La pasión por la ciencia de la albaceteña Rosa Márquez le ha llevado ni más ni menos que a Japón. En concreto, se encuentra realizando una estancia doctoral en el Okinawa Institute of Science and Technology Graduate University (OIST).
Esta albaceteña ha cumplido su sueño de trabajar en Japón
“Siempre me ha interesado todo lo que es la cultura japonesa, sus paisajes y su comida”, confesaba Rosa Márquez a El Digital de Albacete, quien además aseguraba que su sueño siempre ha sido poder viajar para descubrir el país del sol naciente. Un sueño que comenzó siendo una “simple idea muy guay” que finalmente ha terminado haciéndose realidad.

Esta albaceteña se encuentra realizando un doctorado en Valencia en Biotecnología y Biología Sintética, estudios durante los que “siempre te ofrecen poder irte de estancia para hacer una parte de tu investigación en un país extranjero”, explicaba. Debido a la pasión que siente por Japón pensó en poder compaginar su trabajo con el sueño de vivir aventuras en el país nipón ya que pensó que “el hecho de tenerlo idealizado, no significaba que fuera un destino imposible”.

Por este motivo decidió ponerse manos a la obra para buscar grupos de investigación en Japón que pudieran encajar con la investigación que estaba haciendo. Una búsqueda a la que sumó una serie de requisitos que debía cumplir su grupo de laboratorio como «estar compuesto por gente internacional, que hubiera mujeres en el grupo y que el investigador principal no fuera japonés o en el caso de serlo que hubiera estado fuera de Japón un tiempo para que supiera adaptarse a estilos de trabajo de occidente”, explicaba Rosa Márquez. De este modo, confesaba que “encontrar un grupo que cuadrara con toda mis requisitos fue complicado, pero lo encontré y estoy muy contenta”.

La investigación de esta albaceteña en Japón
Durante la estancia de su doctorado en Okinawa “lo que se trabaja está relacionado directamente con lo que yo hago en mi investigación en Valencia”, concretaba. Al respecto, especificaba que “lo que estoy desarrollando es un sistema de detección de virus que responde a ácidos nucleicos, material genético de virus”, y añadía que “lo que he venido a hacer aquí es intentar hacer que ese sistema responda también a proteínas”.
Así, durante su estancia en Japón trabajará con su grupo de investigación con el objetivo de “optimizar y ampliar el sistema en el que estoy trabajando en Valencia”. La albaceteña puso rumbo a Japón el pasado mes de abril y desde entonces se encuentra trabajando en su investigación en Okinawa.

Sobre su estancia en Japón manifestaba que “todos mis compañeros me han acogido muy bien”, recordando que uno de sus requisitos es que el grupo de trabajo que buscaba debía ser internacional y “en el OIST trabaja gente de más de 65 países”. En el grupo de investigación de Rosa Márquez “hay varios japoneses, un alemán y una española”, detallaba y añadía que “desde el primer momento fueron muy amigables y cercanos y me han ayudado un montón”.

Sobre la investigación en la que se encuentra trabajando trasladaba que “vamos avanzando poco a poco”, subrayando que “estamos haciendo un tema completamente nuevo relacionado con lo que hago en Valencia y que es completamente nuevo a todo lo que he hecho hasta ahora”. Un minucioso trabajo con el que “vamos abriendo camino poco a poco”, matizando que “estamos intentando desarrollar nuevas herramientas de diagnóstico, probando para ver si funcionan y tratando de optimizarlas para que funcionen mejor”.

La aventura de esta albaceteña en Japón: “Lo que más me está gustando es la comida y la gente”
La albaceteña prolongará su estancia en Japón hasta el próximo mes de octubre, pero esperaba poder regresar en un futuro a Okinawa. Sobre esta parte de Japón especificaba que “tiene un ambiente de isla tropical, es un Japón bastante distinto porque aquí va todo como muy tranquilo y muy relajado”.
Una aventura para trabajar pero que también le ha servido a esta albaceteña para cumplir su sueño de descubrir Japón. En concreto, trasladaba que “lo que más me está gustando es la comida y la gente”.
“Algo que me sorprendió muchísimo es que cuando vas a cualquier izakaya, que son como los bares de tapas en España, es que en cuanto entras y ven que eres de fuera los japoneses enseguida te hablan y se interesan por ti”, compartía la albaceteña. De este modo, sostenía que los japoneses son “gente súper cercana, súper amigables y hacen por ayudarte en todo lo posible”.

Por contraposición, aseguraba que lo que más está echando de menos de Albacete “es tener todo a mano y poder ir andando a todos los sitios porque Okinawa es una isla, está como aislado porque está en mitad de la montaña y aquí el transporte público es poco eficiente”. De este modo, manifestaba que al principio de su estancia en Japón “lo que más echaba de menos era salir de trabajar y echarme una cerveza con los amigos”, debido a los problemas de transporte y a la lejanía entre algunos puntos.
Hasta que finalice su estancia en la tierra del sol naciente conocerá otros lugares de Japón, esperando que los tifones no compliquen o interrumpan su plan de viaje. Además, la albaceteña recomendaba a quienes tengan pensado viajar a Japón que “planifiquen su viaje con varios meses de antelación y si pueden aprender algo de japonés la experiencia será mucho mejor”.