una sonrisa. Ese sería el resumen del cúmulo de sensaciones que a día de hoy todavía llevan en su ser Óscar Vandelvira y David Cuenca, dos agentes de la Policía Nacional que en apenas unas semanas el destino quiso que evitaran que murieran tres personas en Albacete capital. A dos de ellas las ‘resucitaron’ tras sufrir sendos infartos, y a la tercera la agarraron de un tobillo en el último instante cuando acababa de saltar al vacío desde un octavo piso para suicidarse. El pasado lunes, día de los Ángeles Custodios, patronos de la Policía Nacional, el CNP les entregaba a estos agentes sendas placas a modo de reconocimiento por su fantástica labor profesional.
Nacidos en Riópar y Ciudad Real respectivamente, Óscar y David son ya dos albaceteños más tras llevar varios años viviendo en nuestra capital, donde además de haber formado una familia se visten cada día el uniforme de Policía Nacional para que la ciudad sea más segura y acudir allá donde los vecinos de Albacete los necesiten. Y así fue como se toparon con su primera intervención ‘milagrosa’.
Fue en junio, cuando al mismo tiempo que se estaba celebrando la Media Maratón de Albacete una llamada al 112 desde La Pulgosa activó al coche patrulla en el que iban circulando David y Óscar por Dionisio Guardiola; a la altura de Correos.
Manifiesta Óscar al respecto a El Digital de Albacete que “lo de aquel día se nos ha quedado marcado a fuego. Primeramente activaron a otro ‘Z’, pero nosotros estábamos libres y acudimos rápidamente para allá. Desde la sala nos indicaron que un hombre se había desplomado y que estaba convulsionando, y David me dijo que podría ser más grave de lo que a priori parecía ya que su mujer se había topado con algún que otro infarto algunos días que había ido a La Pulgosa a pasear”.
Así pues, Óscar relata como le dijo a su compañero “ponme música” en alusión a las señales acústicas y luminosas del coche patrulla y se fueron raudos hacia allá sin saber muy bien qué es lo que se iban a encontrar. “Tuvimos que cruzar la Media Maratón, algo a lo que nos ayudó la Policía Local de Albacete, y cuando ya llegamos a La Pulgosa fue David el que se bajó del coche y se fue a buscar al afectado, esperándome yo en el patrulla a que llegara la ambulancia”.
Puesto que fue él quien inició las maniobras de reanimación a través de la RCP, toma ahora David la palabra y explica que “cuando llegué lo tuve claro y comencé a hacerle al afectado la RCP, no pudiendo en los primeros momentos poder informar de ello a mis compañeros por la radio. Una persona me ayudó también durante un minuto, y tras haber comunicado en ese tiempo a mis compañeros que había iniciado la RCP, proseguí realizando las maniobras y les pedía que se dieran mucha prisa porque la vida de aquel hombre estaba claramente en juego”.
Recuerda David como las personas que había alrededor no sabían decirle a ciencia cierta cuánto tiempo llevaba el hombre en ese estado, continuando con las labores de RCP hasta que los sanitarios pudieron hacerse cargo, ponerle la adrenalina y darle las descargas eléctricas que consiguieron estabilizar al hombre tras 20 largos minutos de trabajo por parte de los sanitarios. David, acabó exhausto, ya que se vació para mantener con vida al afectado hasta que los sanitarios y la ambulancia pudieron llegar al punto donde se encontraban. “En ese momento el mundo y el tiempo se pararon, y en mi cabeza sólo estábamos el afectado, yo, y el ritmo que había que llevar en la RCP”, comenta David todavía con las emociones a flor de piel.
Tras la fantástica intervención tanto de David como de los sanitarios, el afectado salvó la vida y tras salir del hospital y reencontrarse después con los agentes, no puede estar más agradecido a los que fueron sus ángeles de la Guarda.
Salvaron más vidas en Albacete
Pero lo de salvar vidas no acabó ahí para estos dos agentes, ya que apenas unos días después tuvieron que ir a cubrir un aviso de las mismas características, esta vez en la Carretera de Barrax, y por fortuna tuvo el mismo final gracias a las maniobras RCP realizadas al afectado por David. “Es fundamental que la gente de a pie sepa hacer la RCP, salva vidas y debería enseñarse en los colegios desde niños”, argumentan a El Digital de Albacete estos policías salvavidas.
El tercero de los casos con el que se toparon fue más reciente y aunque en un principio tuvo un final feliz, el protagonista acabó falleciendo apenas una semana después tras volverlo a intentar. Fue un suicidio y ocurrió en la calle Mayor. Recuerda Óscar como su intervención tuvo lugar de noche, recibiendo un aviso desde la sala en la que se les indicaba que una chica había comunicado que un amigo suyo le había dicho que se iba a suicidar, y que si veía que iba la policía o algo saltaba por el balcón.
Ante esas indicaciones, estos agentes fueron sumamente cautelosos para evitar ser vistos y tras localizar a esta persona en el balcón, se introdujeron con mucho cuidado en el portal. En ese momento llegaron refuerzos y todos subieron hasta el cuarto piso, que es donde en teoría estaba el suicida, pero ya no estaba ahí. Entonces, oyeron un ruido en el octavo y se fueron hacia allá, localizando ahora sí a esta persona, que según explican “estaba ya con el cuerpo fuera hacia el patio de luces”.
En esos momentos, “lo más importante era tratar de calmarlo para que no hiciera lo que tenía en mente, y además, nos pidió que quería hablar con su amiga. Nosotros accedimos a ello y tras hablar con la chica notamos ciertas señales”, argumenta Óscar, que añade que se retiraron un poco más sin dejar de verlo a él pero que él no viera a los agentes. En un momento dado, esta persona les dijo que él había elegido morir de una manera diferente y saltó al vacío, abalanzándose sobre él Óscar y pudiendo cogerlo por el tobillo prácticamente en el último instante. “Por fortuna soy corpulento y además pude hacer palanca, si no, quizá me hubiera arrastrado a mí también a caer”, explica el agente de la Policía Nacional a El Digital de Albacete. Tras poner a este hombre a resguardo y buen recaudo, los sanitarios le dieron traslado a un centro hospitalario para ser valorado tras el episodio protagonizado. Por desgracia, tras recibir el alta unos días después, ejecutó su voluntad sin avisar a nadie lanzándose al vacío en el mismo edificio, en la calle Mayor. Algo que ha dejado tocados en cierto modo a estos dos agentes, que unos días antes se jugaron la vida por salvar la suya.
Como decimos, sus heroicas actuaciones sirvieron para salvar vidas y aunque se sienten orgullosos de haberlo hecho, reconocen que es su trabajo y que para ellos lo más importante, medallas o reconocimientos aparte, es haber vuelto a ver sonreir a los dos hombres a los que les realizaron la RCP y a día de hoy siguen viviendo felices junto a sus respectivas mujeres, hijos y nietos.
David y Óscar, Óscar y David, dos héroes sin capa en la Policía Nacional en Albacete.
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