Paisajes únicos, lugares mágicos, historia, tradición, gastronomía y vinos con Denominación de Origen son las señas de identidad de la Manchuela albaceteña. Una zona de la provincia de Albacete en la que el visitante podrá descubrir enclaves inigualables como Jorquera y Alcalá del Júcar.
Los secretos del Cid Campeador en Jorquera
El río Júcar baña la Manchuela albaceteña dejando a su paso paisajes únicos, llenos de magia y que enamoran a numerosos turistas. Jorquera es una parada obligatoria para quienes visitan la provincia de Albacete, una localidad que cuenta con un enclave inigualable.
En concreto se sitúa sobre un meandro del Júcar y la localidad ha ido creciendo adaptándose a la orografía de esta atalaya natural que parece haber sido confeccionada a medida para albergar a este pueblo de la provincia de Albacete. La roca asciende con las casas perfectamente ensambladas y a sus pies se puede contemplar el espectacular corte de la piedra del cañón del Júcar.
Entre sus monumentos, los visitantes podrán descubrir la fortaleza de Jorquera cuyas murallas son una visita imprescindibles, pues se cree que los almohades las construyeron aprovechando como sistema de regadío, extendido entre las huertas de las riberas del río. Fue el refugio del rey Lucef cuando huía de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador.
La comarca musulmana de Al-Axarach tuvo en este castillo de Jorquera su centro administrativo. A esa época se atribuye la construcción de ‘El Caño’, un acueducto excavado en la roca que atraviesa el asentamiento del pueblo por su parte más estrecha y conduce las aguas desde el río hasta las acequias de la cañada. En la época romana se construyeron los villares y los pontones para cruzar el río Júcar, como el Puente Viejo, paso de la Vía Hercúlea, destruido en las inundaciones de 1982.
Entre las curiosidades que rodean el Castillo de Jorquera se encuentran las que vinculan a este pueblo de la provincia de Albacete con el Cid Campeador, de modo que, el visitante podrá recrear las batallas de Rodrigo Díaz de Vivar. La Crónica General de España narra la batalla que el Cid mantuvo con el rey Lucef en tierras valencianas y la persecución posterior hacia Castilla, donde se refugió del monarca musulmán, ya herido, buscando cobijo y apoyo en el castillo de Jorquera.
Epicentro de la gastronomía en la provincia de Albacete
Aprovechando la visita este pueblo con encanto de la provincia de Albacete el visitante tendrá la oportunidad de conocer de primera mano la apuesta culinaria de los chefs Javier Sanz y Juan Sahuquillo. Estos jóvenes chefs de Casas Ibáñez han puesto en lo más alto del mundo de la gastronomía a esta localidad albaceteña.
‘Cañitas Maite’ y ‘OBA’ son los restaurantes que dirige el tándem compuesto por Sanz y Sahuquillo y que cautiva a numerosos visitantes día tras día. Casas Ibáñez se ha convertido en el epicentro del turismo gastronómico en la zona de la Manchuela albaceteña, una zona que enamora por sus los numerosos encantos que atesora, así como por su rica gastronomía y por sus vinos con Denominación de Origen.
Ambos restaurantes forman parte de ‘Raíz Culinaria’, un sello impulsada desde la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que representa la auténtica gastronomía que define a la región. Castilla-La Mancha es cocina de Raíz y un elemento con el que se rinde tributo de manera honesta a la tradición y el origen.
Autenticidad y carácter definen a la cocina manchega, una cocina de extraordinaria riqueza y diversidad que cautiva a los numerosos turistas que nos visitan para degustar platos únicos que entrelazan productos de primera calidad, técnicas ancestrales y excelentes profesionales. La oferta gastronómica de Javier Sanz y Juan Sahuquillo en ‘Cañitas Maite’ brilla con fuerza e irradia talento y atrevimiento. Un negocio familiar donde el relevo generacional ha llegado pisando firme y que ya ha enamorado a numerosos comensales con una clara seña de identidad: la excelencia en las materias primas, una cocina depurada, técnica y creativa.
Estrella Michelin en la Manchuela albaceteña
El trabajo de estos jóvenes chefs con ADN albaceteño ha alcanzado su máximo exponente en la oferta culinaria que han desarrollado en su restaurante ‘OBA’, también con sede en Casas Ibáñez. ‘OBA’ es el proyecto más reflexivo de Sanz y Sahuquillo, es un homenaje a la tierra y a los pequeños productores.
Se trata de un cuidado proyecto gastronómico por el que han sido reconocidos con una prestigiosa Estrella Michelin. Ubicado en la primera planta del Hotel ‘Cañitas Maite’, este restaurante es un espacio diferencial, ideado para disfrutar de una experiencia con identidad propia, acompañada de un servicio personalizado, una vajilla hecha a medida, elementos únicos y una bodega selecta, que incluye un apartado especial para los vinos de la zona y maridaje Natura.
El mágico paisaje de Alcalá del Júcar
Tras disfrutar de Casas Ibáñez y Jorquera, otro de los puntos que el visitante no puede dejar escapar en su recorrido por la Manchuela albaceteña es Alcalá del Júcar. Este pueblo de la provincia de Albacete está considerado como uno de los más espectaculares y pintorescos de la región.
Su situación y el excepcional paisaje que forma la hoz del Júcar hacen que cuando Alcalá del Júcar aparece ante los ojos del visitante sienta la necesidad de detenerse a contemplar la magia y la belleza que irradia. Tal es así que en 1982 fue declarado Conjunto Histórico Artístico.
Alcalá del Júcar se encarama en una roca sobre un meandro del río, sus casas escalan por ella o incluso se excavan en su interior y asciende hasta el castillo que corona todo el municipio. Esta fortaleza de origen árabe y a la que debe parte de su topónimo (al-Qa`la), tiene ya poco de su raíz andalusí debido a las diversas restauraciones a las que ha sido sometido y que dejan poco recuerdo de su ascendencia.
El paseo debe continuar por su entramado de calles hasta la parroquia de San Andrés, uno de los edificios más significativos de este turístico pueblo de la provincia de Albacete. Se trata de una construcción de nave única y muy alargada, construida entre los siglos XVI y XVIII.
Encaminando nuestros pasos llegamos al bello puente sobre el Júcar, del siglo XVIII, en el que los numerosos turistas inmortalizan con una fotografía su paso por este bello enclave de la provincia albaceteña. Pero además, las cuevas de Alcalá del Júcar son célebres por sus múltiples usos, siendo de especial interés los túneles de bares como la cueva de Masagó o la cueva del Diablo. Por todo ello, Alcalá del Júcar forma parte de la red de ‘Los pueblos más bonitos de España’.
Gastronomía, cultura, historia, raíz y patrimonio son los rasgos que definen la identidad propia de la Manchuela albaceteña, y que día tras día cautivan y enamoran a más turistas.
