El cine de Albacete está de luto

La historia de los cines ‘Candilejas’

Hace unos días nos dejaba un amigo y conocido del mundo del cine de nuestra capital. A sus 86 años, Manuel Sánchez Gregorio, dueño de los Cines Candilejas, fallecía dejando atrás una vida llena de sueños en celuloide. 

Manuel Sánchez Gregorio con su hijo Francisco / Foto. Cedida familia

Tomando el nombre de la legendaria cinta de Charles Chaplin, Manuel Sánchez Gregorio abrió las puertas del cine ‘Candilejas’ en 1986, en mitad del Parque Lineal albaceteño. Su hijo, Manuel Sánchez García, recuerda que “lo de montar una sala de cine era algo que siempre le rondaba la cabeza. Mi padre había sido empresario de una fábrica de terrazos toda la vida, pero el cine era su gran afición, y él sabía que tarde o temprano emprendería esa aventura. Le daba igual ganar o perder, pero tenía muy claro que quería hacerlo. Así que cuando tenía alrededor de 50 años, vio un local donde había una galería de arte, y lo compró para cumplir su sueño. Abrió primero una sala de cine, luego montó una sala X, y más tarde se quedó el local de al lado, para ampliar el negocio y abrir tres salas más”. 

Una afición muy temprana

La afición por el cine de Manuel Sánchez Gregorio comenzó en Pozo Cañada, su pueblo natal, a una edad muy temprana. Su hija, María José Sánchez García, nos cuenta que “desde que era muy pequeño le gustaba mucho dibujar. Además, lo hacía muy bien, y pasaba las horas dibujando cuentos, caricaturas, y hasta le hacía comics a su madre. Era una persona muy observadora, y le gustaba mirar lo que estaba sucediendo a su alrededor para dibujarlo. De todo esto se percató un señor que regentaba unos cines en el pueblo, y le propuso dibujar los carteles de las películas, y a cambio le dejaría entrar gratis al cine. A partir de ahí empezó su afición, que poco a poco se convirtió en su pasión”. 

Manuel Sánchez Gregorio dando clase en Pozo Cañada / Foto. Cedida familia

Además de la afición por el cine, siempre fue una persona autodidacta, y un gran lector. Su hija María José señala que “en 1954, cuando tenía 18 años, le daba clase a los niños de Pozo Cañada. Había un colegio oficial donde impartía clases un maestro del régimen, y, por otro lado, mi padre enseñaba a leer y a escribir a los niños que, aunque querían ir a la escuela, no se lo podían permitir, ya que sus familias no tenían dinero para pagar los estudios.  De este modo, él les daba clase a cambio de una cesta de tomates de la huerta, frutos secos, mantecados, o lo que cada uno pudiera”. 

Fuente de inspiración para producciones de cine

Su afición por la lectura le acompañó toda su vida. Tanto es así, que “siempre recordaré la casa repleta de estanterías rebosantes de libros. Era un hombre muy creativo, al que le gustaba hacer muchas cosas”, puntualiza su hija, añadiendo que “también le apasionaba la escritura, y eso le llevó a escribir varios libros. Los derechos cinematográficos de dos de sus novelas, ‘Prisión de Herrera’, y ‘La campana de Yeste’, fueron compradas por el productor de ‘Réquiem por un campesino español’, y ‘La estanquera de Vallecas’. De hecho, ‘La campana de Yeste’, libro que publicó en 1989 basado en los dramáticos sucesos de mayo de 1936, fue adaptado al cine en un guion de Manuel González de la Aleja, con Eloy de la Iglesia como director”. 

Manuel Sánchez Gregorio / Foto. Cedida familia

En 1986 comenzó la aventura de los cines ‘Candilejas’

En 1986, Manuel Sánchez Gregorio pudo cumplir el sueño de abrir una pequeña sala de cine en su ciudad. Su hijo Manuel asegura que “en aquella época, montar algo así era mucha tela. Entre otras muchas cosas, tuvo que comprar un local diáfano y adaptarlo, poner rampas con su inclinación adecuada, darle las alturas correspondientes, colocar una pantalla, e instalar iluminación específica para ello. En definitiva, tras la reforma, ese local solo iba a servir para eso, y destinarlo a otra cosa iba a ser muy difícil. Pero mi padre era un gran emprendedor, y nunca tuvo miedo a nada. Así que apostó con todas sus fuerzas por el proyecto, y lo sacó adelante”.

De este modo, en 1986 abría sus puertas el cine ‘Candilejas’. Manuel indica que “la primera película que se proyectó fue ‘La vuelta al mundo en 80 días’, una película de 1956, dirigida por Michael Anderson, a la que siguieron grandes títulos. Más tarde, entre de 1987 a 1989, se convirtió en sala X, algo que funcionó muy bien, hasta que la apertura de Internet al público general, produjo el declive del sector a primeros de los 90. Reconvertido ya en un cine para todos los públicos, mi padre compró el local de al lado y amplió el negocio, montando tres salas más. A partir de ese momento,  además de películas independientes, y de autor, se proyectaban éxitos de taquilla que habían acabado su vida comercial en el resto de grandes salas”.

Manuel Sánchez Gregorio / Foto. Cedida familia

Durante más de 20 años, Manuel Sánchez Gregorio dirigió estas pequeñas salas que apostaban por un cine diferente, independiente y transgresor. “Mi padre siempre apostó por el buen cine. Entre las cintas que se proyectaron, tuvieron mucho éxito películas como ‘El hijo de la novia’, ‘Nueve reinas’, ‘La joven de la perla’, ‘Tomates Verdes fritos’, ‘Los chicos del coro’, o ‘Los secretos del corazón’. Films que en un principio no eran lanzamientos comerciales, pero que luego fueron premiados y tuvieron muy buenas críticas”, refleja María José. 

Ambiente muy familiar

Desde el pequeño ‘Cinema Paradiso’ de Manuel Sánchez Gregorio se respiraba un ambiente familiar y entrañable, con el propio Manuel, su esposa María e hijos, luchando por sacar el negocio adelante. “En el año 90, con las cuatro salas funcionando, vivimos una época muy buena, aunque muy sacrificada. En el cine trabajaba mi padre, mi madre, mi hermano Francisco, y un par de personas contratadas vendiendo palomitas y acomodando. Mi hermano Francisco, fallecido tristemente en 2015 debido a un cáncer de estómago, fue un pilar importante en los cines. Él era el proyeccionista, pero también iba a recoger las películas cuando llegaban, las ponía, y luego iba a llevarlas cuando se tenían que devolver. Pasó horas y horas trabajando, cambiando bobinas de celuloide bajo el calor de las lámparas en el salón de montaje. Sin duda, fue el que heredó la pasión por el cine de mi padre”, revela María José. 

Manuel Sánchez Gregorio / Foto. Cedida familia

El declive de las salas de cine en la ciudad

Manuel Sánchez Gregorio resistió cuanto pudo el envite de los multicines de los centros comerciales, convirtiéndose en el último empresario y testigo del cierre de las salas de nuestra capital. Su hija lamenta que “cuando empezaron a montar las multisalas en Albacete, los cines ‘Candilejas’ empezaron a decaer, pero mi padre no se rindió. Iba a los comercios y bares a poner carteles de los estrenos, se recorría los periódicos para que sacaran la cartelera, e hizo bonos de películas para incentivar a la gente a ir al cine. Así estuvo luchando hasta 2010, momento en el que no pudo más, y tuvo que cerrar de forma definitiva”.

Manuel Sánchez y María José Sánchez- Hijos de Manuel Sánchez Gregorio

El año pasado, Manuel Sánchez Gregorio recibió un más que merecido homenaje en la III Edición de los Premios ‘Cinemasmusic’, en el que pusieron de relieve su constancia y gran trabajo en el mundo del cine. Juan Ramón López, organizador del festival, quiso llevar a cabo este reconocimiento porque “los cines ‘Candilejas’ le traían muy buenos recuerdos, y además le tenía mucho cariño a mis padres. Mi padre tuvo una vida muy intensa, y ese sincero homenaje sirvió para poner en valor su esfuerzo de todos estos años. Sé que él se sintió muy feliz de recibir todo ese cariño, y por eso, toda la familia, desde mi madre, mis hermanos, Manuel y Jorge, y yo misma, estamos muy agradecidos”, concluye. 

Los cines ‘Candilejas’ se han convertido, por mérito propio, en todo un referente en la ciudad. En nuestra memoria quedará ese pequeño cine independiente, donde se podía ver una buena película en pantalla grande, como si estuvieras en el salón de tu casa. Y es que, gracias a un luchador incansable, como fue Manuel Sánchez Gregorio, los albaceteños pudimos disfrutar de unos cines diferentes, con ese aire de cine club, que tan bien le sentaba a una ciudad como Albacete. 

Modesto Colorado

Comunicador y cantante de Albacete. Más de 20 años de experiencia en medios de comunicación, especializado en información y reportajes de ámbito cultural.
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