Esto es solo el principio. Quizá sea esta la frase que mejor pueda definir lo que tenemos por delante en la gestión de Skyline en el Albacete Balompié, ya que si en lo deportivo se le pueden poner pocos peros a la entidad, en lo extradeportivo sí que demuestran la falta de arraigo con la ciudad de Albacete de un grupo líbano-venezolano que se empecina con sus decisiones extradeportivas en exhibir el mismo sentimiento por la ciudad que pudiera atesorar el que les escribe por el Unión Atlético Maracaibo o el Racing Club Beirut. Y es que hay cosas que no se aprenden en un MBA ni un tutorial de Youtube acelerado de albacetismo.
Vaya por delante que los propietarios del Albacete Balompié pueden hacer lo que les venga en gana con una sociedad anónima que compraron para esto, para hacer negocio, que es legítimo, está claro, pero que no lo vistan como lo que no es y se embeban en la bandera del club del murciélago cuando necesitan que la afición apriete para conseguir sus réditos empresariales. Resulta paradójico ver como en ciertas decisiones, como la última conocida de querer cobrar a los padres de la cantera por ver los partidos de sus hijos, se esgriman criterios puramente empresariales de una sociedad anónima, pero cuando se exigen reformas en un estadio municipal y se “acorrala y presiona” al Ayuntamiento se apela a los sentimientos del club de la ciudad. O somos empresa o somos el Albacete de siempre de la provincia de Albacete, pero “choco-tajás” no.
En las últimas fechas hemos visto como a un empresario hostelero, Paco, conocido popularmente por “el del corner”, por el nombre del establecimiento que regenta en la Ciudad Deportiva, se le ha “echado” del servicio de restauración del palco del Carlos Belmonte que venía ofreciendo desde años atrás. Quizá, los que han tomado ahora esta decisión, desde un cómodo sillón, no sabían ni que existía el Albacete Balompié cuando Paco daba de comer gratis a los chavales de la cantera mientras el club estaba arruinado. Sí, esos chavales de la cantera a cuyos padres ahora se les quiere cobrar por verlos jugar. Además, tanto se le debía a Paco que era uno de los principales acreedores cuando el Alba tuvo que acogerse a la Ley Concursal. A Paco, como no, no le pagaban lo acordado, y con una simple comunicación de Paco al Juez de que no se cumplía el convenio habría podido mandar a freír puñetas el club ese del que llevan ahora el pin en las americanas mientras pasean por la banda.
El Alba, como institución, en mi opinión ha perdido “humanidad” desde la llegada de Skyline. De nada sirven convenios con la Universidad y el Ayuntamiento, o hacer tours por los pueblos si luego, por ejemplo, le pegan el estacazo a los padres de los críos que tienen la ilusión de jugar en las categorías inferiores del Albacete. ¿Pasión por el campo o pasión por los cuartos?, lo mismo hay que modificar el slogan. Esta sugerencia la regalo.
Y hablando del campo, prepárense para lo que parece que planea Skyline con la reforma del Carlos Belmonte. Según parece, y así figura en el convenio suscrito con el Ayuntamiento de Albacete, se crearán zonas VIP. Pero quizá sería mejor especificar que se sustituirán asientos actuales por zonas VIP, es decir, que los actuales socios que ocupan esa ubicación serán invitados amablemente a “salir zumbando” para dejar los asientos que tantos años han mantenido a aquellos que se suban ahora al carro con el consiguiente pago importante por dichos palcos. Es decir, que si usted tiene un abono en preferencia central, y quizá alguna de las zonas con mayor visibilidad de los goles, que ha mantenido año tras año cuando los Kabchi ni sabían lo que era el Carlos Belmonte y asistían ustedes al campo con siete bajo cero para ver un Albacete-Coruxo, vayan haciéndose a la idea que un disgusto parece estar en camino si se confirman las intenciones de los propietarios del Alba. La pela es la pela y es mejor un palco VIP que un abono normal, y si éste es de jubilado, pues ni te cuento.
Por cierto, hablando de goles. Si tanto se quiere al aficionado o al socio, ¿No han pensado ustedes en cubrirlos ya que van a reformar?. No me vengan ahora con estadísticas de partidos con lluvia, el hecho de cubrir también beneficia a una mayor protección contra el viento y el frío, y eso sabemos más en Albacete que en Caracas. Aunque puestos a pedir, quizás nos sorprendan ahora con una reforma al estilo del Unión Berlín, y propongan a los aficionados, en un gesto de generosidad infinita, poder reformar ellos mismo el estadio. Eso sí, yo iré cuando vea a Kabchi con la llave de tubo apretando los tornillos de la cubierta de Preferencia.
Mimar a la ciudad de Albacete no es solo dar insignias a presidentes de antes, restaurar copas ganadas cuando Franco era corneta, o firmar acuerdos con instituciones para ser inmortalizados para la posteridad. Mimar a la ciudad de Albacete es mimar a los albaceteños, a aquellos que con sus impuestos han pagado un estadio del que ahora ustedes tienen la concesión y explotan económicamente. El Ayuntamiento de Albacete debería mirar bien cómo actúa con la ciudadanía el club con el que ha conveniado una instalación municipal tan importante. Ya que, por ejemplo, el hecho de cobrar a los padres por ver los partidos de sus hijos en la Ciudad Deportiva no solo afecta a los padres del Alba, los padres de los otros equipos de la liga que compitan contra el Alba tendrán que rascarse el bolsillo para ver a sus hijos jugar en la Ciudad Deportiva del Alba, pero en cambio, resulta paradójico, cuando los equipos de la cantera del Alba jueguen como visitantes en otros recintos los padres de los chavales no tendrán que pagar. Ver para creer.
En definitiva, los propietarios del Alba están en su derecho de cobrar hasta por respirar a quién les de la gana dentro de sus instalaciones, pero luego no se extrañen de que la gente les de la espalda, porque con estas decisiones son ustedes cada vez más Skyline y menos Albacete Balompié.
Javier Romero
Director de El Digital de Albacete
