La venta ambulante ilegal, también conocida popularmente como ‘top manta’ sigue produciéndose en las calles de Albacete. Así se usa para denominar el comercio ambulante de productos falsificados como CD, DVD y otro tipo de productos. Sin embargo, ¿quiénes son los protagonistas de esta problemática tan actual y por qué sigue ocurriendo?
En la Memoria de la Policía Local de Albacete durante el año 2022, en el apartado del área de policía administrativa se detalla que “en las intervenciones desarrolladas en esta materia durante el pasado año se registraron 1.421 intervenciones de la Policía Administrativa en esta temática en la capital”.

Asimismo, la Ordenanza Cívica Municipal de Albacete contempla en el artículo 28 que entre sus normas de conducta “no está permitida la realización de actividades y la prestación de servicios no autorizados en el espacio público y aquellas que requieran de autorización municipal para el ejercicio de la venta en los espacios públicos como es el caso de la venta ambulante”. Por lo tanto, los vendedores que realicen esta actividad sin el correspondiente permiso municipal se exponen al pago de una posible sanción económica, con multas de 121 hasta 1.500€, contempladas en el artículo 29 de la Ordenanza Cívica Municipal de Albacete.
La mayoría de los vendedores ambulantes son extranjeros que han llegado a Albacete en unas circunstancias pésimas. En este sentido, el presidente de la Asociación Colectivo de Apoyo al Inmigrante de Albacete, Cheikhou Cismen Nyasse traslada a El Digital de Albacete que “según la Ordenanza Municipal es una actividad ilegal, pero hay que pensar en todo. La Ley de Extranjería no permite a ninguna de estas personas conseguir papeles ni tener la residencia para poder trabajar. Muchos de los que llegan desde Canarias al final acaban en la Península”.
“Muchas veces vemos el problema, pero no la solución”
Un gran número de estas personas consiguen residir durante un tiempo en centros de acogida organizados por diferentes ONGs, que les proporcionan un techo donde resguardarse y alimentos. Asimismo, desde la misma organización pueden solicitar asilo. Aunque traslada el presidente de la Asociación Colectivo de Apoyo al Inmigrante de Albacete que si finalmente no lo consiguen, al salir del centro “estas personas no disponen de ningún otro tipo de recurso ni posibilidad para trabajar, por lo tanto, ¿qué pueden hacer?”, señala.
De la misma manera, transmite el presidente de la Asociación que estas personas se enfrentan a un posible pago tramitado desde su país de origen para poder llegar a España, “es como una continuidad, en este país deben seguir pagando su viaje”, manifiesta.
Aunque el presidente del colectivo manifiesta su rechazo a la venta ambulante, entiende la precariedad por la que atraviesan la mayoría de los vendedores y la decisión de realizar esta actividad, así señala que “yo sé que es ilegal y no lo justifico en el plano administrativo, pero hay que comprender que estas personas en infinidad de situaciones no tienen otras salidas. Muchos de ellos al final acaban en la calle, no pueden trabajar y no tienen una casa”, apunta. Igualmente considera que «no hay mafias que controlen a estas personas».

Indica el presidente del colectivo que “muchos de ellos nos han trasladado que prefieren vender que robar” y comentan que “de algo tienen que vivir”. A esta situación se añade que “la mayoría tienen familias en su país de origen, hijos y aquí tienen que pagar dónde duermen”, transmite. Del mismo modo, opina que “también es problema de la sociedad que sigue comprando estos productos que imitan a marcas y a las personas les gusta porque les aporta una buena imagen”.
Una de las posibles soluciones que propone Cheikhou Cismen Nyasse para terminar con el ‘top manta’ es regularizar la situación de los inmigrantes, es decir, “aquella persona que se quiera dedicar a la venta ambulante se le podría proporcionar residencia como autónomo, y que estas personas paguen los impuestos correspondientes. De esta forma contribuirían a la economía del país porque es lo justo, aunque esto supone actualmente una gran dificultad administrativa que siempre hace que estas personas sigan siendo ilegales”.
Finalmente, transmite el presidente de la Asociación Colectivo de Apoyo al Inmigrante de Albacete que “muchas veces vemos el problema pero no damos la solución”. Por ello, desea que los extranjeros que se dedican a la venta ambulante dispongan de mejores condiciones y que puedan dejar de realizar esta actividad.
Impuestos en una ferretería albaceteña de más de 200.000 euros
Por otra parte, el presidente de la Federación de Comercio, José Lozano manifiesta a El Digital de Albacete su desacuerdo al ‘top manta’ porque afecta negativamente al comercio en general. De este modo, señala que “mucha gente piensa que hace un bien comprando al hombre que está vendiendo diferentes artículos en la calle, pero con esas compras no contribuimos a nada, sólo a que haya más personas explotadas y a que las mafias ‘engorden’ todavía más, por lo que nosotros estamos en contra de esto”.
Asimismo, la venta ambulante ilegal también les afecta al número de ventas notablemente, así indica José Lozano que “hacen muchísimo daño, aunque las inspecciones de trabajo suelen ser para nosotros. Al final las multas o las sanciones van dirigidas a quienes las pueden pagar, a ellos no les suelen decir nada, aunque estén infringiendo la ley de forma flagrante”.

Cabe destacar que el negocio de José Lozano es una ferretería y explica que sólo en impuestos y en seguros sociales, tanto locales, autonómicos como nacionales “pagamos más de 200.000 euros”. Por ello, el presidente de la Federación de Comercio de Albacete transmite que es muy importante que “los vecinos entiendan que comprar en el top manta genera más miseria, tanto por el daño que hacen al comercio como a los hombres que venden porque es una situación que para ellos no es nada beneficiosa. Son personas que están ‘jugándosela’ también a que los detenga la Policía Local. Hay que hacer conciencia y esta venta es muy negativa para todos”.
Conciencia social
En definitiva, el ‘top manta’ sigue vigente en Albacete. Una realidad difícil para los ‘manteros’ y para los comerciantes ya que la venta ambulante ilegal supone prolongar las deplorables condiciones en las que viven los inmigrantes y se exponen a una posible exposición y persecución policial. En cuanto a los vendedores albaceteños, el ‘top manta’ para ellos es muy perjudicial y, a lo mejor, habría que plantearse cuál es la mejor solución a esta indiscutible problemática social.