Dos acusados de secuestrar a un vecino de Gijón a cuya familia exigieron un rescate de cinco millones de euros y al que finalmente liberaron cerca de Caudete (Albacete) han aceptado este miércoles sendas penas de cinco años y nueve meses de cárcel.
Los dos acusados se enfrentaban a una petición de penas por parte de la Fiscalía de 11 y 13 años de prisión de cara al juicio que estaba señalado este miércoles en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias, si bien el acuerdo entre las partes ha evitado su desarrollo.
Según ha explicado la letrada de la acusación, Sara González, la rebaja de la pena ha sido posible por el reconocimiento de los hechos y la indemnización completa a la víctima por parte de los procesados.
Los hechos ocurrieron el 5 de marzo de 2020, cuando la víctima llegó para trabajar a una nave propiedad de su hermano, dedicada al alquiler de autocaravanas y situada en el Polígono de Pervera, en el concejo asturiano de Carreño, y fue abordada por dos hombres encapuchados.
Tras cerciorarse de su parentesco con el empresario, los dos hombres le conminaron a que les acompañara y, ante su resistencia, le pusieron unas esposas en tobillos y muñecas, le sujetaron los brazos a la espalda y le introdujeron en el maletero de un coche con el que se dirigieron al Polígono de Massanassa, en Valencia.
Según el relato fiscal asumido por los procesados, una vez allí dejaron a la víctima sujeta a una escalera por uno de los grilletes que le habían colocado en los tobillos, y que después sustituyeron por una cadena, y allí le mantuvieron permanentemente vigilado durante cinco días.
Sin embargo, ante la presión de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, le comunicaron que iba a ser liberado tras amenazarle con matarle a él y a su familia si contaba algo o hablaba con la Policía.
Tras darle 150 euros para que cogiera un autobús de vuelta a su casa, le pusieron unas bridas en las muñecas y en los tobillos y le introdujeron en un vehículo, en el que se trasladaron cerca de Caudete (Albacete), donde le dejaron en libertad.
Previamente a su liberación, el hermano de la víctima contactó con los secuestradores, que le exigieron 5 millones de euros a entregar en cuatro días si quería volver a verle.
Unos días después le citaron en un hotel de Las Rozas para entregar el dinero del rescate, cita que no llegó a producirse por la puesta en libertad de su hermano
