¿Comería un producto sabiendo que contiene proteínas obtenidas directamente de gusanos? ¿Se imagina en un futuro haciéndolo? Pues bien, en la provincia de Albacete una empresa se dedica a producir este tipo de proteínas y a su posterior venta, siendo la base de este proyecto el ‘Tenebrio molitor’, al que también se le conoce vulgarmente como ‘el gusano de la harina’.
Una alimentación en la que los insectos tengan cada vez más que ver y aportar está conforme avanza la vida más próxima, y los productos elaborados por Ana González y su equipo en ‘Protiberia’, que así se llama la empresa a la que nos referimos, forman parte de un futuro mucho más cercano de lo que creemos porque cada vez son más presente, ya que los beneficios proteicos y saludables que aporta el ‘Tenebrio molitor’ para el medio ambiente y para quien los consume son una evidencia y cada día están más patentes.

Con sede en Villamalea (Albacete)
Así pues, en ’Protiberia’ desarrollan tecnología y subproductos basados en el insecto Tenebrio Molitor, el cual produce proteína de alta calidad. Esta empresa albaceteña, impulsada por mujeres desde Villamalea (Albacete), decidió emprender en un negocio innovador y según traslada a El Digital de Albacete la directora general de la empresa, Ana González, todo empezó por “una nave de champiñones que estaba en desuso y que era propiedad de una de las a día de hoy socias de Protiberia”. Tras investigar mucho, “descubrimos que se estaba abriendo un nuevo modelo de ganadería como la cría de insectos y al comprobar que se trataba de un modelo de economía circular y que encajaba en nuestra ideología, nos decidimos por este sector”, afirma González.
En este modelo de economía circular, añade la directora, prima el aprovechamiento de los residuos y el empleo de subproductos de industrias agroalimentarias locales en los procesos productivos y de investigación. En definitiva, en ‘Protiberia’ “el objetivo fundamental consiste en transformar el mundo de la alimentación con un superalimento como el ‘Tenebrio molitor’ y hacerlo además criándolo y produciéndolo de forma sostenible”, indica González.

Investigación y desarrollo en esta empresa de Albacete
Esta industria albaceteña cuenta con un departamento de investigación y desarrollo en el que trabajan un doctor en ciencias, dos biólogas y un ingeniero agrónomo, que se encargan de realizar proyectos de investigación en colaboración con otras empresas para descubrir qué aplicaciones “puede tener el ‘Tenebrio molitor’, por ejemplo, para suplementos alimenticios proteicos o como biofertilizantes para el campo. Por otra parte, tenemos una granja donde producimos este gusano para comercializarlo a distintos sectores”, traslada Ana González.
Asimismo, indica la directora general que crían a los insectos ellos mismos “con condiciones controladas y obtenemos una proteína de alta calidad y, además, de forma natural, porque no contiene insecticidas, antibióticos ni pesticidas, absolutamente nada. Es muy importante destacar los valores proteicos que tienen los gusanos, que rondan el 65%, y esto sirve de base para alimentar a otros animales”.

Por otro lado, el proceso de ciclo de vida de estos gusanos ronda los setenta y dos días, dependiendo de las condiciones que puedan tener los gusanos, en el cual “primero son huevos, luego se convierten en larvas, que pasan a ser pupas y después se transforman en escarabajos adultos que vuelven a iniciar el proceso de reproducción y volvemos a tener los huevos”, argumenta González.
En este sentido, hay que señalar que en esta empresa se encargan de que los insectos no sufran en su proceso de convertirse en proteína y les evitan padecer cualquier tipo de sufrimiento, para ello, en primer lugar, “los adormecemos en frío, de esta forma los animales no sufren. Después, estos ‘gusanos de la harina’ son escaldados, deshidratados y, finalmente, molidos”, explica la directora de Protiberia.

Un antibiótico natural ‘Made in Albacete’
La responsable general de esta empresa destaca la fácil absorción de la proteína que obtenemos de estos insectos y las propiedades para la agricultura de sus excrementos, ya que “son muy equilibrados y buenos para el campo y las plantas, es como un bioestimulante que ayuda a que crezcan mejor los vegetales y a protegerlos, porque les activa las defensas. Es como un antibiótico natural para ellos porque les ayuda a combatir las plagas”, explica esta empresaria albaceteña.
Además, Ana González indica que “a nivel de alimentación animal, el consumo de proteínas de insectos viene a complementar toda la parte de la proteína que ya existe. Entonces, va a ser un componente más en todos los piensos en un futuro, porque cada vez hay más población y esta demanda más proteína. Asimismo, en el proceso productivo de este insecto no se consumen casi recursos. Los gusanos se alimentan de residuos orgánicos de nuestro entorno, con lo cual, ayudamos a reducir residuo orgánico, no se consume tampoco casi nada de agua y muy poca luz; además, nosotros tenemos placas solares y generamos nuestra propia electricidad”.
El consumo humano de este insecto está aprobado por la Unión Europea y, según explica Ana González, está considerado “como un alimento seguro”. De hecho, en otros países, añade González, “se come desde hace muchísimos años. Sucede en América, África y Asia, donde forma parte de su dieta. En España aún da más pudor y a fecha de hoy todavía no hay aceptación en el mercado europeo”, expone la empresaria.

Sin embargo, es fundamental que en el alimento esté indicado que está compuesto por esta proteína, “de esta forma, el consumidor está informado y decide si comprarlo o no. Es importante saber que este insecto no tiene sabor ni huele, por lo tanto, se puede mezclar con cualquier otra cosa”, afirma González.
Desde luego, el consumo del ‘gusano de la harina’ se trata de una alternativa a los productos tradicionales y que puede convertirse en una solución a problemas actuales, aunque eso sí, no es apto para todos los gustos.





/FOTOS: Cedidas por Protiberia a El Digital de Albacete/