En el día de ayer, jueves 3 de agosto, Cuatro volvió a emitir la visita de Raúl a First Dates, un albaceteño natural de Hellín que por motivos laborales vive en Barcelona.
El paso de Raúl se produjo en septiembre de 2022 y no pudo ser más negativo, ya que sus esperanzas de encontrar el amor de la mano de Carlos Sobera y su equipo se difuminaron prácticamente nada más entrar al restaurante.

Raúl, de 22 años de edad y nacido en Hellín (Albacete), tal y como él mismo le reconoció a su cita, es vigilante de seguridad en Barcelona y además compagina dicha profesión con el modelaje, habiendo sido declarado Mister Girona meses antes de su visita a First Dates.
Su cita fue Bibi, una chica natural precisamente de Girona que dedica su vida al baile y al cuidado de personas mayores, a la que Raúl le causó mala sensación desde prácticamente nada más conocerlo tras escuchar algunas de las contestaciones que el soltero dio al equipo del programa cuando no había hecho nada más que entrar al restaurante.

Atracción física por su cita, reconoció el de Albacete
Raúl reconoció al ver a Bibi que la chica era “guapa” y que se había sentido atraído físicamente por ella ya que “tiene un físico que me gusta, aunque es algo baja y a mí me gustan más altas. También pesa poco, que eso es importante”, espetó el de Hellín.
Sin embargo, antes de sentarse en la mesa del restaurante ya hubo comportamientos del albaceteño que pusieron en alerta a su cita y que terminaron por condicionar todo, ya que Matías Roure le dijo a la joven que cuando acabase de prepararle el mojito que había solicitado él mismo se lo llevaría a la mesa. En este instante, Raúl, sin dudarlo lo más mínimo, quiso también disfrutar de ese servicio: «¿Me lo lleváis a mí también, que así queda más guay? ¡Eh, Matías! ¿Me lo llevas tú?». El argentino y ‘barman’ del programa accedió a ello, aunque no pudo ocultar su asombro por esta petición.
El albaceteño reconoció nada más aparecer por la puerta del restaurante del amor que buscaba “una chica fiestera que me llame la atención a primera vista”, reconociendo que su genética le permite “inflarme a comer chuletas de cerdo, salchichas, chorizos… Yo no me cuido, lo mío es genética”.
Igualmente, el de Hellín reconocía que da mucha importancia al físico de su pareja, ya que “¿si puedo estar con una persona guapa… para qué voy a estar con una chica fea?”.
Volviendo a la barra del restaurante de First Dates, y en compañía de Bibi, el albaceteño volvió a soltar un comentario que no pasó desapercibido ni para su cita ni para el personal del programa, ya que tras ofrecerse Lidia Torrent a colgarle su americana el joven le dijo “cuélgala en una percha, que sino le sale joroba”.

Tras ello, Bibi y Raúl pasaron a sentarse en su mesa y a decidir qué menú cenarían mientras esperaban que Matías les llevara sus mojitos.
Una vez sentados las cosas no fueron a mejor, ya que los dos comensales comenzaron a darse cuenta de que no tenían nada que ver el uno con el otro y que eran totalmente incompatibles.
Incompatibilidades entre Bibi y el de Albacete
«Lo veo muy creído”, dijo Bibi, a la que desde muy pronto la forma de ser de Raúl no le gustó y, ni siquiera, entendió que el de Hellín hubiese llegado a ser Míster Girona. «Yo no lo veo tan guapo para ser míster. Me ha parecido un chulo, un mujeriego y un fiestero, que eso ya se veía de lejos. Además, creo que es muy prepotente y eso a mí no me gusta. Yo quiero un chico formal y que sepa lo que quiere”.
En lo que a Raúl respecta, el de Hellín tampoco quedó muy conforme con su cita ya que según argumentó la manera de pensar de Bibi no le terminó de seducir. «Esta mujer ha perdido la cabeza. Dice que quiere dos o tres hijos. Que va, que va. Físicamente, es cierto que me gusta, tiene sus tatuajes, sus piercings… pero la veo muy seria para mí”, argumentó Raúl.
Tras la cita y ante la decisión final, tanto Bibi como Raúl prefirieron seguir sus caminos por separado y reconocieron ser totalmente incompatibles.
/Foto de portada: Bibi y el albaceteño Raúl en First Dates – Imagen: Mediaset/