La emblemática Posada del Rosario cuenta con una de las fachadas más peculiares de la ciudad de Albacete. Una joya arquitectónica que albaceteños y visitantes pueden contemplar gracias al trabajo y al buen hacer de José Antonio García y su mujer Mari Carmen Bleda.
Muy pocos vecinos de Albacete saben que la conocida como ‘Puerta de los Picos’ no ha estado siempre instalada en la Posada del Rosario, sino que formaba parte de una vivienda particular ubicada en la calle Gaona. Así, los artífices de que esta puerta se haya podido conservar hasta nuestro días fue el matrimonio conformado por José Antonio García y Mari Carmen Bleda.

El protagonista de esta historia, relataba a El Digital de Albacete a sus 86 años que se considera “hijo adoptivo de esta ciudad”, y es que nació en Ceuta y se trasladó a Albacete junto a su familia porque su padre era militar y fue destinado a la capital albaceteña. Pero además, la de este matrimonio es una historia de sacrificio, esfuerzo, tesón y valentía, ya que además de conservar esta importante pieza arquitectónica sacaron adelante a sus cuatro hijos con escasos medios económicos.
José Antonio y Mari Carmen eran “promotores y constructores”, explicaba, asegurando sobre el perfecto tándem que componían que “yo echaba el hormigón y mi mujer era la inteligencia”. Una historia repleta de amor y compañerismo, el mismo que sigue profesando José Antonio por su mujer, pese a que esta albaceteña perdiera la vida a causa de la pandemia de COVID-19.

Artífices de la conservación de esta joya arquitectónica en Albacete
Confesaba José Antonio García a El Digital que “me gustaba un disparate la casa en la que se encontraba instalada la ‘Puerta de los Picos’”, concretando se traba del Palacio de los Condes de Villaleal ubicado en el número 22 de la calle que recibía el mismo nombre y que ahora es la actual calle Gaona. “Después de muchas conversaciones con los propietarios llegamos a un acuerdo de hacer una permuta”, explicaba.
Al respecto, consideraba “una maravilla esta obra”, motivo por el que “propuse ceder al Ayuntamiento de Albacete la ‘Puerta de los Picos’ para su conservación e instalación en el lugar que estimasen conveniente”. En concreto, detallaba que en la construcción del nuevo inmueble en la calle Gaona “surgieron problemas técnicos para conservar la puerta, por lo que propusimos esta cesión al Ayuntamiento para su reubicación y mantenimiento”.

De modo que, especificaba que “pese a todos los problemas técnicos llegamos a un acuerdo con el por aquel entonces alcalde de Albacete, Ramón Bello Beñón, para llevar a buen término la cesión de la ‘Puerta de los Picos’” en 1977. Pero además, confesaba que el trabajo para desmontar y volver a instalar esta joya arquitectónica “fue muy laborioso” y costó “sudor y lágrimas”.
“La fachada cuenta con esas peculiares piezas piramidales a las que hicimos fotografías y numeramos una por una”, explicaba José Antonio García a El Digital de Albacete. Posteriormente, «las fuimos poniendo en un local grande y cerrado para que no se dañaran ninguno de los elementos que componían la fachada”, concretaba sobre este minucioso y delicado trabajo.

Además, trasladaba que “fue un trabajo muy complejo porque también había algunas piezas que estaban estropeadas, pero se dejaron todas igual que estaban”. Tras la cesión, el Ayuntamiento de Albacete acordó instalar esta ‘Puerta de los Picos’ en la Posada del Rosario, por lo que “mucha gente piensa que siempre ha estado ahí colocada”, reflexionaba. Así, añadía que ese elemento que otorga una personalidad propia a este emblemático edificio está ahí porque “fue cedido por José Antonio García y su señora”.
Sobre esta decisión crucial y el trabajo realizado para mantener la ‘Puerta de los Picos’, garantizaba José Antonio García que “estoy contentísimo de verla porque es un bien extraordinario para Albacete”.
Comprometido con la ciudad de Albacete
Pero además de ser uno de los responsables de la conservación de esta joya arquitectónica, José Antonio García fue “junto a un grupo de buenos amigos, uno de los fundadores del Banco de Alimentos de Albacete”. A sus 86 años, este vecino de Albacete continúa muy vinculado al trabajo altruista y colabora de forma activa con la Parroquia de la Purísima.
Sostenía que “se ha notado mucho la soledad que ha dejado la pandemia de COVID-19”. Al respecto, ponía de relieve que “hay muchas familias necesitadas y la ayuda llega a cuentagotas”.
Importancia de cuidar el patrimonio con el que cuenta Albacete
“Hay que luchar por levantar lo que tenemos delante de las narices y que muchas veces no lo vemos”, consideraba José Antonio García en relación a la apuesta por cuidar y mantener el patrimonio con el que cuenta Albacete. En relación a ello, consideraba que “Albacete tiene poquitas cosas y hay que cuidarlas”.

Sostenía que “lo que me interesa es lo que sea positivo para Albacete, que lo veamos, lo toquemos y encontremos un beneficio en ello”, añadiendo que “todo lo que sea hacer, conservar y mejorar es maravilloso para darle vida a Albacete”. De este modo, pedía a los políticos que, independientemente de colores y siglas, “luchen y peleen con agallas y hechos reales por mantener el patrimonio de Albacete, porque lo que es bueno para unos tiene que ser bueno para todos”.

Gracias a la iniciativa de José Antonio García y Mari Carmen Bleda sus 4 hijos, 10 nietos y su bisnieto pueden disfrutar de la ‘Puerta de los Picos’ y mostrar su orgullo por este trabajo. Un legado que también aplauden los vecinos de Albacete y los visitantes que hoy, más de 40 años después pueden contemplar este especial elemento que otorga personalidad propia a la Posada del Rosario.