A la Campeona del Mundo del fútbol nacida en Albacete la suerte le ha dado la espalda y ahora le toca vivir la cara amarga del fútbol, no sabiendo aún cuando podrá volver a competir tras sufrir una lesión que le hizo retirarse el pasado fin de semana del terreno de juego con cara de preocupación.
La liga femenina echó a andar el pasado fin de semana y en lo que atañe a Alba Redondo lo hizo midiendo a su equipo, el Levante, ante el Sevilla, en un partido que terminó con victoria de las valencianas y del que la de Albacete se tuvo que retirar lesionada en el tobillo derecho. La lesión se la produjo mientras hacía lo que mejor se le da, marcar goles, pues fue justo en la acción que supuso el 2-0 para el Levante y que sellaba la victoria ante las hispalenses del cuadro levantinista.
La lesión produjo un profundo dolor a Alba Redondo, que tras marcar el gol quedó tendida en el suelo, se llevó las manos a la cabeza y no celebró el tanto, mostrando ostensibles gestos de dolor que hicieron saltar todas las alarmas.
Tras ser asistida por los galenos del cuadro de Orriols, la de Albacete se retiró del terreno de juego y fue sometida a distintas pruebas médicas que todavía no han aclarado el alcance real de la lesión. De hecho, el Levante ha tomado la decisión de que Alba sea sometida este martes a una resonancia magnética para tratar de poder dar con un certero diagnóstico.
El tiempo de baja dependerá de la evolución de la jugadora y del alcance preciso de sus dolencias de tobillo.
El partido, que comenzó con un homenaje a la de Albacete ante su afición tras proclamarse Campeona del Mundo y que se endulzó todavía más con el gol de Alba, no pudo terminar peor para la delantera manchega, que comenzó envuelta en risas y acabó haciéndolo en llantos.