Albacete atesora un rico patrimonio histórico, cultural y gastronómico. La capital albaceteña cuenta con numerosos puntos que guardan un gran atractivo para el turista en los que inmortalizar una visita a una ciudad única a la que Azorín ya bautizó como el ‘Nueva York de la Mancha’.
Albacete es la capital más poblada de Castilla-La Mancha, tiene rincones, pasajes, plazas y edificios de singular belleza. La ciudad goza de una intensa actividad comercial, industrial y financiera, además, de una atractiva oferta cultural, gastronómica y de ocio. Cita obligada es su Feria, declarada de Interés Turístico Internacional que se celebra del 7 al 17 de septiembre en honor a la Virgen de Los Llanos.
Moderna, alegre y bulliciosa, con grandes espacios peatonales destinados al viandante e innumerables parques y jardines, así es la capital albaceteña. Además, cuenta con auténticas joyas arquitectónicas que enamoran a los visitantes y lugares donde es habitual encontrarse a turistas inmortalizando con fotografías su visita a Albacete.
Joyas de Albacete
Este es el caso del Pasaje de Lodares, una galería comercial y residencial ejemplo de arquitectura modernista de principios del siglo XX. Se trata de una de las tres únicas galerías modernistas existentes en España. La luz de Albacete cae sobre la piedra blanca interrumpida por los filtros de sombra que proyecta el hierro de su cubierta.
Fue diseñado en 1925 por Buenaventura Ferrando Castells y mandado construir por Gabriel Lodares con la intención de crear una galería comercial y a la vez residencial. El pasaje se asienta sobre columnas entre las que se distribuyen diferentes espacios comerciales.
Su cubierta está coronada por un espectacular tragaluz con una estructura de hierro y láminas de cristal que permite el paso de la luz y otorga un cambio de aspecto al Pasaje de Lodares según cambia durante el transcurso del día. Las fachadas interiores contienen distintos adornos basados en la mitología, con abundancia de cabezas de Mercurio, dios del comercio, y además llaman especialmente la atención los herrajes en balcones y puertas con insignes muestras de la artesanía rejera de la ciudad. Por todo ello, el Pasaje de Lodares cuenta con la catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC).
Si nos centramos en el patrimonio artístico, no podemos dejar de visitar la Catedral de San Juan Bautista, una obra de estilo Renacentista-Barroco, erigida como tal al establecerse la Diócesis de Albacete en 1949 y cuya construcción se remonta al siglo XVI. Aúna diversos estilos arquitectónicos y en ella se encuentra la imagen de la Patrona de la ciudad, la Virgen de Los Llanos.
Otra de las visitas que no deben dejar pasar quienes visiten Albacete es pasar por el Teatro Circo, que actualmente es el único de España declarado BIC y que preserva esa doble funcionalidad. Este edificio se inauguró el 7 de septiembre de 1887 y cuenta con una capacidad para más de 1.000 personas. De estilo neo-mudéjar, el Teatro Circo de Albacete ha sufrido diversas reformas, hasta que en 1993 fue adquirido por el Ayuntamiento como patrimonio público.
Turismo gastronómico en Albacete
Pero si algo lleva con orgullo y por bandera Albacete es su gastronomía. Muestra de ello es que la capital albaceteña cuenta con cerca de una decena de restaurantes embajadores del sello ‘Raíz Culinaria’, impulsado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Se trata de una iniciativa a través de la que rendir tributo a la cocina tradicional, auténtica y con carácter que define nuestra tierra; una gastronomía de extraordinaria riqueza y diversidad.
El Restaurante ‘Ababol’ dirigido por el chef, Juan Monteagudo, ha sido el primero de la capital albaceteña en ser reconocido con una Estrella Michelin. Su cocina, dotada de una gran sensibilidad, bebe del recetario y las tradiciones manchegas y otorga un gran protagonismo a las verduras, muchas de ellas cultivadas en su propia huerta, y sin olvidar sus raíces francesas. ‘Ababol’ ofrece a sus comensales varios menús degustación o bien una carta que va transformándose cada estación.
Otro de los buques insignia de la gastronomía albaceteña es ‘El Callejón’, un peculiar restaurante en el que se respira el ambiente taurino en cada uno de sus salones repletos de historia. El chef Juan Antonio Moreno ofrece una propuesta gastronómica de estilo típico manchego y de mercado, así como una amplia carta de vinos de Castilla-La Mancha y nacionales. Arroces, guisos y una gran variedad de carnes y pescados forman parte de las elaboraciones de ‘El Callejón’.
Paseando por el centro neurálgico de la ciudad encontramos el ‘Caldereros’, restaurante en el que el chef Vicente Navarro pone una atención especial a la gastronomía manchega, en particular a los guisos que recuerdan a la cocina de nuestras madres y abuelas. Una cuidada cocina que otorga la importancia que merecen los productos de temporada y que se basa en la materia prima de calidad.
En nuestro recorrido por el centro de Albacete también se encuentra el ‘Asador de la Concepción’. Antonio y Ana comenzaron en Albacete con su restaurante en 1994, después de muchos años trabajando en su pueblo natal, Pozo Cañada. La materia prima es uno de los pilares para la cocina del chef Antonio Ródenas, junto a la constancia y el trato cercano a sus comensales.
Albacete, tierra de navajas y de museos
Conocida mundialmente es la cuchillería y las navajas de Albacete. Piezas repletas de historia, completamente artesanales y objetos que son verdaderas joyas y que llenan el Museo Municipal de la Cuchillería. Este especial museo dedicado a la cuchillería albaceteña se encuentra en el interior de un llamativo edificio conocido en la ciudad como la Casa del Hortelano y que también merece una visita.
Pero además, la ciudad de Albacete cuenta con otros importantes museos que tienen sus puertas abiertas para que el visitante descubra los tesoros que albergan. Este es el caso del Museo de Albacete que cuenta con piezas arqueológicas únicas, o el Museo Municipal ubicado en el corazón de la ciudad.
Templos de la gastronomía albaceteña
A unas calles de estos museos se encuentran otros templos de la gastronomía albaceteña. El primero de ellos es el restaurante ‘Don Gil’. Se trata de un espacio fundado en 1982 que destaca por su tapeo, pero también por su rica cocina donde poder disfrutar de una propuesta tradicional actualizada de tradición manchega. Entre los imprescindibles del Restaurante ‘Don Gil’ se encuentran los arroces y la paletilla de lechal.
Otro de los restaurantes embajadores de las raíces de la cocina manchega es ‘Nuestro Bar’. Este restaurante de Albacete trabaja a diario por la recuperación, la defensa y la promoción de la mejor cocina tradicional manchega desde 1967. Los platos elaborados por el chef José Clemente abrazan la tradición en una cocina humilde y sustanciosa donde la región y los productos de la zona son indispensables.
El Restaurante ‘Cuerda’ es un pequeño rincón de Albacete donde degustar la cocina manchega tradicional de otra manera. Una cocina que guarda el sabor de siempre, pero que cuenta con una presentación innovadora de la mano de Antonio y Paco Cuerda.
El ‘Cuerda’ ofrece un ambiente tranquilo, cercano y profesional, para disfrutar de una amplia oferta gastronómica y una extensa carta de vinos con denominación de origen.
