Con tan solo 23 años Adrián Luna se ha convertido en uno de los bomberos más jóvenes de España que cuentan además con una amplia formación académica. Este joven barcelonés, afincado en Albacete desde los 13 años, ha cumplimentado con éxito el Grado de Biología, el Máster de Educación y cuenta con una plaza como bombero conductor en el Ayuntamiento de Linares (Jaén).
Por todo ello, aseguraba con rotundidad que “soy el bombero más joven de España con todos estos estudios”. Al respecto, explicaba que “para ser bombero conductor necesitas tener 21 años para sacarte los permisos de conducir de camión y tráiler”, añadiendo que “además tengo una carrera universitaria de cuatro años y un máster de un año de duración”. De este modo, remarcaba que “soy el único que reúne estos requisitos en nuestro país sin lugar a dudas”, aunando experiencia y juventud.

La trayectoria de este joven afincado en Albacete
Relataba a El Digital de Albacete que “soy natural de Barcelona pero a los 13 años me fui a vivir con mi familia a Albacete”, añadiendo que tras cursar en la ciudad la Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato “me fui a Murcia a estudiar el Grado de Biología”. Unos estudios universitarios que completó en junio de 2022, explicando que además “en tercero de carrera me saqué el título de entrenador personal”.
Tras finalizar sus estudios universitarios Adrián Luna apostó por hacer el Máster de Educación para dar clases, compartiendo que “siempre me ha gustado comunicar, enseñar a los demás y todo lo relacionado con la educación”. Así, apuntaba que para acceder a estos estudios debió completar un determinado nivel de inglés.

Una decisión que cambiaría por completo la vida de este joven
Fue en durante ese verano y mientras estudiaba para alcanzar el pretendido nivel de inglés cuando un amigo le propuso ayudarle durante unos días en un trabajo que debía realizar en la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta de Albacete. Un trabajo, que sin saberlo, cambiaría por completo la vida de este joven.
“Uno de mis compañeros durante esos días me habló del trabajo de su hermano como bombero”, trasladaba Adrián Luna a El Digital de Albacete, reconociendo que “me picó la curiosidad y me explicó todo sobre cómo trabajaban y su modo de vida”, comprendiendo rápidamente que “eso era lo mío”. Confesaba que “nunca me había planteado ser bombero”, pero ese mismo día le dijo a su amigo con total seguridad: “Voy a ser bombero”.
Tras informarse de los pasos a seguir para conseguir alcanzar su sueño, “a los pocos días empecé a sacarme los permisos de conducir de camión y de tráiler”, subrayando que “en unos tres meses logré obtener ambos carnets de conducir a la primera”. Pero además, decidió inscribirse en Málaga para cursar el Máster de Educación “como segunda opción por si lo de bombero no funcionaba”, señalaba.

Exigente trabajo para conseguir sus objetivos
“Estudiaba la oposición unas 50 horas semanales de lunes a sábado y sacaba otras 3 ó 4 horas diarias para el máster”, explicaba sobre su exigente formación Adrián Luna a El Digital de Albacete. Aseguraba que “lo he llevado muy bien porque siempre me han gustado los retos”, pese a que reconocía que compaginar ambos estudios “al principio fue bastante complicado y estresante”.
Además, recordaba que a todas estas horas de intenso estudio cabría sumar las que dedicaba a la “dura y exigente” preparación física, requisito indispensable para superar la oposición de bombero. “Partía de un buen nivel físico, pero el tema de la carrera, la natación y la prueba de subir por una cuerda era algo que debía practicar”, trasladaba Adrián Luna, motivo por el que “dedicaba algo más de una hora al día centrado exclusivamente en este entrenamiento”.
Jornadas maratonianas que comenzaban algunos días a las 6:30 horas, por lo que reconocía que “el descanso ha sido fundamental”, añadiendo que “necesitaba dormir 8 horas”, para poder rendir y alcanzar su objetivo. Indicaba este joven que “era como un reloj y a las 22:30 horas ya estaba en la cama y evitaba mirar el móvil antes de irme a dormir”, apuntando que “en cuanto me levantaba me hacía un café y me ponía directamente a estudiar”. Un trabajo constante que tuvo su merecida recompensa y es que “en 10 meses logré sacarme el máster y la oposición”.
Nueva vida como bombero
De este modo, confirmaba que a sus 23 años “tengo una carrera universitaria, un máster y he aprobado esta oposición”. Cerca de 300 aspirantes se presentaron a esta prueba, logrando superarla con éxito tan solo 25 personas, entre las que se encontraba Adrián Luna: “Quedé el sexto”. Además, destacaba que algo de lo más complejo de esta oposición “es estudiar todo el callejero, para conocer todas las calles, establecimientos, edificios públicos, parques o colegios”, para en el caso de emergencia intervenir lo más rápido posible.
Así, ya forma parte del Parque de Bomberos del Ayuntamiento de Linares (Jaén), compartiendo con emoción que “mi vida en este parque de bomberos comenzará en el mes de octubre, pero de momento ya tenemos nuestros trajes de intervención y nos han asignado nuestra taquilla”. Sobre esta nueva etapa vital exponía que “lo que más me atrae de la vida como bombero es poder ayudar a los demás y estar continuamente aprendiendo”.
Desgranaba que “es una profesión que toca un montón de aspectos como la sanidad, construcción, electricidad, vehículos, y además me permite estar en buena forma física”. Igualmente, destacaba como aspecto positivo de ser bombero “el compañerismo y la ayuda mutua entre todos los compañeros”.
Animaba Adrián Luna a los jóvenes de Albacete a formarse como bombero porque “es una profesión muy bonita”. Aseguraba que “el esfuerzo ha merecido la pena”, añadiendo que “aún estoy en shock por haber conseguido entrar al cuerpo de bomberos con tan solo 23 años”. “Estoy deseando continuar este aprendizaje y seguir creciendo tanto profesionalmente como a nivel personal”, concluía.